Revista nº 812

Garrido Márquez I, et al. | Obstrucción intestinal por divertículo de Meckel 101 Actual Med. 2021; 106(812): 99- 102 El divertículo de Meckel es la anomalía congénita más frecuente del tracto gastrointestinal, con una incidencia del 2-3% en la población, resultante de un cierre y absorción inadecuados del conduc- to onfalomesentérico (1). Descrita originalmente por Fabricius Hildanus en 1598, no es hasta 1809 cuando Johann Friedrich Meckel establece su ori- gen embrionario (2). Es un divertículo verdadero que contiene todas las capas de la pared intestinal y en multitud de ocasiones presenta mucosa gástrica y pancreática heterotópica, siendo menos frecuente su contenido de mucosa duodenal, colónica o biliar. Se suele localizar a aproximadamente 100 cm de la válvula ileocecal en el borde antimesentérico del íleon distal, con igual prevalencia en ambos sexos y mayor en los pacientes con enfermedad de Crohn (5-8%) (1). En la mayoría de los pacientes, el divertículo de Meckel es asintomático y con un descubrimiento incidental durante una prueba radiológica o proce- dimiento quirúrgico realizados por otro motivo. En un 4% de la población provoca síntomas (2), debidos a complicación, los más comunes y por este orden: hemorragia por úlcera péptica, obstrucción de intes- tino delgado y diverticulitis, todas ellas más frecuen- tes en el sexo masculino y en niños. En relación con la obstrucción intestinal, se visua- liza normalmente en niños mayores-adolescentes y adultos en un rango del 26 al 53% (1). Los mecanis- mos etiológicos incluyen la invaginación, vólvulo o hernia interna por persistencia de la unión umbilical del mismo debido a la obliteración del conducto on- falomesentérico, una banda mesodiverticular o una adherencia. También puede ocurrir una obstrucción luminal por un divertículo invertido, inflamación o cuerpo extraño impactado en el divertículo, por in- clusión del mismo en una hernia (hernia de Littre) o bien en una neoplasia. Su presentación típica incluye vómitos biliosos, dis- tensión abdominal, dolor periumbilical y estreñi- miento. El diagnóstico se realizará mediante prueba de ima- gen que se adecuará a la edad y sintomatología del paciente. Inicialmente se comenzará con una radio- grafía simple abdominal en bipedestación, en la que se pueden apreciar signos de obstrucción intestinal tales como dilatación de asas mayor de 3 cm, nive- les hidroaéreos y ausencia de gas en colon, si bien esta técnica de imagen no tiene un valor real para detectar el divertículo de Meckel. Sí podría ser útil para identificar enterolitos, que se observarían como calcificaciones periféricas con centro radiolucente localizadas en el cuadrante inferior derecho o en pel- vis, y éstos serían un hallazgo indirecto de obstruc- ción por divertículo de Meckel (1,3). En ecografía, la apariencia suele ser de una imagen tubular con fondo de saco ciego y pared engrosada que surge de un asa intestinal. No obstante, la técnica de imagen que más valor presenta en el diagnóstico es la tomografía com- putarizada con contraste intravenoso. En ella, el divertículo de Meckel se apreciaría como una es- tructura tubular en fondo de saco ciego que co- munica con el intestino usualmente en el punto de transición de la obstrucción, que puede asociar estriación de la grasa mesentérica adyacente o un absceso si existen signos inflamatorios acompa- ñantes (1). Así mismo, el propio divertículo puede presentar complicaciones como necrosis hemorrágica, con ha- llazgos similares en la TC; o signos de infarto, que se visualizarían como un segmento de intestino hi- pocaptante y con atenuación de la grasa circundante (1). El tratamiento definitivo en un divertículo de Mec- kel sintomático es quirúrgico, si bien en circunstan- cias especiales se puede utilizar la enteroscopia con doble balón, sobre todo en los casos de complicación hemorrágica 4 . En cuanto a la técnica quirúrgica, se realiza prin- cipalmente con resección laparoscópica del mismo por ser una técnica segura, coste-efectiva y menos invasiva que la laparotomía tradicional (1). Se lleva a cabo una resección amplia del divertícu- lo con anastomosis término-terminal del segmento ileal. La extensión de la resección se determina se- gún los hallazgos intraoperatorios: si no existe masa palpable en la luz del íleon y el remanente onfalome- sentérico es de base estrecha, se realizará un cierre primario del defecto. Sin embargo, si la base del divertículo es ancha, se palpa tejido heterotópico o existen alteraciones is- quémicas o inflamatorias asociadas, se reseca el seg- mento intestinal afectado y se culminará con anasto- mosis término-terminal (4). En la actualidad existe debate entre si operar o no los divertículos asintomáticos, habiéndose creado esca- las de riesgo para tomar una decisión a este respecto. Una de las más utilizadas es la de Robijn et al., que valora cuatro factores: edad del paciente menor de 50 años, sexo masculino, presencia de banda fibrosa (tejido heterotópico) y longitud del divertículo ma- yor de 2 cm. Si el riesgo es ≥ 6 puntos, la resección está recomendada (3,4). En conclusión, el conocimiento de la embriología, presentación clínica y características radiológicas del divertículo de Meckel puede ayudar en el diag- nóstico temprano del mismo y de sus posibles com- plicaciones. DISCUSIÓN

RkJQdWJsaXNoZXIy ODI4MTE=