Revista nº 813
Hemoperitoneo recidivante | Redruello Guerrero P, et al. 206 Actual Med. 2021; 106(813): 205- 209 que acaba produciendo la rotura de un aneurisma en la arteria hepática izquierda que no presenta ninguna variante anatómica respecto a la normalidad (tipo I en la clasificación de Michels). Paciente varón de 76 años con antecedentes de hemi- colectomía derecha por adenocarcinoma de colon, hiperuricemia y fumador de 10 a 12 cigarros diarios, que acude al servicio de urgencias por malestar ge- neral, dolor epigástrico intenso, difuso acompañado de fiebre y diarrea con reactantes de fase aguda ele- vados (Proteína C Reactiva: 36.1 mg/dl; Procalcito- nina: 98 ng/ml). En la exploración ecográfica se detecta una dila- tación de la vía biliar intrahepática, colelitiasis y abscesos hepáticos en el lóbulo II secundarios a la colangitis. Es ingresado en la Unidad de Cuidados Intensi- vos (UCI) por una sepsis de origen abdominal con shock séptico por Klebsiella variicola que es trata- do con piperacilina / tazobactam. Al inicio de su estancia en UCI, presenta una litiasis biliar com- plicada en forma de colecistitis gangrenosa perforada que requiere de una colecistectomía reglada. Poste- riormente presenta un cuadro de ictericia obstructiva que precisa de una colangiopancreatografia retrogra- da endoscópica (CPRE), consiguiendo evacuar una cantidad significativa de aerobilia. Tras esta intervención, se colocan dos sistemas de drenajes (Fig. 1) en los dos hipocondrios que permi- tieron objetivar la salida de contenido hemático en los días posteriores. Ante esta situación se practicó una laparotomía exploratoria que determinó varias lesio- nes sangrantes en los segmentos II y III que precisó la realización de una lobectomía parcial izquierda. Sin embargo, ante la continua salida de sangre oxi- dada y la anemización progresiva del paciente se le realizó una endoscopia digestiva alta que no pudo evidenciar ningún punto sangrante. Días más tarde, sufre un shock hemodinámico grave. Se le realizó una tomografía computarizada abdomi- nal, la cual mostró la rotura de la arteria hepática iz- quierda a causa de un aneurisma en dicha rama. Por ello, es trasladado al hospital de referencia donde se procede a la embolización de esta arteria (Fig. 2 y 3). CASO CLÍNICO Figura 1. TC abdominal donde se identifica el sistema de drenaje tras la intervención quirúrgica para el control del sangrado.
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