Suplemento I · Revista nº 804

38 comunicaciones orales breves SUPLEMENTO Sociedad Andaluza de Medicina Interna Actual. Med. 2018; 103: (804). Supl. 38-54 mayoría de pacientes cumplidoras de criterios de refractariedad a IS y siempre con autoanticuerpos ANA y/o Anti-DNA positivos. Aún nuestra experiencia es escasa, puesto que hemos tratado a pocos pacientes y precisamos de mayor evidencia para generar conocimiento al respecto, pero se consideran fármacos seguros y con buena tasa de éxito en alcanzar remisión sintomática y de afectación orgánica. –– Belimumab es un buen fármaco para control sintomático y progresión de la enfermedad enpacientes seleccionados con buen perfil de seguridad. –– En nuestra serie (6 pacientes) se han observado tasas de control de actividad de hasta el 75%. IF-10 - ESTUDIO DESCRIPTIVO DE PACIENTES CON SÍNDRO- ME ANTIFOSFOLÍPIDO GRAVE Y PRESENCIA DE ANTICUERPOS ANTIPROTROMBINA Á. Sánchez de Alcázar del Río 1 , M. Morales Gómez 1 , C. Bo- rrachero Garro 1 , I. Martín Suárez 1 , A. González Macía 1 , J. García Moreno 1 1 Servicio de Medicina Interna. Complejo Hospitalario de Especiali- dades Juan Ramón Jimenez. Huelva. • González León R, García Hernández FJ, Castillo Palma MJ, Sánchez Román J. Anticuerpos antiprotrombina positivos en una paciente con síndrome antifosfolípido secundario y clínica hemorrágica. Medicina Clínica 2011; 137: 668-9. OBJETIVOS: Describir la presentación clínica de una serie de casos de pacientes diagnosticados de Síndrome Antifosfolípido (SAF) en los que se objetivó la presencia de anticuerpos antiprotrombina, así como la morbimortalidad y los factores pronósticos asociados. PACIENTES Y MÉTODOS: Se seleccionó a un grupo de pacientes seguidos en consultas externas de Enfermedades autoinmunes, diagnosticados de SAF grave, en los que se confirmó la presencia de Anticuerpos Anti Protrombina. Entre los pacientes con positividad del mismo se describieron las variables clínicas en el momento de la determinación, analíticas, y el espectro previo de anticuerpos antifosfolípidos (aFL), tales como anticuerpos anticardiolipina (ACL), anticoagulante lúpico (AL) y anticuerpos anti B2 glicoproteina 1b (Anti B2G1b) que presentaba cada paciente, así como el tratamiento inmunosupresor recibido, mediante el estudio retrospectivo de las historias clínicas. RESULTADOS: El número de pacientes seleccionado fue 9. Respecto a la manifestación clínica de los pacientes, el 66,66% (6 pacientes) presentó manifestaciones trombóticas de repetición a pesar de una correcta anticoagulación con Acenocumarol, el 22,22% (2 pacientes) manifestó de forma simultánea evento trombótico y hemorrágico (siendo la forma de presentación de uno de ellos SAF catastrófico), mientras que sólo el 11,11% (1 paciente) tuvo clínica hemorrágica. Respecto a la determinación de anticuerpos antifosfolípidos, el 66,66% (6 pacientes) de los pacientes analizados presentó triple positividad de los mismos (ACL+, AL+ y Anti B2GP1b+) a títulos moderados-altos, mientras que el 33,33% (3 pacientes) restante presentó doble positividad para ACL y AL a títulos moderados, siendo negativo para Anti B2GP1b. En el 77,77% (7 pacientes) existían alargamiento de los tiempos de coagulación. En la mayoría de ellos (66,66%) se retiró la anticoagulación oral y fueron manejados con heparina de bajo peso molecular subcutánea, necesitando asociar esteroides e inmunosupresión en el 88,88% de los casos (8 pacientes), y recibiendo tratamiento con Prednisona y Azatioprina el 75% de los mismos (6 pacientes), mientras que el 25% (2 pacientes) necesitó la administración de Rituximab. CONCLUSIONES: Estamos ante un SAF grave cuando hay recurrencia de fenómenos y persistencia de positividad del espectro de aFL. A destacar el SAF catastrófico, donde existe la presencia de enfermedad trombótica diseminada, en vasos de pequeño calibre, con fallo multiorgánico asociado. Hasta un 25-59% de pacientes con SAF grave presenta positividad para anticuerpos antiprotrombina, pudiendo aparecer además clínica hemorrágica por la interacción que este anticuerpo tiene con la protrombina (factor II de la coagulación), uniéndose a su fracción inactiva y ocasionando un lavado acelerado de la misma, presentando un elevado incremento de la morbimortalidad, tanto por fenómenos trombóticos como por fenómenos hemorrágicos, sobre todo si presenta triple positividad para aFL. Ha de sospecharse ante pacientes con SAF que presentan fenómenos trombóticos a pesar de una correcta anticoagulación, alargamiento de tiempos de coagulación o aquellos que presentan clínica hemorrágica. El tratamiento consiste en la retirada de dicumarínicos hasta la estabilización del cuadro, dada la interferencia de los anticuerpos antiprotrombina con el factor II, administrando en su lugar heparina de bajo peso molecular y asociando en ocasiones tratamiento inmunosupresor (basado en esteroides, Azatioprina o Rituximab) para disminuir, o incluso negativizar, los niveles de anticuerpos antiprotrombina. IF-11 - USO DE RITUXIMAB EN UN HOSPITAL COMARCAL E. Manzano López 1 , D. González Vaquero 2 , N. Castillo Fernán- dez 1 , C. Ocaña Losada 1 , J. Rodríguez Rodríguez 1 , G. Gómiz Rodríguez 1 , J. Serrano Carrillo de Albornoz 1 1 Medicina Interna. Hospital de Poniente. El Ejido (Almería). 2 Farmacia. Hospital de Poniente. El Ejido (Almería). • Asociación española del medicamento y productos sanitarios [Sede web]. Madrid. AEMPS. 15 de septiembre de 2017 [acceso 10 de enero de 2018]. Ficha técnica de rituximab: https: //www. aemps.gob.es › cima › pdfs. OBJETIVOS: Nuestro objetivo es describir la incidencia de complicaciones derivadas del uso de rituximab en indicaciones off- label y su relevancia clínica en un hospital comarcal. PACIENTES YMÉTODOS: Se recogieron todos los pacientes que recibieron rituximab, desde 2009 hasta octubre de 2017. Se realizó una revisión de la historia clínica digital y del registro de uso llevado a cabo por el servicio de farmacia. Se recogieron datos demográficos, la indicación para la que se pautó y las reacciones adversas recogidas en los 6 meses posteriores al inicio del tratamiento. Análisis de los datos con IBM SPSS Statistics versión 24. RESULTADOS: Se analizaron un total de 21 pacientes siendo el 47.6% varones y un 52.4% mujeres con una edad media de 53 años. Los diagnósticos registrados fueron 28.6% glomerulonefritis primarias, 23.8% glomerulonefritis lúpica, 23.8% vasculitis, 14.3% miopatías inflamatorias y 9.5% pénfigos. Un 42.6% de los pacientes sufrieron reacciones adversas. Ningún paciente tuvo que suspender el tratamiento por reacción adversa. La complicación más frecuente fueron las citopenias que presentaron 11 pacientes (52.4%). La citopenia más frecuente fue la anemia (47.6%), seguida de la leucopenia (28.6%) y finalmente la trombopenia (14.3%).Un 66.7% de las reacciones adversas requirió ingreso por neumonía o sepsis. El 22.2%de las RAMs fueron infecciones respiratorias que no precisaron ingreso. Se registró un caso de fibrilación auricular. No se registraron reacciones relacionadas con la perfusión de rituximab. CONCLUSIONES: Setratadeunestudiodescriptivo,retrospectivo basado en la revisión de la historia clínica, con un número pequeño de pacientes (21 casos) aunque para un hospital comarcal es un número significativo de pacientes. No se observaron reacciones adversas graves, se recogieron los casos que motivaron ingreso o consultar en el servicio de urgencias hospitalarias. Probablemente, las reacciones leves estén infraestimadas. Sólo una cuarta parte de los pacientes requirieron ingreso, ninguno tuvo que interrumpir el tratamiento y no hubo ningún exitus secundario a su uso. Según la evidencia disponible las reacciones adversas más frecuentes asociadas al uso de rituximab son las relacionadas con la perfusión y llama la atención que en nuestro hospital no se haya registrado ningún caso. En nuestro caso la reacción adversa más frecuente fueron las citopenias, en especial la anemia.

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