Revista nº 810

· 132 · Actualidad Médica A C T U A L I D A D M É D I C A www.actualidadmedica.es ©2020.Actual.Med.Todoslosderechosreservados AULA DIETAMEDITERRÁNEA Enviado: 30-07-2020 Revisado: 03-08-2020 Aceptado: 06-08-2020 DOI:10.15568/am.2020.810. adm01 Papel de la Dieta Mediterránea en la enfermedad diverticular Calero-López, L. Dietista-Nutricionista (Nº Colegiado: AND - 00211). Hospital Inmaculada Grupo HLA. Lucía Calero López C/ Doctor Alejandro Otero, 8 · 18004 Granada, España E-mail: luciacalero@gmail.com Role of the Mediterranean Diet in diverticular disease La Dieta Mediterránea se encuentra en constante estu- dio desde que en 1953, cuando el Dr. Roscoe P. Kandle se traslada hasta Creta, considerada en aquel entonces zona en vías de desarrollo, para observar el estilo de vida y de ali- mentación de sus habitantes (1,2). En todas estas décadas los beneficios de la dieta medi- terránea han quedado sólidamente evidenciados, en primer lugar por el descenso de mortalidad global, en mayor medida por la relacionada con cardiopatía isquémica (3,4). Los artí- culos de investigación sobre la dieta mediterránea han ido en aumento en un intento de comprender y describir la relación existente entre este patrón alimentario y la prevención prin- cipalmente de la enfermedad cardiovascular, pero también de síndrome metabólico, diabetes, procesos oncológicos y en menor frecuencia patologías neurodegenerativas (4). Con todo, los estudios relacionados con la enfermedad gastrointestinal en general son notablemente inferiores en número comparados con que ponen foco sobre la patología cardiovascular (42.600 frente a 124.000 obtenidos de una búsqueda en Google Scholar). Y a pesar de que la dieta me- diterránea es elevada en fibra, hecho que se asocia con una buena salud digestiva, especialmente importante en ancia- nos por la disminución del peristaltismo, deterioro del tono muscular y tendencia al estreñimiento (5). En el último informe redactado por la Unidad Europea de Gastroenterología, sobre la carga de las enfermedades gastrointestinales y la gestión de los servicios de gastroen- terología de 28 países de la Unión Europea, se llega a dos conclusiones bastante interesantes; por un lado, se ha pro- ducido un incremento en la incidencia de la mayoría de los trastornos gastrointestinales, incluyendo la enfermedad di- verticular, con el consecuente impacto sobre la provisión de la atención médica en el futuro. El otro aspecto es que la incidencia y prevalencia de dichas afecciones gastrointes- tinales son considerablemente más elevadas en personas mayores (6). En occidente, la mitad de la población de más de 60 años se ve afectada por enfermedad diverticular (7). Basán- donos en este dato y considerando que, a principios de año, en España las personas mayores de 60 años representan el 25,75% (8), se podría afirmar que aproximadamente el 13% de los españoles se verían afectados por diverticulosis. Si a esto añadimos que del 10 al 25% de los pacientes con diverticulosis desarrollará diverticulitis aguda con com- plicaciones asociadas, y el incremento de la tasa de hospita- lización relacionada con la enfermedad diverticular (9,10), tiene bastante sentido buscar alguna aplicación práctica de la DM con la intención de prevenir o retrasar la aparición de la diverticulitis. Los principales factores dietéticos y de estilo de vida asociados a esta patología son dietas bajas en fibra, ausen- cia de actividad física, además de un elevado consumo de carnes rojas y la obesidad. En este sentido, tanto el enfoque terapéutico como también el de prevención de la progresión de la enfermedad diverticular están orientados hacia el man- tenimiento de una dieta elevada en fibra y la realización de ejercicio físico con regularidad (7,9). Por supuesto, como profesionales sanitarios debería- mos tener presente los costes, directos e indirectos, que su- pone la enfermedad diverticular a los servicios de salud. Se trata, de hecho, de uno de los trastornos gastrointestinales más comunes. Pero además tenemos que subrayar cómo se ve deteriorada la calidad de vida de los pacientes (9,11). La cuestión es cómo dar apoyo y asesoramiento dietético y nu- tricional a los pacientes de edad avanzada, de forma eficaz usando la dieta mediterránea como recurso didáctico en el ámbito hospitalario. En primer lugar, se adaptará el menú para que sea adecuado y aceptado por el paciente mientras que permanezca ingresado. Previamente a la personalización de la dieta, se realizará al paciente la entrevista dietética, sondeando cuáles son los hábitos y síntomas gastrointesti- nales independientemente de la patología que haya motiva- do el ingreso hospitalario; se pasará además un cuestionario de evaluación nutricional, por ejemplo, el Mini Nutritional Assessment (MNA), en el que además de conocer el estado nutricional se recopilará información sobre la frecuencia de consumo de alimentos (12). Esta prueba se repetirá previa- mente al alta, con el fin de evidenciar cambios de alimenta- ción y relacionarlos con la mejoría del paciente y un mayor bienestar digestivo. Si se detecta que el paciente presenta estreñimiento de forma habitual o si está diagnosticado de enfermedad diver- ticular se podrá perfectamente pautar una dieta basal con ligeras modificaciones, pero sin apenas alterar el perfil nutri- cional de la misma. Actual. Med. 2020; 105 : (810): 132 -134

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