Suplemento II · Revista nº 814
91 Gamboa Antiñolo FM | La pandemia Covid desde la atención paliativa Actual Med. 2021; 106(814). Supl2: 89- 92 S U P L E M E N T O C O V I D - 1 9 complejidad, estamos capacitados y disponibles para cuidar, apoyar y acompañar a las personas que sufren. Creemos que esta es una misión de toda la sociedad, a todos nos debe preocupar el alivio del sufrimiento. Para ello, es preciso instaurar una formación adecuada de los profesionales y dotar del tiempo necesario para atender a las necesidades físicas, emocionales, sociales y espirituales de la persona enferma y a su familia, y adecuar los recursos en atención primaria y en hospitalaria, y en los centros sociosanitarios, para que los pacientes no sean insuficientemente atendidos o abandonados. Es necesario cuidar al otro, en su vulnerabilidad y fragilidad, de forma equitativa, integral, multidimensional e interdiscipinar en una apuesta por la cultura de la vida, y desde la atención paliativa: queremos y sabemos hacerlo. (5) Frente a los principios del proceso de triaje en catástrofes, donde los pacientes con expectativa de vida más corta no deben ser atendidos, los pacientes con necesidad de Cuidados Paliativos precisan una atención continuada que garantice su confort. Es decir que a los pacientes gravemente enfermos y sus familias se les debe proporcionar atención paliativa durante todo el proceso para evitar sentirse abandonados por el sistema. (6). Deben estar acompañados, y esta crisis sanitaria sin precedentes está imposibilitando que los familiares y amigos puedan realizar los cierres y ritos de despedida tan importantes para que favorezcan una buena elaboración del duelo. Es necesario adaptarnos a las limitaciones que esta situación nos impone y asumir la frustración que esta nos genera. Esta capacidad de asumir la impotencia será clave en la correcta elaboración de nuestro duelo y en la cicatrización de la futura herida. (7,8) Los desafíos éticos en la atención médica son comunes incluso en condiciones normales porque la atención médica responde al sufrimiento humano. Una emergencia de salud pública, como la epidemia Covid 19 ha interrumpido los procesos normales de atención. Debe mantenerse en equilibrio el deber de cuidado que requiere fidelidad al paciente, el alivio del sufrimiento y el respeto de los derechos y preferencias de los pacientes, los deberes de promover la igualdad moral de las personas y la equidad que generan deberes subsidiarios para promover la seguridad pública, proteger la salud de la comunidad y asignar de manera justa recursos limitados. También se deben tomar decisiones en relación con la escasez de personal, espacio y suministros, y el deber de salvaguardar y proteger a las poblaciones vulnerables que, en medio del deterioro de las condiciones ambientales, pueden estar en mayor riesgo de daños. No se debe abusar del principio de precaución, utilizando el «caos» como excusa para la toma de decisiones apresuradas y no basadas en la evidencia. (9) El desperdicio de recursos y la falta de proporcionalidad de actuación ocurren, en parte, cuando las administraciones trabajan de manera descoordinada e ineficiente, organizando cada una de ellas (a todos los niveles) las mismas acciones, editando los mismos comunicados, o reuniendo a expertos para el mismo fin. Esta falta de mecanismos de cooperación ha llegado a producir el despilfarro de recursos en estas situaciones. Un aspecto característico del sistema sanitario español es su organización casi federal, lo que da ventajas en las crisis locales o regionales, pero exige una coordinación efectiva ante emergencias de salud pública que no está claramente delimitada con la actual estructura del Estado. Por tanto, cabe establecer mecanismos de coordinación que no dependan únicamente del buen entendimiento de las partes implicadas. (10) El sistema de salud requerirá nuevas inversiones, cambios organizacionales, procedimientos más eficientes, pero eso no será suficiente. Un sistema sanitario bien financiado y organizado es una condición necesaria pero no suficiente, necesitamos médicos y pacientes virtuosos. Necesitamos pensar con cuidado qué aspectos de la “vieja normalidad” debemos preservar y cuáles otros debemos cambiar, para trabajar por el desarrollo de virtudes en la práctica médica. (2,11,12). Todos estamos llamados a hacer nuestra parte. Mitigar las consecuencias de la crisis implica renunciar a la noción de que “la ayuda vendrá del gobierno”. La solidaridad conlleva la responsabilidad hacia el otro que está en una situación de necesidad, que se basa en el reconocimiento de que, como sujeto humano dotado de dignidad, cada persona es un fin en sí mismo, no un medio. (1) Estamos llamados a una actitud de esperanza, más allá del efecto paralizante que ha traído la pandemia. El desarrollo adecuado de la atención paliativa (el personal, el tiempo y la formación necesarios) como una respuesta eficaz frente al sufrimiento, es una oportunidad que no podemos dejar escapar. 1. Pontificia Academia para la Vida. Humana Communitas en la era de la Pandemia.2020. Consultado 1 de Septiembre 2021: http://www.academyforlife.va/content/dam/pav/ documenti%20pdf/2020/Nota%20Covid19%2022%20lu- glio/testo%20pdf/HUMANA%20COMMUNITAS%20EN%20 LA%20ERA%20DE%20LA%20PANDEMIA%20ESP.pdf 2. Montaño Barrientos A. Tras los aplausos MANIFIESTO SO- BRE LA ATENCIÓN PRIMARIA EN LA ERA POST-COVID-19 Revista “Bioética y Ciencias de la Salud” Vol. 8 (2) 2020. Consultado 1 de Septiembre 2021: https://saib.es/tras- los-aplausos-manifiesto-sobre-la-atencion-primaria-en- la-era-post-covid-19/) 3. Gamboa-Antiñolo, FM. Comorbidity, clinical complexity and palliative care. Intern Emerg Med 15, 557–558 (2020). ht- tps://doi.org/10.1007/s11739-020-02317-z 4. Comunicado de Secpal y Aecpal ante la ley orgánica de regulación de la eutanasia 2021. Consultado 1 de Sep- tiembre 2021: https://www.secpal.com/Comunica- do-de-SECPAL-y-AECPAL-ante-la-ley-organica-de-regula- cion-de-la-eutanasia REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
RkJQdWJsaXNoZXIy ODI4MTE=