Revista nº 810

Calero-López Dieta Mediterránea en la enfermedad diverticular · 133 · Actualidad Médica · Número 810 · Mayo/Agosto 2020 Páginas 132 a 134 Nos apoyaremos en la dieta pautada, para explicar las características básicas de la alimentación recomendada que el paciente haya de seguir tras el alta. En esta fase de edu- cación nutricional, da resultados positivos usar las tarjetas de las comidas servidas paciente durante su estancia hospi- talaria, de modo que el paciente puede relacionar la teoría con la práctica y con su estado de salud actual. Asi mismo, con la información obtenida del MNA se hará hincapié en los grupos de alimentos que consuma con poca o demasiada frecuencia. Hagamos una aclaración: este modo de abordar un caso será posible siempre y cuando el paciente haya evo- lucionado favorablemente y cuando su experiencia con la co- mida haya sido satisfactoria. Atendiendo a las recomendaciones dietéticas en la diver- ticulosis, es posible afirmar que las características de la die- ta mediterránea y el menú basal (asignado a un paciente con enfermedad diverticular sin complicaciones) son similares en cuanto a raciones diarias y semanales por grupos de alimentos. En la siguiente tabla (Tabla 1) se exponen las frecuen- cias de consumo de alimentos en la dieta mediterránea y en un menú basal tipo, así como la composición de cada toma. Las indicaciones dietéticas en la enfermedad diverti- cular están centradas en una elevada ingesta de fibra, al menos 30 g de fibra al día procedente de fruta fresca o de- secada, verduras y hortalizas, cereales, legumbres y frutos secos. Es importante recalcar que el paciente debe incor- porar estos alimentos en su dieta diaria de forma paulatina hasta cumplir con las recomendaciones indicadas (16,17). Tradicionalmente se eliminaban de la dieta las semillas, frutas con pepitas y frutos secos, sin embargo no se ha podido probar la relación entre el consumo de estos ali- mentos con la aparición de síntomas propios de la diver- ticulitis. El estudio de la ingesta de fibra y diverticulosis es una labor complicada debido al tiempo en el que se desa- rrolla la enfermedad y a su carácter asintomático (18). No obstante, es importante continuar con la investigación del efecto profiláctico y terapéutico de la dieta mediterránea sobre la enfermedad diverticular, así como en otros proce- sos gastrointestinales. Hoy por hoy, lo más adecuado sigue siendo individualizar el tratamiento dietético-nutricional y dar prioridad a la educación nutricional del paciente en base a las últimas evidencias descritas. CARACTERÍSTICAS DIETÉTICAS Dieta Mediterránea (13) Menú basal hospitalario (14,15) Diariamente: ● Las 3 comidas principales estarán presentes cereales (integrales preferentemente), verduras y hortalizas (al menos 1 ración diaria será en crudo) y frutas. ● Productos lácteos ● Aceite de oliva: Principal fuente de grasa ● Especias Semanalmente: ● Pescado: ≥ 2 raciones ● Carne blanca: 2 raciones ● Carne roja: < 1 ración ● Huevos: 2-4 raciones ● Legumbres y patata: ≥ 2 raciones Ocasionalmente: Dulces y alimentos ricos en grasa Diariamente: 2-3 Raciones de leche o derivados. 2 Raciones de carne o equivalentes (pescado o huevo) 4-6 Raciones de farináceas (pan, cereales, legumbres y tubérculos). 2-4 Raciones de verduras y hortalizas. 2-3 Raciones de frutas. 60 g de aceite. Composición de cada toma Desayunos/Meriendas: Lácteo, cereal, grasa y fruta Comida y cena (menor densidad energética que la comida) 1º plato: Rico en hidratos de carbono (legumbre, cereal o patata+hortalizas) 2º plato: Rico en proteínas (carne, pescado o huevo+hortalizas crudas o cocinadas como guarnición) Pan y Postre: Fruta, lácteos o postre tradicional (esporádicamente) Tabla 1. Características dietéticas de la dieta mediterránea y de menú basal hospitalario tipo

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