Revista nº 814

Lupión Cruz, E | Alfonso X “El Sabio” 307 Actual Med. 2021; 106(814): 303- 311 el ojo izquierdo con gran dolor y como si lo fuera a perder”, con toda seguridad por su severa afectación, de la órbita y maxilar izquierdos, ya mencionada, devenida en cancerosa y la repercusión posiblemente glaucomatosa de la misma, que debían causarle gran dolor . 33 Un hecho importante, a considerar desde el punto de vista psicosomático , que manifiesta claramente esa relación dual que existe entre la psique y el soma, sería la acción terapéutica que ejercería, a lo largo de la vida del monarca, su profunda fe en la protección de la Virgen y su muy posible intercesión , ante los males que le venían afectando, como viene recogida con gran aparato testimonial, en diversos pasajes de Las Cantigas de Santa María . En general, en ese libro de Las Cantigas , un libro que Alfonso X consideraba “milagroso”, se hallan descritos numerosos episodio s 34 de la intercesión de la Virgen en la curación de diversos sujetos , incluso algunos de ellos relacionados de alguna forma con el monarca, como en la cantiga 122, en que la Virgen resucita a Berenguela, la hija de Fernando III y Beatriz de Suabia; o la curación de ésta, en la 252; o en la 221, titulada “Como Santa María guareceu en Onna al rei Don Fernando, quand’ éra meninno, dũa grand’ enfermidade que avía”, que relata la protección de la Virgen al padre de Alfonso, Fernando III, de una grave enfermedad que tuvo de pequeño, entre otras. Incluso, en la cantiga 257, en la que se refiere que el rey recibe las reliquias marianas, en una arqueta con forma de templete, parece ser una muestra de la privilegiada relación espiritual del monarca con la Virgen María . Serán especialmente algunas de las cantigas, que vienen siendo consideradas como autobiográficas , las que relatarán curaciones del monarca , que se plasman como resultado de la milagrosa intercesión de Nuestra Señora en alguno de los padecimientos del mismo, a que hemos hecho referencia. Como la tuvo lugar en Requena (relatada en la cantiga 235). Otra cantiga, la 209, relata como el monarca, afectado de severa enfermedad, en Vitoria (donde estuvo entre agosto de 1276 y marzo de 1277), a la que ya se ha hecho mención, se cura milagrosamente, mediante la colocación del libro de Las Cantigas de Santa María sobre su cuerpo ; el título de dicha cantiga resume su contenido, “Como el Rey don Afonso de Castela adoeceu en Bitoria e ouv’uha door tan grande que coidaron que morresse ende, e poseron- lle de suso o livro das Cantigas de Santa Maria, e foi guarido” . Aún se refiere otro milagro, en la cantiga 279, titulada “Como el rei pidiu mercee a Santa María que o guarecesse du˜a grand’enfermidade que avia; e ela, como sennor poderosa, guarecé-o” , en la que en el rey que la protagoniza, se puede reconocer al mismo Alfonso, y en su curación interviene igualmente la Virgen María . También en la cantiga 235, ya referida, que es más larga, y cuyo título es: «”Esta é como Santa Maria deu saude al rey don Affonso quando foi en Valadolide enfermo que foi yugado por morto” », y que narra no sólo la enfermedad del monarca, cuya índole no se cita, en esa ciudad, donde la Virgen sana al rey , afectado de “febre géeral” , poniéndole sus manos sobre el cuerpo ; sino que también relata la cantiga las enfermedades padecidas en Requena, en Montpellier y en Vitoria (reitera ésta, y aquí parece ser que se refiere a la misma de la cantiga 209), y en Valladolid. Del texto dos de las cantigas -209 y 235- se desprende eran de una gravedad tal que pusieron al monarca al borde de la muerte (en las dos ocasiones, Vitoria y Valladolid, se plasma que el rey emite “un grito de dolor” ). Además, la cantiga 235 hace referencia también a las conjuraciones de los nobles frente a Alfonso; la ejecución que ordena, sin juicio previo, de su hermano el príncipe don Fadrique -ya mencionada- y a otro noble, y la condena a su hermano Enrique; su encuentro con el papa Gregorio X en Beaucaire, en 1275, y la calurosa acogida que recibe a su regreso, recogiendo en síntesis un período de la vida del monarca, entre 1269 y 1278. Todavía podemos citar otra “milagrosa” curación, en relación a la mencionada afección citada en cantiga 367, que aconteció cuando al rey Alfonso X que se hallaba de visita en Andalucía, para ver una iglesia que allí había mandado construir, se le hincharon las piernas, “así rojas que todos pensaron que de aquel mal muy tarde sanaría” , tanto que no le cabían dentro de sus botas, y “los cueros de ellas se hendían y agua amarilla salía” , pero prosiguió su viaje por mar hacia Santa María do Porto ; y una vez que hubo llegado a su destino se organizó una oración en vísperas, yendo el rey a postrarse ante la Virgen ; y a la hora de maitines, las piernas se le deshincharon y el monarca curó. 35 Figura 3. Enfermedad de Alfonso X en Vitoria, miniatura del Libro de las Cantigas de Santa María (cantiga 209).

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