Revista nº 811
Gómez de Oña J, et al. | Complicaciones en ventilación mecánica invasiva 157 Actual Med. 2020; 105(811): 153- 159 De las 82 personas sometidas a VMI, hubo 48 que no presentaron ninguna complicación atribuible al empleo de esta técnica, en cambio 34 enfermos (un 41,46% de los pacientes) sí que sufrieron alguna de las complicaciones recogidas en la Figura 2. De todas las complicaciones, la más frecuentemente registrada fue la aparición de SDRA con un 10,98% (9 casos), al mismo nivel que situaciones de hipoxemia re- fractaria que requieren para su control el empleo de téc- nicas de reclutamiento alveolar con presiones inspirato- rias y PEEP elevadas, posición en prono del paciente o la utilización de sistemas de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), Figura 2. Respecto a la neumo- nía y la traqueobronquitis, se contabilizó 8 casos de cada una de ellas, de forma que son la 3ª y la 4ª complicación más frecuentemente sufrida. La presencia de edema de glotis como lesión de la vía aérea superior fue del 2,44%. En un 3,66% de los casos el proceso de destete de la ven- tilación mecánica fue dificultoso. De todos los pacien- tes sometidos a VMI un 20,73% (17 personas en números absolutos) tuvo que ser sometido a una traqueostomía en algún momento de su estancia en UCI. En este estudio se han analizado datos epidemiológicos y clínicos de forma retrospectiva de un total de 82 historias clínicas de pacientes procedentes de la Unidad de Cuida- dos Intensivos del Hospital de Poniente quienes, durante su estancia en la misma requirieron el uso de ventilación mecánica invasiva durante el año natural 2019. Al analizar la edad de los pacientes que cumplieron los criterios de inclusión del estudio, podemos obser- var que la edad media fue de 55 años. En el estudio de Frutos et al (13) la media de edad fue de 65 años, siendo este un estudio multicéntrico con la inclusión de 1.103 pacientes. En nuestro estudio, no se han es- tablecido limitaciones por edad, por lo que esto ha podido influir en el resultado de la media. Existe una gran diferencia entre hombres y mujeres, puesto que los primeros han supuesto un 76% de to- dos los pacientes que recibieron VMI en nuestro servicio, mientras que únicamente fueron mujeres el 24% restante. Los antecedentes personales más frecuentemente detectados han sido la presencia de al menos un factor de riesgo cardiovascular (64,63%) en los pacientes que precisaron VMI. Al comparar estas cifras con las del total de la población española (57,6%) (14) se puede inferir que los pacientes de la UCI tienen una mayor prevalencia de dichos fac- tores. Los hábitos tóxicos, donde destacaba el enolis- mo, se encontraban en el 31,71% de los enfermos. A este respecto, la encuesta EDADES (15) del 2017 calcula que un 69% (IC del 95%: 67-71) de la pobla- ción andaluza consume bebidas alcohólicas y un 8,8% (IC del 95%: 7,6-10) de los andaluces consume sus- tancias psicoactivas como el cannabis. Esta diferen- cia con nuestros resultados puede deberse a que la encuesta EDADES se realiza de forma anónima y en un rango de edades de los 15 hasta los 64 años, am- bas son características distintas al presente estudio. Figura 2. Frecuencias relativas de las complicaciones derivadas del empleo de VMI. DISCUSIÓN
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