Revista nº 815

Tratamiento y prevención de COVID-19 | Casas-Maldonado, F 46 Actual Med.2022;107(815):39- 50 La carga viral de SARS-CoV-2 se ha identificado como un marcador pronóstico independiente de mortalidad en una cohorte hospitalaria de 1145 pacientes, con un aumento de 7% del riesgo por cada aumento un logaritmo en base 10 del número de copias/mL (26). La tasa de mortalidad en aquellos que requieren hospitalización varía entre el 5% y el 25%. En un estudio de 2741 pacientes hospitalizados (27), el 24% murió y el 27% requirió cuidados intensivos, de los cuales el 60% falleció. Se han definido los factores de riesgo de hospitalización y mortalidad (28,29). En pacientes hospitalizados, la herramienta de predicción del riesgo ISARIC (International Severe Acute Respiratory and Emerging Infection Consortium) incorpora como factores de riesgo de mortalidad el aumento de la edad, el sexo masculino, el número de comorbilidades, el aumento de la frecuencia respiratoria, las saturaciones de oxígeno, la escala de coma de Glasgow, la urea y la proteína C reactiva (28). Las alteraciones analíticas que se han asociado a peor pronóstico incluyen: linfopenia, elevación de enzimas hepáticas, de LDH (lactato deshidrogenasa), de marcadores inflamatorios como la proteína C reactiva y ferritina, de dímero D, de troponina y de CPK (creatininfosfoquinasa), tiempo de protrombina alargado y daño renal agudo (30). También se han observado alteraciones en las pruebas de coagulación, con un estado de hipercoagulabilidad que condiciona tendencia a la trombosis. Una secuela bien descrita tras un cuadro de COVID-19 es el desarrollo de fibrosis pulmonar. El daño agudo favorece el depósito de material hialino en las membranas alveolares y en una fase posterior los pulmones presentan depósito de fibrina e infiltración de células inflamatorias y fibroblastos que inducen fibrosis pulmonar. Dos estudios han observado la presencia de fibrosis tras COVID-19 en alrededor del 40% de los pacientes. En ambos estudios, los casos con fibrosis fueron los que tuvieron clínica más grave, mayor afectación pulmonar y edad avanzada (31, 32). Sin embargo, es aún pronto para determinar si estos hallazgos se podrán resolver con el tiempo o si progresarán a fibrosis pulmonar crónica. En otra serie de 110 casos, se observó deterioro en las pruebas de función pulmonar, sobre todo en la capacidad de difusión del monóxido de carbono a las 4-6 semanas desde el inicio de síntomas que observaron en el 47% de los casos (33). Prevalencia España (%) Global (%) UCI (%) Fallecidos (%) Enfermedad cardiovascular 11,06a 28,5d 40d 61 d EPOC 11,17a 11,6d 14d 22 d Diabetes mellitus 9,72a 17,7d 28d 35 d HTA 27,9b 12,9e 9,4e 22e IRC 9,60a 2,62e 1,61e 4,07e Cáncer 3,29a 3,29e 2,33e 4,12e Enfermedad neurológica 1,71a 1,94e 1,05e 4,03e Enfermedad hepática 0,7a 0,89e 0,85e 0,85e Inmunodepresión ND 0,22f ND ND Tabla 3 . Prevalencia de factores de riesgo en población general y casos de COVID-19 totales, hospitalizados, que requirieron ingreso en UCI y fallecidos, notificados en España a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SiViEs). EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; HTA: hipertensión arterial; IRC: insuficiencia renal crónica; Modificada de: Ministerio de Sanidad. Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Información clínica COVID-19. Actualización, 25 de marzo 2021- https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov/documentos/Documento_CLINICA.pdf

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