Revista nº 806
Losilla-Rodriguez et al. Chemsex en pacientes homosexuales Actualidad Médica · Número 806 · Enero/Abril 2019 Páginas 24 a 30 · 28 · En los VIH+ los pacientes con estudios universitarios constituyen un 67,5% frente al 45% de Londres (7) y el 31,8% de Barcelona (8). La mediana de edad, la orientación sexual y el número de personas con empleo es similar a Londres y Barcelona (7,8). Es decir, el perfil de hombre que practica chemsex en nuestro medio, es de nivel formativo elevado, con trabajo y joven (<40 años). Los pacientes VIH – tienen trabajo en un menor porcentaje. El grupo VIH+ lleva más tiempo practicando chemsex, en sesiones de duración más heterogénea y alargada, con el doble de parejas sexuales por sesión que el grupo VIH-. Por tanto, la práctica está más establecida en el grupo VIH+. El 100% de los encuestados utiliza apps móviles, en comparación con el 77,8% del estudio de España (3). En la población que practica chemsex es frecuente el policonsumo de drogas, siendo la droga más empleada en nuestro estudio en ambos grupos el popper, al igual que en Londres (7). Aunque el GHB/GBL también es de uso frecuente, es una de las menos usadas en ambos grupos. En nuestro medio no hay consumo de heroína, crack o sextacy, en comparación con el 0,8% de la población de Londres que consume crack y el 0,4% que consume heroína (7) y por tanto usa la vía intravenosa. En España en general se observa hasta un 1% de consumo de heroína (3). El riesgo de interacciones clínicamente relevantes es mayor con las drogas metabolizadas por CYP3A4 (9,10), cuya toma conjunta con antirretrovirales que incluya ritonavir (RTV) o cobicitat(COBI) se da en 3 casos (COBI + sildenafilo + ketamina, COBI + sildenafilo, RTV + tadalafilo). Las interacciones con fármacos que inhiban el CYP2D6 son clínicamente relevantes, aunque en menor medida (9). La toma conjunta de COBI o RTV con estas drogas se da en 3 casos, los tres con COBI como antirretrovirales, el cual necesita de una mayor dosis para inhibir la actividad de esta isoenzima, por lo que el riesgo de interacciones es menor (9). Otras interacciones se dan con la mezcla de poppers e inhibidores de la 5-fosfodiesterasa, que pueden provocar un gran efecto vasodilatador, resultando en una hipotensión grave (8,9). Ésta mezcla la realizan 3 casos con potencial riesgo de sufrir complicaciones. La mezcla de GHB con sustancias depresoras, como alcohol o benzodiacepinas, disminuye su efecto de primer paso y potencia su efecto sedante, pudiendo llegar a inducir coma y problemas respiratorios (7,9,11-15). Esta mezcla se da en 3 casos VIH+, y uno sufrió como complicación debida a la toma de GHB/GBL una disminución del nivel de conciencia. La combinación de chemsex y TAR puede influir en la disminución de la adherencia al tratamiento (7,9,16,17). Los problemas de adherencia al TAR en nuestro estudio se dan en un 33,3%, en comparación con el 64,1% encontrado en el estudio de Barcelona (8). La vía de administración de estas drogas influye en las posibles interacciones, la magnitud y el curso temporal de sus efectos (9), en la transmisión de infecciones por vía intravenosa principalmente (18); pero también intrarectal, fumada e intranasal, probablemente por compartir los materiales para su administración (2,19) que aumentan el flujo de sangre en las mucosas y provocan lesiones a ese nivel (2,20). La vía oral se usa en el 50% de ambos grupos, la cual puede hacer que las interacciones sean más manifiestas, pues la mayor parte de los transportadores y enzimas metabólicos se encuentran a nivel hepático e intestinal (9,18). No hay casos de slamming ,en las poblaciones estudiadas en comparación con el 3% que lo practica en Londres (7). En todos los casos el consumo es menor a 50 g de alcohol, lo que indica que no existe un consumo de riesgo (21), que asciende al 55% de la población que practica chemsex en Londres (7). En la literatura apenas hay referencias a la existencia de patología mental entre los usuarios de chemsex, sin embargo, en nuestro estudio más de la mitad de los pacientes asocian patología psiquiátrica, siendo las más frecuentes la ansiedad y la depresión. Los hallazgos de Pufall et al. confirman que el chemsex es más frecuente en los HSH diagnosticados de depresión y/o ansiedad 22 . En algunas ocasiones la presencia de patología Figura 2. Patología mental en los pacientes usuarios de chemsex
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