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Ignacio Ruz Caracuel
Capilares, células satélites y fibras musculares regenerativas
satélites se encontraban junto a un capilar. Sin embargo, hemos
comprobado que a los 5 días sólo el 46.8% de las células satélites
están próximas a un capilar, lo que indica que en etapas iniciales
de la maduración de las fibras musculares regenerativas, a pesar
del incremento en el número de capilares y de células satélites
(13), no se mantiene la correlación positiva entre ambos aunque
se recupera en fases más avanzadas. Esto contradice lo señalado
por Mounier et al (5) para quienes la célula satélite mantiene su
posición yuxtavascular durante la regeneración y, mientras que
ellas se diferencian, pueden beneficiarse in vivo de las señales
de apoyo por parte de las células vasculares. En nuestra opinión,
nuestros datos plantean la posibilidad de que al menos una parte
de la población de células satélites pudiera, al menos inicialmente,
no estar sometida al “influjo” vascular al no mantenerse la rela-
ción topográfica entre ambos.
Además, sólo un 10% de las células satélites asociadas a las
fibras musculares regenerativas a los 4 días postlesión se encon-
traban a una distancia inferior a 5µm, mientras que un 50% y un
40% mantenían distancias de 5-10 µm y más de 10 µm respecti-
vamente. Por tanto, estos datos también hablan a favor de que en
esta etapa los nichos no están aún configurados ya que resultados
de Christov et al (3) muestran que la distancia que separa las cé-
lulas satélites de los capilares era de 2.6±3.3 µm; por consiguien-
te, y a pesar de encontrarse incrementados en número tanto los
capilares como el número de células satélites (11, 12, 13), el fun-
cionamiento de éstas inicialmente dependería de otros factores y
tipos celulares. Así se ha comprobado que durante la regeneración
tanto los macrófagos (37) como los fibroblastos (38) desempeñan
un papel fundamental en la diferenciación y estabilidad en la po-
blación de células satélites y en su contribución al crecimiento de
la fibra muscular regenerativa. En cualquier caso, parece ser que
los mioblastos no proliferan ni se diferencian en distancias supe-
riores a unas 150 µm del suministro de oxígeno (39); no obstante
las distancias a las que se encontraban las células satélites de los
capilares siempre fueron menores a 150 µm.
Por el contrario, cuando las fibras musculares regenerativas
maduran y crecen, tanto el número de células satélites junto a un
capilar y las distancias entre ambos se aproximan a valores norma-
les a los 7 días y son similares a los 20 días. Esto, junto con el hecho
de que el número de células satélites y su grado de activación son
similares a los valores normales (13), sugiere que el reestableci-
miento de los nichos podría estar implicado en el control de la
situación de quiescencia de las células satélites. Se ha planteado
que los pericitos próximos al nicho de la célula satélite pueden
secretar factores como la angiopoyetina 1 que contribuye al man-
tenimiento de la quiescencia de la célula satélite (5).
En conclusión, a diferencia de lo generalmente aceptado,
nuestros resultados parecen indicar que la mayor densidad capilar
podría no estar ligada a unas mayores necesidades de oxigenación
de las fibras musculares regenerativas ni tampoco las células saté-
lites mantienen las relaciones topográficas con los capilares que
muestran en el músculo normal. Aunque se precisan más estudios
que lo corroboren, nuestros datos estructurales sugieren una baja
oxigenación en las primeras etapas de la fase de remodelación en
la regeneración muscular lo que está en buena relación con re-
cientes estudios in vitro que demuestran que una baja concentra-
ción de oxígeno favorece la miogénesis (32, 40).
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