Revista nº 804
97 Javier Gómez Sánchez Hernia de Amyand Actualidad Médica · Número 804 · Mayo/Agosto 2018 Páginas 95 a 97 Fue descrita por primera vez en 1735 por Claudius Amyand, en un varón de 11 años que presentaba una fístula inguinal aso- ciada a una hernia, hallando en la cirugía que esto era causado por el apéndice perforado. Para su diagnóstico, además de la anamnesis y exploración, es necesario un hemograma completo donde aparece leucocito- sis con neutrofilia, y suele ser útil la realización de una prueba de imagen (ecografía o bien TAC) que confirme la presencia del apéndice con signos de inflamación en el saco herniario, además de ayudar a esclarecer el abordaje quirúrgico (5). A día de hoy no existe consenso sobre cuál es su abordaje ideal, bien por un acceso inguinal anterior, o bien por un acceso laparotómico, pero en cualquiera de ambos se debe de tener la suficiente comodidad para realizar la apendicetomía además de reparar el defecto herniario. Un punto en el que parecen coincidir las publicaciones (6,7) es en la resolución del defecto herniario en el mismo acto qui- rúrgico, sin quedar tampoco claro el método de reparación, pos- tulándose diversas técnicas, bien sin uso de material protésico por el riesgo de infección del mismo (secundaria a la proliferación bacteriana de la apendicitis) o bien mediante la colocación de una malla de polipropileno que permita reparar la hernia. En nuestro caso se optó por la colocación de una malla de polipropileno que corrigiese el defecto de la pared posterior del canal inguinal, dado que la inflamación e infección se encontraba delimitada al saco herniario y al apéndice, mientras que el canal inguinal no presentaba signos de infección o peritonitis. El porcentaje de infección de la herida quirúrgica se sitúa en torno al 5,5% aunque haya series que presenten hasta el 50% (7). La mortalidad de este tipo de hernias viene derivada de la posible perforación apendicular o demora en su diagnóstico que desem- boque en una difusión peritoneal de la infección, situada en torno al 15% y el 30%. (7) CONCLUSIONES La hernia de Amyand se trata de una patología poco frecuen- te, cuyo diagnóstico rara vez es previo a la cirugía dada su clínica inespecífica, pero que debemos tener en cuenta ante la presencia de una hernia inguinal complicada, por el riesgo que puede su- poner para la integridad del paciente el hecho de no realizar la apendicectomía, y por la ausencia de consenso sobre que técnica es la idónea para la reparación herniaria, dado el riesgo de infec- ción protésica y recidiva. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Moreales S, Barreiro F, Hernandez P, Feliu X. Cirugía de la Pa- red Abdominal. 2º Edición. Arán Ediciones, Madrid, 2013. 2. Karatas A, Makay O, Salihoglu Z. Can preoperative diagnosis affect the choice of treatment in Amyand's hernia? Report of a case. Hernia. 2009; 13(2):.225-27. 3. Romero Vargas ME, Palacios García E, del Álamo Juzgado C, Herrera Gutiérrez L, Roldán Aviña JP, Muñoz Pozo F. Clasifica- ción anatómica de las hernias de pared abdominal. Cir. Andal. 2013; 24: 222-24. 4. Losanoff JE, Basson MD. Amyand hernia: A classification to im- prove management. Hernia. 2008; 12(3): 325-26. 5. Agirre Etxabe L, Prieto Calvo M, García Etxebarría A, García González JM, Sarriugarte Lasarte A. Colina Alonso A. Hernia de Amyand (tipo 2 de Losanoff) diagnosticada preoperatoriamen- te y tratada mediante hernioplastia con malla biológica. Rev Hispanoamer Hernia. 2014; 2(4):169-72. 6. Kueper M.A, Kirschniak A, Ladurner R, Granderath FA, Konigs- rainer A. Incarcerated recurrent inguinal hernia with covered and perforated appendicitis and periappendicular abscess: Case report and review of the literature. Hernia. 2007; 11(2): 189-91. 7. Sharma H, Gupta A, Shekhawat NS, Memon B, Memon MA. Amyand's hernia: A report of 18 consecutive patiens over 15 year period. Hernia. 2007; 11(1): 31-35.
RkJQdWJsaXNoZXIy ODI4MTE=