Suplemento II · Revista nº 814
102 Actual Med. 2021; 106(814). Supl2: 99- 103 Impacto en la Medicina Preventiva de la Pandemia por SARS-CoV-2 | Martínez Nogueras R, et al. S U P L E M E N T O C O V I D - 1 9 solidaridad con los demás. El fomento de la educación, sensibilización e información precisa a la población sobre las medidas de aislamiento y protección, ha sido constante. Ha sido muy beneficioso tanto para los pacientes como para el sistema sanitario la apuesta por las consultas telefónicas, que han ido calando en la población. La premura en esta puesta en funcionamiento se realizó sin que la infraestructura sanitaria haya estado preparada para esto. Actualmente, los pacientes utilizan con mucha frecuencia este tipo de consultas. Se debe de incidir especialmente en la humanización e información sobre este modo de acceso al sistema sanitario, ya que en muchas ocasiones puede motivar insatisfacción por no conocer el paciente a la persona con la que habla y sentir lejanía sobre la resolución satisfactoria de sus problemas. La formación de los profesionales sanitarios no ha sido adecuada. La incertidumbre de las medidas preventivas y asistenciales a aplicar, unido al exceso de horas de trabajo, ha impedido desarrollar una buena formación en los centros. Hay que mejorar la especialización de los profesionales en el manejo epidemiológico de esta u otras crisis. Es imprescindible el reciclaje y formación en epidemiología, realización de simulacros de manera reglada y con un número de horas acreditadas mínimo para poder formar parte de los equipos de guardia. Como se comentará en las conclusiones, esta formación debe estar liderada y coordinada por los Servicios de Medicina Preventiva y/o Epidemiología. Con respecto a las unidades de Medicina Preventiva y de Epidemiología, entendemos que se ha intentado un incremento de profesionales que en muchos casos no se ha hecho efectivo por falta de profesionales para cubrir las plazas ofertadas. Durante el transcurso de la Pandemia, ha quedado más que demostrado que la prevención debe ser la base tanto de la salud como del sistema sanitario público. Partíamos de un modelo a reformar y la Pandemia ha propiciado el inicio de una reforma urgente. Se debe destacar que esta reforma debe huir del mismo mo- delo “hospitalocéntrico” y debemos retomar la evolu- ción hacia el modelo socio-sanitario, con los matices que nos obliga a implantar la pandemia por el SARS- CoV-2. Esta no es ni será la última Pandemia a la que nos en- frentaremos. Ya sabemos que volveremos a tener otra Pandemia, con la incógnita conocida por todos, de cuando llegará y el microorganismo que la provocará. Además, nos podemos encontrar con la misma dificul- tad existente en la actualidad para tratar ese posible microorganismo que provoque la Pandemia. Así que, invirtamos en prevención; ha quedado demos- trado que es una apuesta coste-eficiente y que por lo tanto, asegurará la sostenibilidad de nuestro sistema sanitario. Según datos del Observatorio para la Sani- dad, 1 de cada 10 euros del gasto farmacéutico en 2020 se ha ido a productos contra la Covid-19. Y lo datos del Ministerio de Hacienda revelan que las Administracio- nes Públicas han dedicado 1.815 millones a esta par- tida. Esto contrasta con el dato de que España dedicó a Salud Pública en 2018, un total de 798,8 millones de euros a Salud Pública. No hay duda, debemos promover la salud y el bienes- tar y prevenir la enfermedad y preparar el sistema para prevenir y afrontar posibles amenazas globales como la actual derivada del coronavirus. Y como recoge el Dic- tamen de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados, reforzar los mecanismos de coordinación entre atención primaria, hospitalaria, dispositivos de urgencia, Salud Pública, los servicios sociales de atención primaria y los centros residenciales para garantizar la continuidad efectiva de cuidados integrales e integrados en una red de atención sociosanitaria. Tenemos que ser muy sensibles para mejorar la aten- ción sanitaria, prestando especial interés en determi- nadas áreas del mundo rural, poblaciones en riesgo y colectivos con problemas de salud específicos. Se debe desarrollar una nueva relación entre el profesional y el paciente, consolidando una salud pública robusta y efectiva ante los riesgos para la salud, incorporando la Humanización y la Seguridad del Paciente, que deben formar parte de los planes de prevención y asistencia- les que se desarrollen en los hospitales y en Atención Primaria. Desde los Servicios de Medicina Preventiva y Salud Pública hospitalaria, debemos potenciar la seguridad del paciente y la gestión de la calidad, incorporando en los cuadros de mando indicadores que reflejen las incidencias en seguridad del paciente, que permitan detectar áreas de mejora; desarrollar sistemas de in- formación coordinados con Atención Primaria y con explotación de datos que permita la toma de decisiones y fomentar la participación de los especialista de Medi- cina Preventiva, en el desarrollo de estructuras hospi- talarias novedosas que den respuesta a las necesidades actuales y futuras. Conviene comentar, que, a pesar de las mejoras eviden- ciadas, han quedado algunas pendientes de desarrollar, como mejorar la comunicación urgente de resultados desde Microbiología a los Servicio de Medicina Preven- tiva y Epidemiología. Debe ser automática y con un for- mato común para toda Andalucía. También, la mejora de los sistemas de registro, ya que existe exceso de meca- nización de datos y bases de datos, no conectadas entre ellas. Este exceso de tiempo dedicado al registro de da- tos y por otra parte también debido a la carga burocráti- ca prescindible, limita el poder dedicar tiempo a labores de estudio de zonas de mayor afectación y seguimiento CONCLUSIONES
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