Revista nº 803

45 Miguel Ángel González Moles Leucoplasia oral Actualidad Médica · Número 803 · Enero/Abril 2018 Páginas 44 a 46 géneamente blancas que pueden presentar pliegues más omenos profundos (figura 1). Las leucoplasias no homogéneas integran a su vez tres subtipos: Las denominadas leucoplasia nodulares retrocomi- surales, frecuentemente infectadas por Candida albicans (figura 2); las eritrolecucoplasias, que asocian áreas blancas y rojas (figura 3); y las leucoplasia verrugosas, que presentan una superficie verrugo- sa con aspecto parecido al de una coliflor (figura 4). Un tipo clínico especial, no incluido en la clasificación precedente, está constituido por la leucoplasia verrugosa proliferativa. Se trata de una lesión blan- ca que aparece en mujeres de edad avanzada, no fumadoras ni be- bedoras, inicialmente limitada, aunque progresivamente expansiva afectando a zonas amplias de la mucosa oral, especialmente la encía y el paladar, y asociada a un riesgo muy elevado de desarrollo tu- moral múltiple de cavidad oral (figura 5 - ver en la página siguiente). El análisis histológico de la leucoplasia oral demuestra que la mayoría de los casos (80%) presentan hiperplasia epitelial, lo que hace referencia a un aumento del número de células en un epitelio sin atipia que mantiene un patrón estructural y ma- durativo normal. El resto de las leucoplasias (20%) desarrollan displasia epitelial, concepto que hace referencia a un disturbio de la maduración epitelial con atipia citológica. Habitualmen- te las displasias epiteliales orales son catalogadas como leves, moderadas y severas. La principal complicación de la leucoplasia oral es su evolución a cáncer. Esto ha sido demostrado claramente en amplios estudios de seguimiento (figura 6 - ver en la página siguiente), estimándose que aproximadamente el 50 % de los carcinomas orales aparecen como consecuencia de la transfor- mación maligna de leucoplasias. Aunque existe una amplia va- riedad de datos relativos a la tasa de malignización de la leuco- plasia oral, parece razonable asumir que el 1% de los pacientes con leucoplasia desarrollarán un cáncer oral cada año. Existen una serie de factores clínicos, histopatológicos y moleculares que incrementan el riesgo de desarrollo de cáncer sobre leuco- plasias orales. Entre los factores clínicos asociados al riesgo de cáncer se encuentran la edad avanzada, la evolución prolon- gada (leucoplasias antiguas), el sexo femenino, la localización en el borde lateral de la lengua y suelo de la boca, las formas clínicas no homogéneas, el tamaño de la lesión (leucoplasias grandes) y la ausencia de factores etiológicos (leucoplasias idiopáticas). El borde lateral de la lengua y el suelo de la boca son las localizaciones más estrechamente asociadas al desa- rrollo de cáncer sobre leucoplasia. Debe destacarse también el elevado riesgo de transformación maligna de la leucoplasia verrugosa proliferativa, en la que se ha demostrado una tasa de transformación maligna superior al 50 % de los casos y un elevado riesgo de desarrollo tumoral múltiple. La presencia de displasia epitelial constituye actualmente la herramienta Gold standar para evaluar el riesgo de malignización. En este senti- do se acepta que la tasa de transformación maligna se eleva al 40 % de las lesiones que presentan displasia epitelial severa. Finalmente, entre los factores moleculares predictores de evo- lución a cáncer destaca la pérdida de heterocigosidad en los loci cromosómicos 3p y 9p. El objetivo esencial del tratamiento de la leucoplasia oral es la disminución de su tasa de transformación maligna y el diagnóstico precoz de los cánceres que aparezcan sobre leu- coplasias orales. La historia clínica debe determinar los facto- res etiológicos asociados. Los pacientes deben ser claramente informados de que padecen una lesión precancerosa y de la relación existente entre el consumo de tabaco y alcohol con el desarrollo de leucoplasia. Es determinante conseguir que el enfermo abandone estos hábitos. Solo con ello se resolverán más del 70 % de las lesiones asociadas al consumo de tabaco. Figura 2: leucoplasia nodular retrocomisural Figura 3: eritroleucoplasia del dorso de la lengua. Obsérvese la asociación de áreas rojas y blancas. Figura 4: leucoplasia verrugosa. Aspecto superficial de la lesión parecido al de una coliflor.

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