Revista nº 811
Merino-Coy G, et al. | Mononucleosis en un hospital de segundo nivel asistencial Actual Med. 2020; 105(811): 174- 181 179 rias altas (65%), cefalea (50%), disminución del apetito (50%), fiebre (47%) y mialgia (45%). En nuestros pa- cientes los hallazgos físicos más comunes fueron la fie- bre, la odinofagia y disfagia, y las adenopatías cervicales. La presencia de hepatomegalia y esplenomegalia se evaluó mediante examen físico y ecografía abdomi- nal. Debido a la variedad de especialistas que están a cargo de los ingresos de estos pacientes, es posible que las tasas sean en realidad más altas, ya que los ingresos a cargo del servicio de otorrinolaringología no solían contar con un examen abdominal en la his- toria clínica, ni tampoco con pruebas de imagen. Esto nos lleva a pensar que el abordaje de esta patología no tiene unidad de criterio a la hora de su diagnóstico. La leucocitosis y la linfocitosis fueron los hallazgos de laboratorio encontrados más frecuentemente, en concordancia con la literatura (1,4). La trombocito- penia estuvo presente en un 16,7% de los pacientes, cifras más bajas que en la literatura, que sitúa las tasas de trombocitopenia leve entre un 25-50%. La presen- cia de trombocitopenia podría estar justificada por la existencia de una esplenomegalia, siendo los resulta- dos para la misma estadísticamente significativos (5). Los casos de neutropenia en nuestros pacientes se si- tuaron en el 12,5% (15). La neutropenia severa ocurre en aproximadamente un 3% de los casos. En nuestros pacientes la presento solo uno, lo que equivale al 2,2%. De acuerdo con las historias clínicas de los pacientes in- gresados, un 61,9% recibió antibiótico previo al ingreso, siendo el más utilizado la amoxicilina o la combinación amoxicilina/ácido clavulánico que se utilizó en un 84,6% de las ocasiones. Desde nuestro punto de vista, esto pue- de indicar el poco peso que se le da a la mononucleosis como diagnóstico diferencial en las faringoamigdalitis. Según Balfour et al . (16) la aparición de rash en los pacientes con MI, se ha asociado a la toma de deri- vados de la penicilina, debido, posiblemente a una hi- persensibilidad transitoria producida por el virus. Sin embargo, no hemos observado una asociación esta- dísticamente significativa en nuestros pacientes. Esto puede ser debido falta de información en las historias clínicas. Observamos también la aparición de exante- ma en un 22% de los casos, siendo la asociación de este síntoma con la astenia, estadísticamente significativa. En 2017 se registró el mayor número de casos que pre- cisaron de hospitalización, lo que puede ser debido a un foco epidémico. Existe una gran variedad de complicaciones debidas a la infección por EVB. Las complicaciones agudas más gra- ves son la rotura esplénica y la obstrucción de la vía aérea superior, que se estiman en un 0,1-0,5% y 1-3,5% respec- tivamente de los casos de MI (15). Ninguna de estas dos complicaciones fue observada en nuestros pacientes. Sin embargo, sí pudimos observar un caso de neutropenia se- vera, una complicación rara pero descrita en la literatura. El EVB puede causar complicaciones a largo plazo. De hecho, se estima que está relacionado con el 1% de los cánceres a nivel global, en especial con el linfoma de Hodgkin, el linfoma de Burkitt, el cáncer nasofarín- geo y el cáncer gástrico (17). Desafortunadamente, no disponíamos de los datos ni los medios para hacer un seguimiento de los pacientes a más largo plazo. Actualmente no existe un tratamiento específico acep- tado para la mononucleosis infecciosa. El efecto anti- viral del aciclovir y el valaciclovir se ha demostrado in vivo, pero no ha mostrado un beneficio clínico signi- ficativo. Ninguno de los pacientes de nuestro estudio fue tratado con fármacos antivirales. Los corticoides se usan frecuentemente para tratar las complicaciones inflamatorias, como la obstrucción de vías respirato- rias, o los fenómenos autoinmunes, como la anemia y la trombocitopenia, y muchos de los pacientes estudia- do recibieron tratamiento de los mismos. Sin embargo, el uso de los corticosteroides es controvertido, ya que puede afectar a la eliminación de la carga viral, retra- sando así la curación de la enfermedad (5). El estudio tiene algunas limitaciones debido a su diseño observacional. Solo se pudieron evaluar aquellos casos en los que el diagnóstico al alta incluyera alguna de las palabras seleccionadas, y solo se pudieron evaluar aquellos casos que precisaron de ingreso hospitalario. Además, solo disponíamos de los datos de paciente de 2011 en adelante, por lo que observar las complicacio- nes más tardías de la infección no fue posible. Necesitamos estudios para valorar cuáles son los pa- cientes susceptibles de desarrollar cuadros graves o cual es la evolución oligosintomática de algunos pacientes en concordancia con un virus de la familia herpes y tam- bién se necesita investigar una vacuna para este virus con potencial morbilidad extremadamente grave. La mononucleosis suele cursar con cuadros leves. La incidencia de ingreso por síndrome mononucleósico en nuestra población es de 0,026/1000 habitantes/ año. La evolución media de la sintomatología previa al ingreso fue de 9,59 días. El síntoma más frecuente fue la odinofagia (55%) y la fiebre (35%). La astenia ha mostrado ser, de forma significativa, un síntoma ligado a la mononucleosis por VEB en nuestra muestra. La neutropenia, la trom- bocitopenia y la elevación de las transaminasas son los rasgos analíticos más distintivos de la mononu- cleosis infecciosa por VEB en nuestra muestra. La mayoría de los pacientes ingresados llevaban tra- tamiento con antibiótico previo al ingreso, siendo el grupo más utilizado en de amoxicilina o amoxicilina clavulánico. CONCLUSIONES
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