Suplemento II · Revista nº 814

28 COVID-19 y embarazo | Suárez Arana M, et al. Actual Med. 2021; 106(814). Supl2: 27- 38 S U P L E M E N T O C O V I D - 1 9 El 31 de diciembre de 2019, la Comisión Municipal de Salud y Sanidad de Wuhan (provincia de Hubei, China) informó sobre un grupo de 27 casos de neumonía de etiología desconocida, con una exposición común a un mercado mayorista de marisco, pescado y animales vivos en la ciudad de Wuhan, incluyendo siete casos graves. El primer caso empezó con fiebre, tos seca, disnea y hallazgos radiológicos de infiltrados pulmonares bilaterales el 8 de diciembre de 2019. El 7 de enero de 2020, las autoridades chinas identificaron como agente causante del brote un nuevo tipo de virus de la familia Coronaviridae que posteriormente ha sido denominado SARS-CoV-2. La enfermedad causada por este nuevo virus se ha denominado por consenso internacional COVID-19. Este coronavirus se ha ido transmitiendo persona a persona de forma rápida hasta producir la pandemia mundial en la que nos encontramos en la actualidad declarada por la OMS el 11 de marzo de 2020. La OMS ofrece una información actualizada acerca del número de casos y fallecidos a través de su web. En España, los datos son actualizados diariamente por el Ministerio de Sanidad, con información actualizada también en su página web. Es ampliamente conocido que aunque durante el embarazo las mujeres no son necesariamente más susceptibles a enfermedades virales, los cambios en su sistema inmunitario pueden asociarse con síntomas más severos. Este efecto está especialmente acentuado al final del embarazo. Síntomas más severos tales como la neumonía y la hipoxia marcada han sido descritos en la COVID-19 de personas mayores, inmunodeprimidos y aquellos con patología crónica tales como diabetes mellitus , hipertensión arterial, cáncer o enfermedad pulmonar crónica. Estos mismos síntomas podrán ocurrir en gestantes y, por ello, deberán ser diagnosticados y tratados precozmente. Hemos elaborado el presente documento fruto de la revisión bibliográfica y el consenso de un grupo de profesionales de la comunidad autónoma andaluza. El principal mecanismo de transmisión de SARS –CoV-2 es la transmisión horizontal directamente, indirectamente o por contacto estrecho con personas infectadas a través de secreciones, tales como saliva o gotas que se expelen mientras se habla, tose o estornuda (1) De particular interés es la habilidad para transmitir el virus a través de otros fluidos. Virus activos se han encontrado en muestras fecales y evidencia de ARN viral ha sido observada en sangre y orina. Pero hasta la fecha no se ha reportado transmisión por estas vías (2)(3). La transmisión de madre a hijo (vertical) ha sido objeto de intenso escrutinio y pueden ser categorizadas como intrauterina/congénita, intraparto, o postnatal (4). A día de hoy se han descrito en la literatura casos de transmisión transplacentaria aunque estos son escasos (5,6). Bwire el al (7) recopilaron los datos que datos analizados en 205 recién nacidos de madres positivas para COVID-19 y encontraron que el 6.3% de los recién nacidos estaban infectados. Esta transmisión se encontró tanto en recién nacidos a término como en pretérmino y en partos vaginales y cesáreas. Estos resultados se han encontrado en otras revisiones que han concluido que la infección neonatal por COVID-19 es poco común, casi nunca sintomática, y que la tasa de infección no es mayor cuando el parto es vaginal, con lactancia materna o cuando se permite el contacto con la madre (8,9). Los estudios actuales están centrados en investigar la vía horizontal así como la transmisión a través de la lactancia materna. Mientras la transmisión horizontal está bien caracterizada el papel que juega la leche materna no está del todo dilucidado. A día de hoy, en la literatura, no se han confirmado casos de transmisión postnatal a través de la leche materna. Aunque un estudió reciente no ha detectado SARS-COV-2 en mujeres con síntomas moderados de COVID (10), algunos estudios anteriores si detectaron ARN viral de SARS-CoV-2 en leche materna (11-19). En ninguno de estos casos hubo evidencia de que el virus estuviese completo o activo. En un primer estudio, las manifestaciones clínicas, las alteraciones de laboratorio y radiológicas de las gestantes afectas por COVID-19 no parecen diferir del resto de la población, tal y como sugiere la serie descrita por la OMS, de 147 mujeres en China, en la que se describe afectación grave en un 8% y crítica en un 1% de los casos. De forma general, se describen en la mujer embarazada con COVID-19 en el tercer trimestre, por orden de mayor a menor frecuencia, fiebre, tos, disnea, diarrea, mialgias y dolor de garganta. En los resultados analíticos se observó linfopenia y elevación de proteína C reactiva. Los datos provenientes de la base de datos RED Covid -19 SEGO muestran resultados similares en las gestantes españolas. Se ha realizado a través de la base de datos española creada por el Grupo Español de Emergencias Obstétricas un estudio observacional prospectivo en 78 centros con una cohorte de 1347 gestantes con PCR positiva para SARS-CoV-2 registradas entre Febrero y Noviembre de 2020. Las gestantes estudiadas muestran una clínica INTRODUCCIÓN MECANISMO DE TRANSMISIÓN DE SARS- COV-2 EN GESTANTES EFECTOS DEL COVID-19 EN GESTANTES

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