Revista nº 808
Gómez-Sánchez et al. Cirugía del cáncer de recto Actualidad Médica · Número 808 · Septiembre/Diciembre 2019 Páginas 175 a 181 · 176 · rrectal sin ninguna subdivisión. Respecto a datos del año 2014, hubo un total de 8.284 casos en varones y unos 4.384 casos en mujeres, con un aumento de incidencia respecto a 2003 del 12,9% en varones, y del 4,5% en mujeres (2). Dada la problemática social que supone esta patología, con una incidencia cada vez mayor, y dentro de esta, la mejora que pa- rece que se está presentando respecto al tratamiento quirúrgico, debemos tener en cuenta y actualizar el concepto clásico quirúr- gico de grandes incisiones, además de considerar que al tratar- se de una patología cada vez más prevalente, cualquier personal relacionado con el ámbito de la salud, puede llegar a tener que enfrentarse a esta entidad, por lo que el desarrollar y explicar las novedades y términos que se utilizan a día de hoy, así como los aspectos quirúrgicos en los que se basan, puede ser de un interés general y ser útil en el ejercicio profesional, de ahí nuestro interés en revisar las técnicas quirúrgicas actuales en el cáncer de recto. SÍNTESIS DE LA REVISIÓN 2.1 Anatomía del Recto Anatómicamente el recto constituye el segmento terminal del tubo digestivo y está compuesto por el recto pélvico (ampolla rectal), con un tamaño de unos 12-15cm y el conducto anal, que mide unos 3-4 cm y corresponde a la región de los esfínteres ana- les. (3) (figura 1) - Localización . Se encuentra ubicado en la pelvis, constituyen- do su pared posterior el hueso sacro y el cóccix. Sus relaciones ana- tómicas varían en función del sexo, ya que en el caso de los varones, su cara anterior se encuentra en contacto con la vejiga, vesículas seminales y próstata, y en el caso de las mujeres su cara anterior se encuentra en contacto con la pared vaginal posterior y el cérvix (3). - Vascularización Arterial . La vascularización proviene de la arteria rectal superior, rama de la mesentérica inferior, que irriga la cara anterior del recto excepto el canal anal. En ocasiones esta región también presenta vascularización a través de la arteria sacra media, una rama terminal de la aorta. (4) La arteria hemorroidal inferior o rectal inferior es la encargada de la irrigación del canal anal. - Vascularización venosa . Su drenaje venoso lo constituye fun- damentalmente la vena hemorroidal superior, que desemboca en la mesentérica inferior (conformando posteriormente la porta), así como la vena hemorroidal media y la vena hemorroidal inferior, que drenan directamente a la vena cava inferior a través de las iliacas. (3) - El peritoneo , es el tejido que recubre la cara anterior y late- ral del recto hasta su mitad superior, denominándose esta porción, recto intraperitoneal. La mitad inferior, que se encuentra por deba- jo de un repliegue de peritoneo, constituye el recto infraperitoneal. - Mesorrecto . El mesorrecto, comienza a aparecer en la li- teratura quirúrgica a partir de 1982 (5). Se trata de un tejido celulograso, que recubre al recto de forma lateral y posterior, hasta los 2-3 últimos centímetros de recto pélvico. Esta estructura, es de gran importancia a día de hoy para el abor- daje del cáncer, ya que los tumores rectales que atraviesan la pared, se suelen extender por el mesorrecto (6). Dicha extensión perirrectal radial, presenta una importancia respecto a la causa del número de recidivas locorregionales. (7). La vascularización sanguínea y linfática discurre a través del mesorrecto en dirección ascendente, aunque esta puede estar desestructurada en caso de existir tumoración. 2.2 Cirugía del cáncer de Recto 2.2.1 TNM Los cánceres de recto se clasifican utilizando el TNM ( figu- ra 2 ) propuesto por la American Joint Committee of Cancer (8). Dentro de esta tenemos que diferenciar el cTNM, que es previo al tratamiento o cirugía, y el pTNM, que es la clasificación patológi- ca una vez que se analiza el espécimen final tras la resección del mismo. Tras establecer una estadificación oncológica, se plantean los distintos tratamientos. La cirugía constituye el eje sobre el que se articula el tratamiento curativo del adenocarcinoma rectal (9), utilizándose como tratamiento único, o en combinación con qui- mioterapia o radioterapia en función del estadio tumoral. Figura 1. Figura 2.
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