Suplemento II · Revista nº 814
COVID-19 y cirugía en Andalucía | Capitán Vallvey JM, et al. Actual Med. 2021; 106(814). Supl2: 14- 21 16 S U P L E M E N T O C O V I D - 1 9 aunque el patrón de los contagios y consumo de recursos hospitalarios hayan variado en las últimas crestas de la pandemia, han condicionado una menor repercusión sobre la actividad quirúrgica en los hospitales. Sin duda, la aplicación de las múltiples recomendaciones de las sociedades científicas e instituciones sanitarias y el mejor control clínico- epidemiológico han sido determinantes, así como la vacunación progresiva de la población. En el momento actual los métodos de prevención para la expansión del virus en pacientes quirúrgicos, contemplan diversas vertientes. Por un lado la práctica quirúrgica en pacientes Covid y, por otro, evitar la transmisión del virus a pacientes no Covid. De modo resumido las medidas preventivas contempladas, tanto en pacientes y familiares como en los profesionales podemos resumirlas en: A. Consideraciones generales La mortalidad y las complicaciones quirúrgicas son mayores en los pacientes con Covid-19, en comparación con los pacientes sin Covid-19 (7), (8), (9). Se debe insistir en la obligatoriedad de las medidas preventivas universales: uso de mascarilla quirúrgica correctamente colocada en todo el recinto hospitalario, mantenimiento de la distancia de seguridad interpersonal un mínimo de 1,5 metros cuando sea factible e higiene de manos con preparado de base alcohólica. Se deben establecer circuitos Covid y No-Covid diferenciados e independientes en cada hospital, en aquellos cuya infraestructura lo permita, de tal modo que la circulación de pacientes, familiares y profesionales, las áreas de preoperatorio y de recuperación postanestésica, de cuidados críticos quirúrgicos, de hospitalización y de consultas externas eviten la mezcla de pacientes infectados con no infectados. Se deben evitar en la medida de lo posible las exploraciones y curas que supongan un riesgo de generación de aerosoles y salpicaduras, o utilizar métodos de protección adecuados cuando haya que realizarlas. Cuando la plantilla de los Servicios lo permita, se recomienda repartir a los profesionales para la atención independiente de ambos grupos de pacientes. Se aconseja desarrollar las actividades telemáticas, como la información a familiares, teleconsultas, reuniones, cambios de guardia, entrega de resultados, etc. B. Cirugía electiva B1. Despistaje de infección activa en pacientes previo al procedimiento quirúrgico: - Todos los pacientes programados para cirugía deben someterse a un despistaje previo de infección activa. - Se debe realizar un cribado clínico-epidemiológico entre 10 y 14 días, y repetirlo a las 72 horas previas a la intervención. - Se debe realizar el despistaje de infección activa por SARS-CoV-2 mediante una PCR en una muestra nasofaríngea en las 72 horas previas a la intervención. - En la actualidad no se considerarán para la confirmación del diagnóstico de infección activa los resultados de ningún tipo de pruebas serológicas. Tampoco las pruebas de autodiagnóstico serán consideradas para el diagnóstico de confirmación de infección activa ni en personas con síntomas ni en asintomáticos. Los resultados positivos en estas pruebas se consideran como casos sospechosos (10), (11). - El paciente y familiares deben mantener de forma rigurosa las medidas de distanciamiento desde el día de la realización de la PCR preoperatoria hasta la fecha de la cirugía. B2. Aspectos organizativos: - En los pacientes con PCR positiva, o en casos de presentar sintomatología sospechosa de infección por SARS-CoV-2, se pospondrá la intervención quirúrgica. La Asociación Española de Cirugía Mayor Ambulatoria recomienda una demora de al menos durante 2-3 semanas (12). La Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor recomienda en los pacientes con PCR positiva, o en casos de presentar sintomatología sospechosa de infección por SARS-CoV-2, posponer la intervención al menos 7 semanas tras la infección por SARS-CoV2. En aquellos que sigan sintomáticos más allá de la 7ª semana la cirugía debe posponerse todavía más (13). Un estudio reciente liderado en Birmingham por la CovidSurg Collaborative GlobalSurg and Collaborative NIHR Global Health Research Unit on Global Surgery aporta datos tras el análisis de aproximadamente 140.000 pacientes pertenecientes a 1.600 hospitales distribuidos por 116 países. Concluyen por un lado que las intervenciones realizadas en las primeras 6 semanas tras la infección por SARS-CoV2 aumentan la mortalidad tres veces más en el primer mes y de complicaciones pulmonares respecto a los pacientes no infectados. Y por otro lado que las intervenciones PREVENCIÓN EN PACIENTES QUIRÚRGICOS
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