Revista nº 810
Herreros Fernández-Arroyo. P et al. Diagnóstico clínico en pacientes con anticuerpos antifosfolípidos positivos · 94 · Actualidad Médica · Número 810 · Mayo/Agosto 2020 Páginas 90 a 95 Eventos trombóticos en los pacientes De los 123 pacientes analizados, 37 de ellos padecen o han padecido un evento trombótico (30%), mientras que 86 de ellos no (70%). De los 37 pacientes con evento trombótico, 16 de ellos han tenido algún accidente cerebrovascular, 7 presentan o han presentado algún episodio de trombosis venosa profun- da, 3 presentan tromboembolismo pulmonar, 2 han experi- mentado trombosis arterial, 1 ha sufrido un infarto agudo de miocardio y los 9 restantes han sufrido otros tipos de episo- dios trombóticos, como pueden ser el infarto renal y la disec- ción aórtica, entre otros. Eventos trombóticos en función de la presencia de anti- cuerpos antifosfolípido En la figura 1 se muestra el porcentaje de pacientes que, habiendo sufrido algún evento trombótico, presentan positividad para los aFL. Destaca que el mayor efecto de los aFL sobre el de- sarrollo de eventos trombóticos viene mediado por los aCL IgM. No obstante, el AL también aparece en un porcentaje significativo de los pacientes con algún evento trombótico, en concreto en el 43,24% de los pacientes, frente al 45,94% de los pacientes que habiendo presentado algún evento trombó- tico, mostraban positividad para aCL IgM. Por el otro lado, el aCL IgG sólo aparece en el 16,22% de los pacientes con episo- dio trombótico. Resulta interesante señalar que de todos los pacientes que presentan o han presentado algún episodio de trombosis venosa profunda, solamente uno de ellos presenta positividad para aCL IgG. Destaca de estos resultados el efecto que los anticuerpos aCL IgM y en menor grado el AL tienen sobre la predisposición de sufrir eventos trombóticos. DISCUSIÓN La presencia de aFL es el factor de riesgo más importante para el desarrollo del SAF y se encuentra relacionado con los eventos trombóticos y los abortos de repetición. No obstante, estos anticuerpos también pueden aparecer en otros contex- tos clínicos, como por ejemplo en el LES. En nuestro trabajo, el aFL más frecuentemente observado en el aCL IgM, seguido de AL y de aCL IgG. Este resultado es congruente resultados de trabajos anteriores (4-11). Con respecto al AL, cabe destacar que, debido a la natu- raleza funcional de la prueba, este aFL se encuentra asociado a la presencia de otras alteraciones de la coagulación, como pueden ser las prolongaciones de los tiempos de protrom- bina o de cefalina. Estos resultados son lógicos teniendo en cuenta que AL es una prueba funcional de coagulación in vi- tro dependiente de fosfolípidos y no es una determinación de un anticuerpo específico. No obstante, dicha asociación con alteraciones de la coagulación implica una relación con la pre- sencia de eventos trombóticos algo inferior a la presencia de aCL IgM. En nuestro trabajo, se ha observado que el aFL que más se asocia con la presencia de episodios trombóticos no es el AL, sino el aCL IgM. Este resultado concuerda con el de un estudio realizado por Locht y Wiik, en el que se llevaron a cabo determinaciones para aCL IgM y aCL IgG en 162 pacientes que habían padecido algún evento trombótico en los 6 meses an- teriores al análisis, y se observó que el aFL que aparecía en un mayor número de pacientes era aCL IgM(12). No obstante, en nuestro estudio, la asociación de AL con trombosis también es significativa, aunque sea ligeramente inferior a la de aCL IgM con evento trombótico. En un estudio realizado sobre 526 pa- cientes suecos con LES, se determinó que el aFL más frecuen- temente observado era el AL seguido de aCL IgM y aCL IgG, y además, se llegó a la conclusión de que el AL tenía una asocia- ción significativa con la presencia de eventos trombóticos(13). Por lo tanto, podemos afirmar que tanto aCL IgM como el AL se encuentran asociados a la presencia de evento trombótico, frente a aCL IgG, cuya asociación no es significativa. En cuanto al tipo de evento trombótico, arterial o veno- so, en nuestro trabajo no se ha encontrado positividad para los aCL en los pacientes con trombosis arteriales. Sin embargo, exis- te una asociación de aCL IgM con eventos trombóticos venosos. Nuestros resultados concuerdan con un estudio retrospectivo sobre 130 pacientes con LES y 35 pacientes con SAF primario que encontró una asociación de aCL IgM con eventos trombóti- cos venosos (14). Con respecto a la relación existente entre los aFL y las pa- tologías más frecuentes en nuestra población de estudio, resul- ta interesante señalar que el aFL que se observa con mayor fre- cuencia en los pacientes que presentan como diagnóstico princi- pal SAF primario es el aCL IgM, dato coincidente con el resultado de un artículo realizado por Del Ross et al , en el que se llevaron a cabo una serie de determinaciones de aFL en 106 pacientes con SAF primario y se pudo demostrar la relevancia clínica del aCL IgM en esta patología, especialmente cuando concurrían eventos trombóticos venosos y/o arteriales (15). Además, a partir de este estudio, se empiezan a considerar los anticuerpos aCL IgM y anti- β2GPI como criterios de laboratorio válidos para la clasificación del SAF primario, especialmente cuando éstos se encuentran aso- ciados y estables con el paso del tiempo (15). En cuanto a los pacientes con LES, el aFL que aparece con mayor frecuencia en ellos es el aCL IgG. Esta conclusión es simi- lar a la obtenida en un estudio descriptivo transversal en el que se midieron los títulos de los anticuerpos aCL IgM y aCL IgG en 155 pacientes con LES en el este y el oeste de la India y se ob- servó que el 32,9% de ellos presentaban determinación positiva para aCL IgG frente al 31,5% que mostraba positividad para aCL IgM y el 16,4% para ambos anticuerpos simultáneamente(16). CONCLUSIONES En este estudio se observa que el anticuerpo más fre- cuente en la población analizada fue el aCL IgM, seguido del AL y el menos frecuente, el aCL IgG, y que aquel que presentó mayor relación con alteraciones en las pruebas de coagulación in vitro era el AL, aunque esto no tuvo correlación con eventos trombóticos en los pacientes. Además, en el SAF primario, el anticuerpo más frecuente era aCL IgM, a diferencia del SAF se- cundario, donde el anticuerpo más frecuente era aCL IgG. Con respecto a los diagnósticos, los más prevalentes en pacientes con aFL positivos fueron el SAF y el LES. En cuanto a los eventos trombóticos, un 30% de los pacientes con aFL po- sitivos presentaron en algún momento al menos un fenómeno trombótico. Los fenómenos trombóticos más frecuentes en los pacientes con aFL positivos fueron los accidentes cerebrovascu- lares y la trombosis venosa profunda y el aFL que se asoció en mayor grado con fenómenos trombóticos fue el aCL IgM, y el menor el aCL IgG. Figura 1. Presencia de anticuerpos antifosfolípido en pacientes que presentan o han presentado al menos un evento trombótico.
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