Revista nº 813

Clavero López R, et al. | Anticuerpos en la artritis reumatoide Actual Med. 2021; 106(813): 157- 164 163 La AR es una de las enfermedades autoinmunes más frecuente en la población general. La prevalencia en España es del 0,5% lo que supondría en torno a 235.000 casos en total en nuestro país (13). La detec- ción precoz de la enfermedad resulta primordial ya que con una actuación en fases precoces de la enfer- medad se puede evitar el curso progresivo de la enfer- medad y sobre todo se pueden prevenir las secuelas invalidantes que genera la AR como consecuencia de las erosiones irreversibles (1). La detección de anti- cuerpos asociados a la AR puede ser una herramienta útil para un diagnóstico precoz y la iniciación de un tratamiento adecuado. Los resultados presentados en el presente estudio para APCC concuerdan con lo descrito en otras series (8,9,14), pero en cambio los obtenidos par el FR mos- traron una sensibilidad muy baja para utilizarse como una herramienta de diagnóstico precoz. Al establecer un elevado valor de referencia, según recomendación de la casa suministradora, la especificidad resultó mucho más elevada que lo descrito previamente (15), mientras que su sensibilidad resultó mucho más baja, dejando de forma hipotética a dos tercios de los po- tenciales pacientes con AR con resultados negativos para FR. Ante estos resultados se optó por ajustar el valor de referencia de la técnica a partir de nuestra población. Utilizando un valor de referencia adecua- do, se consiguió una sensibilidad semejante a la de los APCC, aunque con una menor especificidad tal como se recogen en otros estudios, y de esta forma el FR pasa a ser una herramienta útil para un prediagnós- tico de AR. El uso de valores de referencia adecuados y testados en nuestra población resulta indispensable para una adecuada interpretación de los resultados. La menor especificidad del FR frente a APCC se tra- duce en que se obtuvo un menor porcentaje de pa- cientes sin diagnóstico de AR, pero con anticuerpo positivo (falso positivo) para los APCC (16 %) en comparación con FR (27%). Respecto a los APCC dentro de los diagnósticos que no correspondían a AR cumpliendo los criterios de la ACR 2010, se en- cuentran otros inespecíficos como son probable AR o poliartrosis que suponen un 10 % de los pacientes. La presencia de estos anticuerpos sugiere probable- mente la denominada Artritis Indiferenciada”, por lo que es esperable que la mayoría de estos pacientes desarrollarán AR dentro de los próximos 3 años (4). Además, se observa cómo los APCC están presentes en un menor número de entidades diferentes a la AR. Esto no ocurre con el FR ya que su presencia en no diagnosticados de AR es mucho más variada, supo- niendo un porcentaje mucho más bajo (3%) de Ar- tritis Indiferenciada. Por el contrario, podemos en- contrar FR en otras patologías claramente definidas, como síndrome de Sjögren, artrosis, gonalgia mecá- nica, y lupus cutáneo. Los APCC resultas más especí- ficos para el diagnóstico de la AR que el FR. Finalmente, si tenemos en cuenta el tratamiento em- pleado para la AR, hemos de destacar que el fármaco fundamental es el MTX. Sin embargo, su uso difiere en relación con el serotipo de la AR. En casi la mitad de los individuos seropositivos se consigue controlar la enfermedad con MTX en monoterapia. Este porcentaje es mayor si tenemos en cuenta que la mayoría de estos pacientes en caso de que el MTX no sea suficiente, se le añadirá otro fármaco a este para controlar la enfer- medad. En el caso de la AR seronegativa, el porcentaje de uso del MTX disminuye hasta un 21%. Esto puede deberse a que en estos individuos se consiga controlar la enfermedad con el uso de otros inmunomodulado- res, ya que sigue un curso totalmente diferente y gene- ralmente no tiene un carácter tan agresivo como la AR seropositiva (12). Por tanto, se puede establecer que en la AR seropositiva se consigue una mejor respuesta con el MTX, ya sea en monoterapia o en combinación con otros fármacos. Por el contrario, en las AR sero- negativas el tratamiento resulta más diverso, puesto que no hay una clara predilección por ninguno de los fármacos, debiéndose emplear el que consiga controlar la enfermedad atendiendo a las características clínicas del paciente. La presencia de autoanticuerpos en la AR se asocia con una mayor utilización de MTX como tratamiento de elección. 1. Scott DL, Wolfe F, Huizinga TW. Rheumatoid arthritis. Lan- cet. 2010; 376(9746): 1094–108. DOI: 10.1016/S0140- 6736(10)60826-4 2. Van Oosterhout M, Bajema I, Levarht EWN, Toes REM, Hui- zinga TWJ, van Laar JM. 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