Revista nº 811

EL PAPEL DE LA DIETA MEDITERRÁNEA EN EL DESARROLLO DE DIABETES MELLITUS Y SUS COMPLICACIONES THE ROLE OF MEDITERRANEAN DIET IN THE DEVELOPMENT OF DIABETES MELLITUS AND ITS COMPLICATIONS Recibido: 05/10/2020 | Revisado: 10/11/2020 | Aceptado: 02/12/2020 DOI: 10.15568/am.2020.811.adm01 Actual Med. 2020; 105(811): Aula Dieta Mediterránea María de Damas Medina Complejo Hospitalario Jaén. Servicio Endocrinología Av. del Ejército Español, 10 · 23007 Jaén, España E-mail: mdedamasm@gmail.com Correspondencia 251-252 La Diabetes Mellitus (DM) comprende un grupo de enfermedades metabólicas caracterizada por la ele- vación de la glucemia en sangre resultante de de- fectos en la secreción de insulina, en la acción de la insulina o en ambas (1). Es la enfermedad endo- crinológica más frecuente y una las enfermedades más prevalentes en el mundo. Según la organización mundial de la Salud (OMS), el número de personas con diabetes era de 451 millones de personas en 2017 (8,5% de los adultos) (2,3). Se clasifica en cuatro categorías generales: DM tipo 1 (DM1), DM tipo 2 (DM2), DM gestacional (DMG) y otros tipos específicos de diabetes; siendo la más frecuentes la DM2. Es de hecho la enfermedad crónica no transmisible que ha tenido un mayor incremento en la prevalencia en este siglo (1). Se asocia con im- portante comorbilidad cardiovascular y aumento de la mortalidad. En los últimos años, la alimentación en nuestro me- dio ha sufrido un viraje hacía dietas más occidentales, de alta densidad calórica, en las que predominan los productos procesados y envasados, con ingesta abun- dante de carnes rojas y reducción importante de la ingesta de frutas y verduras. Además de una disminu- ción drástica de la actividad física. Con las importan- tes consecuencias que esto implica para la salud. Aquí es donde juega un papel esencial la dieta y en especial el patrón de dieta mediterránea (PDM), ya que “somos lo que comemos”. El PDM es un término que actualmente no se utiliza para describir una dieta, sino más bien un conjunto de hábitos alimenticios tradicionalmente seguido por las poblaciones de los países ribereños del mar Me- diterráneo. Es una herencia cultural, que representa más que una simple pauta nutricional, rica y saluda- ble. Es un estilo de vida que recoge recetas, produc- tos típicos y celebraciones. Está basada en la ingesta de una gran cantidad de productos de origen vegetal, fundamentalmente aquellos derivados del olivo , la vid y el trigo (4). La base de la pirámide estaría formada por las frutas, verduras, legumbres, frutos secos, lácteos. La ingesta de estos productos debe ser diaria. Pescados y carnes se deben consumir de 2-3 veces por semana. Se recomien- da la utilización de los productos de temporada y de la zona evitando los alimentos envasados y procesados. (4). Se prioriza el control sobre la calidad de la grasa consumida, por encima del control de la cantidad. La fuente principal de grasa debe ser el aceite de oliva, preferentemente en crudo, por su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados. También se recomien- da aumentar el consumo de frutos secos y semillas, fuente de ácidos grasos poliinsaturados n-6, y de pes- cado azul por su alto contenido en ácidos grasos omega 3. Respecto al aporte proteico destaca el consumo de legumbres, pescados y lácteos. Debemos limitar en lo posible el consumo de carnes rojas a un máximo de 2 veces en semana. Como postre en este tipo de dieta, destaca el consumo de fruta, a poder ser de temporada. La bebida de preferencia es el agua aunque se permite la ingesta moderada de vino (1 copa al día) (4). El PDM ha sido recomendado por distintas asocia- ciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), The American diabetes Association (ADA) y The American Heart Association (AHA) por su capa- cidad para mejorar el perfil glucémico y mejoría en el control de los factores de riesgo cardiovascular. (5) Barranco Ochoa, Juan de Dios; de Damas Medina, María; Segarra Balao, A. U.C.G. Endocrinología y Nutrición, Complejo Hospitalario de Jaén.

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