Revista nº 809
Aguirre-Rodríguez et al. Picadura por araña Loxosceles rufescens · 57 · Actualidad Médica · Número 809 · Enero/Abril 2020 Páginas 55 a 57 El loxoscelismo cutáneo (lesión dermo-necrótica) co- mienza con una lesión local en el sitio de la picadura, en los tres primeros días puede aparecer necrosis, ulceración y apa- rición de un centro rojo eritematoso rodeado de un blanco indurado y otro violáceo más externo, seguido de una costra necrótica a partir del quinto/séptimo día, que se desprende, dejando expuesta una zona ulcerada que cierra por segunda intención, generalmente dejando cicatriz. Las lesiones en ab- domen, muslos y zona glútea son de mayor tamaño, y se aso- cian a mayores secuelas. La zona afectada es muy dolorosa, y en ocasiones se produce un cuadro general con fiebre, cefa- lea, mialgias, fracaso renal o manifestaciones por trastornos de la coagulación (1,2,6). En raras ocasiones las lesiones loca- les son tan intensas que requieren desbridamiento quirúrgico e injertos cutáneos, como es nuestro caso. La fisiopatología del cuadro clínico parece radicar en el efecto de diversas enzimas, como la esfingomielinasa-D (acti- va el complemento, las células polimorfonucleares y plaque- tas, responsable de la necrosis y hemólisis), que actúa a nivel vascular, dando lugar a edema, adelgazamiento del endotelio vascular, acumulación de células inflamatorias, vasodilata- ción, coagulación intravascular, degeneración de las paredes vasculares, hemorragias/vasculitis. En los cuadros sistémicos es muy frecuente la hemolisis con manifestaciones viscera- les, producida por la modificación de los componentes de la membrana eritrocitaria y vascular (7). El tratamiento se basa en medidas de soporte para re- ducir los efectos inflamatorios locales, hielo, inmovilización; analgesia y cobertura antibiótica para evitar la sobreinfec- ción. Otros tratamientos empleados han sido la dapsona, la colchicina, el oxígeno hiperbárico y los corticoides, con esca- sa evidencia. El manejo quirúrgico se aconseja en fases tar- días, cuando se delimita el tejido necrótico, e incluye el des- bridamiento, extirpación y reconstrucción en su caso (1,7,8). REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Zaragoza Fernández M, López Ortiz R, Domínguez Bueno E, Santos Velasco J, Gavirto Gómez M. Loxoscelismo cutáneo. Emergencias. 2008; 20: 64-7. 2. Garriga S, Montero M, Nogué S. Picadura por loxosceles rufescens. Rev Toxicol. 2006; 23: 156-7. 3. Schenone H. Cuadros tóxicos producidos por mordedura de araña en Chile. Rev Med Chile. 2003; 131: 437-44. 4. Pichardo-Rodriguez, R. Injuria renal aguda en loxoscelismo, aspectos inmuno-histopatológicos. Rev Fac Med Hum. 2018; 18(2): 103-4. 5. Hernández Pérez, N, Alonso Gordo, JM, y Fuentes López, A. Loxoscelismo cutáneo. Rev Clin Med Fam. 2012; 5(1): 73-5. 6. Sánchez Olivas MA, Valencia Zavala MP, Sánchez Olivas JA, Sepúlveda Velázquez G, Vega Robledo GB. Loxoscelismo cutáneo necrótico. Informe de un caso. Rev Alergia Mex. 2011; 58(3): 171-6. 7. Rodriguez-Jara, P, Montes-Carmona, JF, Albarracin-Arjona, B, Infante-Cossio, P. Picadura por araña Loxosceles en labio inferior. Rev Esp Cir Oral Maxilofac. 2017; 39(2): 113-24. 8. Martínez Martin M, Álvarez Poveda JL, Nicot Martínez ME, Moreno Martínez Y. Picadura de araña marrón (Loxosceles laeta). Presentación de un caso. Rev Inf Cient. 2018; 97(2): 369-76.
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