Revista nº 804

90 Pablo Alarcón Arias Sistema urinario y espina bífida Actualidad Médica · Número 804 · Mayo/Agosto 2018 Páginas 87 a 91 prevención de la ITU pero su uso debe valorarse en cada caso. En PN por gérmenes de riesgo de formación de cálculos como Proteus o Pseudomonas se sugiere realizar estudios de imáge- nes con tal de detectarlos (23). b) Litiasis reno-ureteral La litiasis del tracto urinario alto en pacientes con EB ha sido pobremente descrita en la literatura, no obstante existe riesgo aumentado de padecerla siendo potenciales factores etiológicos la estasis urinario, la bacteriuria, ITU recurrentes y la instrumentación frecuente. Un estudio evidenció que de 12.315 pacientes con EB operados por litiasis, la localización de cálculos fue 2,1 veces más frecuente renal que ureteral. El manejo quirúrgico de la litiasis en pacientes con EB es más complejo que el grupo de la población general debido a las frecuentes alteraciones que presentan a nivel vertebral, esco- liosis y obesidad, y además por el mayor riesgo evidenciado de complicaciones postquirúrgicas como falla renal aguda, ITU, insuficiencia respiratoria, embolia pulmonar, sepsis, sangrado y paro cardiorrespiratorio (36). c) Insuficiencia renal La Insuficiencia renal crónica en pacientes con EB pue- de ser causada por múltiples factores como RVU crónico, infec- ciones recurrentes y litiasis. En una revisión sistemática de 1564 pacientes adultos con EB abierta se encontró aproximadamente un cuarto de ellos con algún grado de daño renal y el 1,3% con en- fermedad renal crónica (ERC) terminal (9). Se ha observado que la ERC terminal se puede alcanzar a edades más tempranas que en los pacientes con ERC de la población general sin litiasis (40 vs 60 años), y que la probabilidad de trasplante renal como terapia del reemplazo de la función renal es menor en proporción a los pa- cientes sin EB. Los pacientes en etapa de reemplazo de la función renal con EB han demostrado el mismo riesgo de mortalidad tan- to en diálisis como post-trasplante que los pacientes sin EB (37). Por otro lado se ha reportado mayor incidencia de infecciones urinarias en aquellos pacientes con vejiga aumentada de tamaño post-trasplante, característico de pacientes con EB, respecto al resto de trasplantados por otras causas (38). En Chile se realizan 17 trasplantes renales por millón de habitantes (cerca de 300 ca- sos por año), pero no hay datos publicados de cuantos trasplantes renales se realizan en pacientes con EB. En los pacientes con EB se recomienda detección precoz de la insuficiencia renal. Consi- derando métodos de medición, la creatininemia para estimar la Tasa de Filtración Glomerular puede ser no representativa debido a la masa muscular del paciente, pero a pesar de lo descrito, el cambio de niveles de creatininemia persistentes en el tiempo es un método barato y de utilidad en la práctica diaria. La medición del clearence de creatinina en 24 horas puede ser mejor, pero implica ser cuidadoso en la recolección del total exacto que en casos es difícil por presencia de pérdidas por incontinencia. La medición de otros biomarcadores como el Clearence de edetato de cromo-51 (Cr-51 EDTA) y Cistatina C pueden ser más precisos pero no se encuentran disponibles de rutina (23). Se recomienda el uso de imágenes para detectar daño renal, entre las técnicas, la cintigrafía con ácido dimercaptosuccinico (DMSA) ha logrado una tasa de detección de cicatrices renales de más de 4 veces que la ultrasonografía (39). Se sugiere que los pacientes realicen una cintigrafía al menos una vez para determinar la presencia de cicatrices renales y de ser así iniciar tratamiento con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (iECA) que ha mostra- do retrasar el establecimiento de la proteinuria intentando así preservar la función renal, sobre todo si el paciente es además hipertenso arterial (40). CONCLUSIÓN La EB es una enfermedad que se asocia a complicaciones del sistema urinario principalmente vejiga neurogénica, reflujo vesi- coureteral, alteración de la continencia urinaria, litiasis urinaria, infecciones del tracto urinario. Muchos pacientes son sometidos a procedimientos y cirugías urológicas para su manejo, teniendo como uno de los objetivos principales evitar la enfermedad renal crónica. Los pacientes adultos con EB requieren de control médi- co para manejo de estas condiciones y de otras posibles compli- caciones derivadas menos frecuentes como el cáncer asociado a vejigas operadas y perforaciones vesicales. Conflictos de interés Rosa Pardo es parte del directorio de CORPEB, Corporación Espina Bífida Chile, institución sin fines de lucro que trabaja en el apoyo y mejora de la calidad de vida de niños con Espina Bífida. El resto de los autores declara no tener conflicto de interés. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Cortés F, Mellado C, Pardo RA, Villarroel LA, Hertrampf E. Wheat flour fortification with folic acid: changes in neural tube defects rates in Chile. Am J Med Genet Part A. 2012; 158(8): 1885-90. 2. Rietberg CT, Lindhout D. Adult patients with spina bifida cystica: genetic counselling, pregnancy and delivery. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol. 1993; 52(1): 63-70. 3. Copp AJ, Adzick NS, Chitty LS, Fletcher JM, Holmbeck GN, Shaw GM. Spina bifida. 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