Revista nº 812

Producción científica de Antonio Chamorro Daza | Barranco-Castillo E, et al. Actual Med. 2021; 106(812): 44- 53 50 Con respecto a las herramientas utilizadas para rea- lizar nuestra búsqueda, Google Scholar ha sido la más provechosa para alcanzar nuestro objetivo, porque es el único que reconoció casi en su totalidad los artículos publicados por Chamorro, lo que nos ha permitido hacer su seguimiento y comprobar cómo Chamorro contribuyó en gran medida al desarro- llo de la endocrinología moderna. Primero con su trabajo en la casa Schering-Khalbaum (Berlín) de la mano de W. Hohlweg, obteniendo unos resultados que fueron tenidos en cuenta por muchos científi- cos, entre los que destacamos los que investigaban en la Worcester Foundation for Experimental Biology (Shrewsbury, Massachusetts), donde algunos años más tarde Pincus y Chang alumbraron la “píldora anticonceptiva”(30). Como hemos podido comprobar tras la revisión de todas sus publicaciones, la Société de Biologie pari- sina primero le brindó la oportunidad de presentar en público los resultados de sus experiencias y des- pués se las publicó en forma de Comptes rendus en su órgano oficial de difusión, algo muy meritorio si tenemos en cuenta la época en la que nos movemos. Muchas de ellas se basaron en la técnica de la hipofi- sectomía que Chamorro dominaba desde su estancia en Granada, un recurso que utilizó para determinar podía aplicarse para el tratamiento de distintas afec- ciones, entre las que se contó el carcinoma mamario, o para estudiar la actividad carcinogénica de dife- rentes hormonas y sus derivados. Contando con la colaboración de la cirujana rusa Nadine Dovrobolskäia-Zavadskaïa (1878-1954), quien basándose en las teorías de probabilidad del matemático Emile Borel (1871-1956), había creado una raza de ratones endogámicos genéticamente predispuestos al cáncer mamario (R-III), estudió la carcinogéneis mamaria y obtuvo desiguales resul- tados, según hemos señalado en la revisión de sus publicaciones. La pericia quirúrgica de Chamorro para intervenir en la base del cráneo también le permitió colaborar con el histólogo franco-canadiense Charles Philippe Leblond (1910-2007), con el físico nuclear Pierre Süe (1908-1957), y con Jean Frédéric Joliot-Curie (1900- 1958), premio Nobel de química (1935), destacado pionero en la obtención de iodo radiactivo. Utilizan- do, además del Laboratorio Pasteur, las instalaciones del Laboratorie de Synthèse Atomique , entre todos demostraron que en ausencia de hormona tireotro- pa la glándula tiroidea deja de captar iodo. El éxito de este descubrimiento mereció la atención de otro premio Nobel de química (1943), György de Hevesy (1884-1966), quien hasta les concedió el honor de mencionarlos en su discurso de aceptación de dicho galardón (31). Es pues justo señalar que Chamo- rro, Leblond y Süe con su descubrimiento abrieron el camino de la investigación de la función tiroidea mediante la técnica de imagen conocida como gam- magrafía tiroidea. Sin perder de vista que Francia estaba inmersa en un conflicto bélico durante casi todo el período estu- diado, y que los fondos destinados a la investigación eran prácticamente inexistentes, Chamorro y Lacas- sagne, para poder proseguir con sus investigaciones, necesitaron recurrir a donaciones, tanto privadas como industriales, y así quedó consignado en sus publicaciones. Inicialmente les aportaron fondos la pareja norteamericana Nelson y Blanche Swift-Mo- rris, él hijo y heredero de Edward Morris, fundador de la empresa Morris and Co., ella artista y coleccio- nista, y esto les permitió continuar con algunas de sus investigaciones. Para procedimientos experimentales de cierto cala- do también le resultó indispensable la colaboración de la industria químico-farmacéutica, lo que pone de manifiesto la interdependencia obligada entre el científico Chamorro y las grandes corporaciones in- dustriales, porque sin su apoyo a él le hubiera resul- tado imposible proseguir sus estudios, pero una vez que estos eran publicados serían las primeras las que se beneficiarían de los resultados. Citaremos algunos ejemplos. En primer lugar, según Chamorro, conta- ron con los envíos gratuitos de Percortene (desoxi- corticosterona), desde Suiza, remitidos por la Gesell- schaft für Chemische Industrie Basel (Ciba). Después, con una Alemania en guerra desde la que la exporta- ción de fármacos era imposible, cuando necesitó dis- poner de hormonas sintéticas tuvo que recurrir a la intermediación de Alan Sterling Parkes (1900-1990), el prestigioso investigador del departamento de Fi- siología del University College (Londres), y la casa Boots Pure Drug Co . (Nothingan, U.K.) le hizo llegar gonadotrofinas sintéticas. Para emprender el estudio de la actividad de la progesterona fue la casa farma- céutica francesa Roussel la que le donó el producto, y los resultados referenciados suscitaron el interés de otra farmacéutica no menos relevante, la alemana Schering AG (32) interesada también en sintetizar a gran escala dicha hormona. Con respecto a la narco- sis, fueron las casas norteamericanas Pfizer and Co ., y Wellcome , las que se sirvieron de su para poner a punto nuevos fármacos anestésicos (33). A nivel humano, la pareja formada por el físico-quí- mico André Girard y Georges Sandulesco (1896- 1978), que ya habían desarrollado un método cono- cido como “reacción de Girard”, con el que lograban extraer pequeñas cantidades de esteroides sexuales utilizando ciertos productos naturales, no dudaron en servirle algunas muestras de los mismos (34) Desde el punto de vista fisiológico, las aportaciones de Chamorro disfrutaron de impacto entre algunos científicos como Samuel J. Folley, que era el director del departamento de fisiología del National Institute for Research in Dairying , Shinfield, Reading (U.K.), DISCUSIÓN

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