Revista nº 802

172 Irene Temblador Barba Síndrome de Terson tras cirugía de quiste aracnoideo ocupación, necesidades visuales, estado psicológico y neurológico, papel familiar y riesgo de nueva cirugía. Entre observación y vitrectomía podría estar el láser Nd:Yag en hemorragias subhialoideas y sub-membrana limitante interna para fotodisrupción del hematoma. El drenaje de la sangre al vítreo y posterior reabsorción permitirían la mejora de la AV además de descartar otros posibles problemas subyacentes como macroaneu- rismas retinianos o neovascularización subretiniana entre otros. Esta opción ha supuesto una alternativa para el tratamiento de algunas hemorragias prerretinianas, aunque hay que conocer sus posibles complicaciones, tanto el médico como el paciente (6). En nuestro caso se optó por actitud expectante, también por- que no había gran riesgo de ambliopía por la edad, objetivando en el tiempo una evolución favorable. En la evolución de estos pacien- tes, si no se presentan estas complicaciones y no hay reabsorción de la hemorragia, podría plantearse el drenaje con láser Nd: Yag, o incluso se puede programar de entrada según las características individuales. Si hay complicaciones, como aparición de MER entre otras, es necesario realizar vitrectomía, aunque ésta también pue- de indicarse de entrada y sobre todo si son sangrados extensos y duraderos (9). Por todo ello, es muy importante el seguimiento estrecho de estos pacientes y poder detectar cualquier anomalía. Actualmente, se necesitaría la realización de un estudio ex- tenso para comparar las tres opciones de tratamiento y poder ela- borar un protocolo más específico. CONFLICTO DE INTERESES : Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses CONFLICT OF INTEREST: No potential conflict of interest rel- evant to this article has been reported BIBLIOGRAFÍA 1. Sánchez Ferreiro, AV., et al “Atypical presentation of Terson syndrome: Presentation of a case” Neurologia. 2012; 27(6):380- 1 2. Wiethölter S, Steube D, Stotz HP. “Terson syndrome: a frequently missed ophthalmologic complication in subarachnoid hemorrhage”. Zentralbl Neurochir. 1998; 59 (3): 166–70. 3. Ko F, Knox DL. “The ocular pathology of Terson’s syndrome” Ophthalmology. 2010; 117 (7): 1423–9.e2. 4. George J.S., et al “Mystery Case: Terson syndrome on CT head” Neurology. 2016; 27;87(13):e133-4 5. Jing, XB., et al “Terson syndrome with no cerebral hemorrhage: A case report” Exp Ther Med. 2014; 7(1): 251–253. 6. Chinchurreta-Capote A., et al “Síndrome de Terson en malformación de Arnold Chiari I” Arch Soc Esp Oftalmol. 2007; 82 (2) 7. Lee S.H., et al “Terson Syndrome in Aneurysmal Subarachnoid Hemorrhage: A Case Report” Ann Rehabil Med. 2015;39(4):640- 4 8. Garweg JG, Koerner F. “Outcome indicators for vitrectomy in Terson syndrome” Acta Ophthalmol. 2009; 87 (2): 222–6 9. Kuhn F., et al “Terson syndrome. Results of vitrectomy and the significance of vitreous hemorrhage in patients with subarachnoid hemorrhage” Ophthalmology. 1998; 105: 472- 477

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