Suplemento II · Revista nº 814

Pérez Milena A | El médico de familia frente a la pandemia por COVID-19 Actual Med. 2021; 106(814). Supl2: 109- 117 111 S U P L E M E N T O C O V I D - 1 9 enfermos subsidiarios de una atención más compleja 7 . La utilización de pruebas de reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (RT-PCR) o de detección antigénica de la COVID-19 ha dotado a la Atención Primaria de capacidad para realizar el diag- nóstico de la patología aguda, siendo la herramienta fundamental para el control de la enfermedad dada la amplia variedad de sintomatología que le acompa- ña 4,10 así como para la obligada notificación universal de todos los casos confirmados 2 . Pese a la pandemia, el Sistema Sanitario Público An- daluz ha seguido permitiendo a los pacientes poder elegir el ámbito de atención inicial a sus demandas. No obstante, la mayoría de la población ha elegido ser valorado por su médico de familia ante síntomas sugerentes de COVID-19 7 . Los pacientes valorados inicialmente en Atención Primaria presentaron edad, sintomatología, curso clínico y factores de vulnerabi- lidad similares a los que consultaron por primera vez y por propia voluntad en los servicios de urgencias del hospital, pero presentando como factor diferencial un menor apoyo familiar y/o social 7,11 . Los “ circuitos COVID-19” se establecieron de forma progresiva en todos los centros de salud, aunque de forma heterogé- nea en el tiempo: durante la segunda ola en Andalu- cía un 65% de los centros sanitarios disponían de una consulta exclusiva para atender los casos sospechosos de COVID-19 y en el 45% utilizaban una agenda tele- fónica dispensarizada para el seguimiento de los casos confirmados 12 . Durante la primera ola de la pandemia, cada médico de familia tuvo que valorar a nivel nacio- nal una media de 3-4 pacientes diarios con sospecha de COVID y realizar un seguimiento semanal de unos 37 pacientes con COVID confimado 13 , siendo útil el seguimiento telefónico en la mayoría de los casos 14 . DEBILIDADES AMENAZAS Falta de recursos materiales Falta de material de protección y pruebas diagnósticas, especialmente re- levante durante la primera ola. Elevada tasa de contagio, enfermedad y mortalidad en médicos de familia desmedida en relación con los países de nuestro entorno. Centros, consultorios y puntos de urgencias sin adecuada infraestructura para establecer un circuito COVID-19. Falta de recursos humanos Mala planificación de las necesidades de la población y de la sobrecarga laboral para realizar las funciones de vigilancia y control de la pandemia. Carencia de profesionales sanitarios con formación adecuada para ejercer la Medicina de Familia Contratación de personal sin experiencia MIR (según Real Decreto-ley 29/2020) que pone en riesgo la calidad de la atención y la excelencia del sistema formativo. Dificultad en la aplicación de los protocolos COVID-19 Ausencia de un criterio homogéneo para aplicar los protocolos de actua- ción contra el COVID-19 del Ministerio de Sanidad. Graves dificultades estructurales no resueltas, sobre todo en el medio ru- ral y en los puntos de urgencias. Frecuentes cambios en los protocolos con la necesidad de actualización continua mediante estudio fuera de las horas de trabajo. Falta de información a la población Insuficiente información a la población sobre cómo actuar ante síntomas de sospecha o contacto con una persona positiva. Desconocimiento general sobre la nueva gestión de las demandas en la Atención Primaria, sin otorgar la suficiente importancia a la consulta tele- fónica y las medidas de autocuidado generales. Falta de responsabilidad social para observar las medidas de seguridad, intolerancia a la incertidumbre o ante la demora de las citas médicas. Demora en la atención sanitaria Incremento de la demora en la atención, ante el enorme aumento de la demanda y debido a la falta de recursos humanos. Inexistencia de un sistema ágil de citación para casos sospechosos o con- tactos, con la consiguiente incapacidad para realizar una primera valora- ción del paciente por un profesional no sanitario y priorizar su atención. Actuación heterogénea y no coordinada de los centros de llamadas exter- nos en el seguimiento de los contactos. Tabla 1. Debilidades y amenazas para la gestión sanitaria de la COVID-19 en Atención Primaria

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