Revista nº 805

160 José Ángel López Díaz Litiasis ureteral bilateral Actualidad Médica · Número 805 · Septiembre/Diciembre 2018 Páginas 159 a 161 continuaba en anuria por lo que se realizó ecografía abdominal no reglada donde se apreciaba un ligero aumento de tamaño de ambos riñones y vejiga vacía a pesar del líquido administrado. Dado el resultado, se pensó en una posible causa obstructiva en un tramo anatómico superior a la vejiga e inferior a los riñones, solicitando ecografía reglada que concordaba con los hallazgos descritos. Se le realizó TAC donde se objetivaron dos litiasis que obstruían completamente ambos uréteres, una en uréter derecho en la transición de superior a medial (figura 1), y otra en el uréter izquierdo en el tercio distal (figura 2). Además, presentaba quistes corticales renales bilaterales y una lesión focal de 2cms en la glándula suprarrenal derecha, en probable relación con adenoma. Se contactó con ServiciodeUrologíaque realizó intervención, colocando catéter doble J bilateral bajo control endoscópico. El paciente presentó una adecuada evolución clínica, aunque persistía la creatinina elevada, por lo que fue ingresado en Urología para tratamiento y control evolutivo, siendo dado de alta días después. DISCUSIÓN La litiasis renal se caracteriza por la aparición de cálculos en el aparato urinario. Tras las infecciones y la patología prostática, es la patología urológica más frecuente. La prevalencia en España es del 5,06% (en Europa es del 10% y en EEUU del 8,8%) (2). Es más prevalente en hombres que en mujeres (ratio 1,6/1), aunque el riesgo se está igualando. La litiasis ureteral bilateral obstructiva es una entidad muy poco frecuente (3) y supone una urgencia médica. En el caso descrito, debido a los antecedentes de RAO del paciente se decidió sondarlo sin observarse débito de orina. Se pensó como diagnóstico diferencial (figura 3) en IRA de causa pre-renal dado los vómitos que había presentado en días previos, por lo que se inició sueroterapia intensiva. Después de infundirle 1500 ml de suero y no observar débito de orina se decidió realizar ecografía, donde se atisbó la vejiga vacía, por lo que se pensó en alguna causa obstructiva por encima de ésta y por debajo de los riñones. Finalmente se solicitó TAC de riñones y vía urinaria. Finalmente se contactó con el Servicio de Urología que colocó catéter doble J bilateral. En la práctica clínica (4) se indica la extracción activa de los cálculos cuando el diámetro del cálculo es igual o mayor a 7 mm, cuando no se logra aliviar suficientemente el dolor, si existe una obstrucción causada por la litiasis acompañada de infección, cuando existe riesgo de pionefrosis o sepsis urinaria, en riñones únicos con obstrucción y en la obstrucción bilateral. La utilización de la ecografía clínica en Atención Primaria como herramienta diagnóstica, es una técnica rápida (tanto por la accesibilidad, como por la inmediatez de los resultados), fiable, precisa, y no invasiva que supone una “ventana” al interior del cuerpo, muy útil tanto para la detección y seguimiento de numerosas entidades, como para la toma de decisiones en determinados contextos patológicos. Nos aporta mucha información en el diagnóstico de innumerables enfermedades, que, diagnosticadas en sus estadios primarios, evitarían secuelas importantes; en el caso que nos ocupa si hubiera estado implantado en las consultas, nos hubiera permitido ahorrar tiempo en el diagnóstico, evaluando la vía renal de forma rápida (5), beneficiándose el paciente de un tratamiento precoz. No obstante, la orientación del caso estaba bien ejecutada dado que el diagnóstico de presunción concordaba con la clínica y la anamnesis recogida en la historia clínica del paciente; pero de haber dispuesto de un ecógrafo se hubiera podido afinar aún más el problema, derivando al paciente directamente a urgencias hospitalarias para la colocación del catéter, previniendo un fallo renal total que pudiera haber ocasionado una pérdida irreparable de la función renal. La importancia de la ecografía ambulatoria es cada vez mayor, y un buen conocimiento y manejo de ésta puede ayudarnos de forma significativa en nuestra práctica diaria (6). El uso del ecógrafo no tendría como objetivo final hacer diagnósticos brillantes, sino diferenciar lo normal de lo patológico, y de adquirir paulatinamente una curva de experiencia ascendente (7), que permite al clínico ser más resolutivo en la actividad asistencial diaria. Estamos en un momento crucial en el que la ecografía clínica debe incorporarse sin reticencias, a la formación de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria y contemplarse como habilidad básica de los futuros médicos de familia. Figura 1. Imagen de TAC donde se muestra la litiasis en uréter derecho en la zona de transición de superior a medial Figura 2. Imagen de TAC donde se muestra la litiasis en uréter izquierdo en el tercio distal Figura 3. Diagnóstico diferencial de IRA

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