Suplemento II · Revista nº 814
106 Reumatología en tiempos de Covid | Mendoza Mendoza D, et al. Actual Med. 2021; 106(814). Supl2: 104- 108 S U P L E M E N T O C O V I D - 1 9 ración progresiva, ha supuesto un retroceso en la situa- ción clínica de muchos pacientes y lo que es peor, en su calidad de vida. La fase de confinamiento estricto y la posterior de autoconfinamiento de muchos pacientes ha deteriorado su movilidad, dato perjudicial para el estado de su sistema musculoesquelético. Hay datos de que un tercio de los pacientes en tratamiento biológico percibieron un empeoramiento de su enfermedad en la fase de confinamiento (4) No podemos olvidarnos del aspecto psicológico de la situación, que al igual que ha afectado a la población general, ha sido muy relevante en el paciente crónico. En un estudio promovido desde las asociaciones de pacientes (REUMAVID) en los que se pregunta sobre el impacto en su calidad de vida, concluyen que han visto reducida su asistencia sanitaria, han aumentado los hábitos nocivos y se ha deteriorado su salud mental y bienestar. (5) En la otra cara de la moneda, el papel del reumatólogo. Como hemos comentado anteriormente, la práctica clínica de la Reumatología exige mayoritariamente presencialidad, por lo que ha sido muy compleja la adaptación a las consultas telefónicas. Ha sido difícil evaluar el estado del paciente telefónicamente y en muchos casos sin haberse realizado un control analí- tico para monitorizar la enfermedad y la seguridad de los tratamientos. Por otro lado, igual que otros médicos por toda la geo- grafía española, hemos tenido que dejar parte de la tarea asistencial de nuestra especialidad, para asistir pacientes en las plantas COVID, realizar guardias y apoyar en el área que fuese necesaria en esta situación crítica. Desde la sociedad Andaluza de Reumatología realiza- mos una encuesta entre todos los hospitales andaluces en los que hay unidades de reumatología y obtuvimos que el 100% de las unidades de Reumatología habían realizado actividad extraordinaria debido al COVID. De estas el 46 % han realizado planta COVID, el 47 % han realizado guardias de urgencias o medicina in- terna, el 17 % han pasado planta de Medicina Interna (Fig 1). Como se puede apreciar, a pesar de ser una es- pecialidad pequeña en cantidad de recursos humanos, hemos aportado mucho en la pandemia. También es importante destacar que a lo largo de las diferentes olas de la COVID-19 se han ido ensayando tratamientos con mayor o menor éxito, que eran habi- tuales para los reumatólogos La segunda fase grave de la enfermedad por CO- VID-19, que suponía muchos fallecimientos, se des- cubrió tras meses que era producida por una reacción autoinmune y se empezaron a usar tratamientos inmu- nosupresores. Corticoides, Tocilizumab (6), Anakinra y Baricitinib (7)Sarilumab (8), parecen ser eficaces para el trata- miento de Covid grave y disminuir la mortalidad, to- dos ellos bien conocidos por los reumatólogos, por lo que en el ámbito de la experiencia de uso también pudimos aportar. Figura 1.
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