Suplemento I · Revista nº 805
18 caso clínico SUPLEMENTO Sociedad Andaluza de Angiología y Cirugía Vascular Actual. Med. 2018; 103: (805). Supl. 18-44 DISCUSIÓN El tratamiento óptimo de la disección tipo B incluye un diagnóstico precoz, un rápido control de la tensión ar- terial y un pronto reconocimiento del síndrome de malper- fusión o cualquiera de sus otras posibles complicaciones. El tratamiento clásico de la disección tipo B consistía principalmente en el manejo médico de la misma pues pre- senta mejores tasas de mortalidad que la reparación abier- ta y endovascular. Sin embargo, la consecuencia tardía de la terapia médica consiste en la degeneración aneurismá- tica de la LF que puede llegar a ocurrir hasta en el 40% de los pacientes. De hecho, en algunas series, la terapia médica falló a largo plazo hasta en el 58% de los pacientes pues un 29% de los mismos precisó cirugía (generalmente para la reparación de degeneraciones aneurismáticas) y un 38% fallecieron, con un seguimiento medio de 4,3 años 9 . Así, la historia natural de los pacientes tratados médi- camente sugiere que hay un subgrupo de pacientes que se benefician de la terapia endovascular en el período suba- gudo tras la aparición de los síntomas. Con la cobertura del desgarro principal, inducimos la trombosis de la falsa luz y con ello, se reduce el riesgo de degeneración aneu- rismática posterior. De ahí la importancia del seguimiento de estos pa- cientes, dado que el remodelado aórtico tras el tratamien- to endovascular de la disección constituye un proceso dinámico que requiere un seguimiento para controlar el diámetro aórtico y posibles alteraciones de los troncos vis- cerales. Por otro lado, la terapia endovascular parece ser la más idónea en la resolución de los procedimientos endo- vasculares complejos pues disminuye y minimiza la mor- bimortalidad de una reparación quirúrgica clásica. Pode- mos decir que una terapia endovascular precoz para esta patología, especialmente cuando se trata de un síndrome de malperfusión propiamente dicho, ha demostrado dismi- nuir las tasas de mortalidad 10 . REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: 1. Khan IA, et al. Clinical, diagnostic and management perspectives of aortic dissection. Chest. 122: 311-328, 2002. 2. Clouse WD; Hallet Jr JW; Schaff HV, et al. Acude aortic dissection: population-based incidence compared with degenerative aortic aneurysm rupture. Mayo Clin Proc. 79:176-180 2004. 3. Daily PO; Trueblood H; Stinson EB. Management of acute aortic dissection. Ann Thorac Surg. 10:237-246 1970. 4. Desai ND; Gottret JP; Szeto WY; et al. Impact of timing on major complicacions after thoracic endovascular aortic repair for acute type B aortic dissection. J Thorac Cardiovasc Surg. 149:S151-S156 2015. 5. Fisher ER, Stern EJ, Godwin 2nd JD; Otto CM; Johnson JA. Acute aortic dissection: typical and atypical imaging features. Radiographics. 14: 1263-1271 1994 6. Akin I; Kische S; Ince H; et al. Indication, timing and results of endorvascular treatment of type B dissection. Eur J Vasc Endovasc Surg 37: 289-96, 2009. 7. Ulug P; McCaslin JE; Stansby G; et al. Endovascular versus conventional medical treatment for uncomplicated chronic type B aortic dissection. Cochrane Database Syst Rev 11: CD006512. 2012. 8. Nienaber CA; Kische S; Rousseau H; Eggebrecht H; Rehders TC; Kundt G; et al. Endovascular repair of type B aortic dissection: long-term results of the randomized investigation of stent grafts in aortic dissection trial. INSTEAD-XL trial. Circ Cardiovasc Interv 6(4): 407-16, 2013. 9. Durham CA; Cambria RP; Wang LJ; et al. The natural history of medically managed acute type B aortic dissection. J Vasc Surg. 61:1192-1198 2015 10. Bernes DM, Williams DM; Dasika NL; et al. A single-center experience treating renal malperfusion after aortic dissection with central aortic fenestration and renal artery stenting. J Vasc Surg. 2008 May; 47(5): 903-910 Figura 3: Control arteriográfico final tras la implantación del stent
RkJQdWJsaXNoZXIy ODI4MTE=