Suplemento I · Revista nº 803

13 Sociedad Andaluza de Neurocirugía SUPLEMENTO original Actual. Med. 2018; 103: (803). Supl. 13-40 • Antecedentes y Actividad por décadas La Neurocirugía, clásicamente una de las especialidades médicas más complejas, se ha desarrollado mediante un lento proceso de evolución. No surgió espontáneamente, sino poco a poco en consonancia con los avances técnicos y científicos de cada época. En los comienzos, el hombre prehistórico realizaba las operaciones de trepanar cráneos para “aliviar” las secuelas de los traumatismos ó para “dejar salir a los malos espíritus”. Después de esta época inicial, las indicaciones y técnicas de las operaciones sobre cráneo, columna vertebral y nervios periféricos fueron establecidos por Hipócrates y Galeno. Los avances desde esta época hasta finales del siglo XIX fueron escasos. Con el advenimiento de la anestesia, la antisepsia y los conocimientos sobre localización cerebral, un mayor número de entidades patológicas, además de las traumáticas, fueron reconocidas y tratadas. La moderna Neurocirugía, por tanto, no comienza hasta finales del siglo XIX y comienzos del XX, con Cushing como gran pionero. Finalmente, después de un período que abarca la primera mitad del siglo XX, en el que los diversos procedimientos neuroquirúrgicos se estandarizan, se reconoce como especialidad médica independiente en Europa después de la II Guerra Mundial 6 . Asistimos ya en los últimos 30-40 años al desarrollo actual de la Neurocirugía, que se caracteriza por la existencia de sofisticados sistemas de diagnóstico y tratamiento, y que hacen que la actividad del neurocirujano tenga poco que ver con la de los neurocirujanos de hace sólo algo más de un cuarto de siglo. En España, las clínicas neuroquirúrgicas se desarrollaron fundamentalmente en Barcelona y Madrid, después de la Guerra Civil. En la Ciudad Condal, Tolosa realizó notables aportaciones (craneoestenosis, síndrome de Tolosa-Hunt) y formó varios discípulos. Otro pionero fue A. Ley, discípulo de Bailey y Puusepp, quien estudió profundamente las malformaciones arteriovenosas y aneurismas, entre otros temas, creando una prestigiosa escuela. En Madrid destacó la infatigable labor de Sixto Obrador de amplísima formación neurohistológica, neurofisiológica, neurológica y neuroquirúrgica. Estudió Obrador especialmente la epilepsia, las parasitosis, la cirugía antiálgica y los tumores cerebrales, si bien cultivó con acierto y originalidad la mayor parte de las diferentes parcelas de la Neurocirugía y Neurología. Posteriormente, entre otros, Barcia Goyanes en Valencia, y Albert en Sevilla, contribuyeron al inicio de la especialidad. En las décadas siguientes, sus discípulos irían creando Servicios Regionales de Neurocirugía, que tienen un importante auge en la década de los 70 por el gran incremento de la red hospitalaria pública 7 . En la década de los 80, a raíz de la instalación y consolidación masiva de la Tomografía Axial Computarizada y, posteriormente, en los 90 de la Resonancia Magnética, que hacen que el diagnóstico de las patologías neuroquirúrgicas sea más inmediato, certero e incruento, por la presión de los demás médicos y de la sociedad, junto con la mejora de la disponibilidad financiera para asistencia sanitaria, se crean Servicios y Unidades en prácticamente todas las capitales de provincia, continuando esa tendencia en los últimos años con la extensión a ciudades grandes que no son capitales de provincia 8 . Los Servicios Regionales de Neurocirugía incluían inicialmenteademásde laNeurocirugíaotras especialidades afines relacionadas con el sistema nervioso: Neurología, Neurofisiología, Neuroradiología, Cuidados Intensivos Neurológicos, etc. Estas especialidades se fueron independizando y ampliando su cartera de servicios conforme se aumentaba progresivamente el número de especialistas formados en los últimos 35 o 40 años 9 . Como consecuencia, los servicios de Neurocirugía dejaron de hacer determinadas parcelas de su actividad relacionadas con el diagnóstico y el tratamiento que se realizaban antes de la década de los 80 (arteriografía, mielografía, neumoencefalografía, ventriculografía,..) y en las décadas posteriores (tratamiento quirúrgico de aneurismas y MAV cerebrales, cirugía del sistema nervioso periférico y raquis,..) al asumir otras especialidades esas funciones ofreciendo más fácil accesibilidad. Esto ha ocurrido en mayor o menor medida en el mundo desarrollado 10-14 . Igualmente este mayor crecimiento ha determinado la independencia de ciertas especialidades (Neurología, Cardiología, Digestivo) de su tronco común de Medicina Interna pudiendo constituirse en servicios independientes mejorando la accesibilidad y disponibilidad con consultas y guardias específicas, y con códigos y protocolos de gran éxito e impacto (código ictus, síndrome coronario agudo, cribado de cáncer colorectal,..) 15-17 . En la Figura 8 aparece un esquema aproximado por décadas de los cambios más significativos de las especialidades más relacionadas con Neurocirugía. DISCUSIÓN En distintas épocas del siglo XX y XXI se ha abogado por una restricción del número de médicos y de especialistas con argumentaciones diversas (coste de formación de especialistas, evitar paro médico, caída de honorarios, falta de “suficiente” Figura 6. Número de posición respecto al resto de países de la Unión Europea por especialidad año 2017 Figura 7. Tasa de desempleo según especialidades médicas año 2017

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