Revista nº 816
Barajas Pineda LT, et al. | Exposición solar y educación física 81 Actual Med.2022;107(816):77- 83 DISCUSIONES El objetivo de la presente investigación fue, identificar los hábitos de exposición solar y conocimientos del cuidado de la piel de profesionales de la educación física en México. Como primer encuentro de discusión, se pone de manifiesto que la mayoría de los encuestados no reportan quemaduras solares de gravedad o con repercusiones en su salud, independientemente del sexo, altitud en donde laboran, antigüedad, así como la cantidad de horas expuestas a los RUV, a diferencia de los otros estudios desarrollados con la misma profesión (12,25). Sin embargo, los profesionales de Educación Física representan una población que se expone crónicamente a los RUV, en este caso, los docentes laboran en horarios de alto y muy alto riesgo (9:00 a las 12:59 h) y de riesgo extremo (13:00 a las 15:00 h) de acuerdo con la clasificación de Bureau of Meteorology , por lo que, los sujetos evaluados tienen una alta probabilidad de padecer problema cutáneo, no obstante, se requieren datos longitudinales para poder llegar a comprobar esa hipótesis. En relación con la indumentaria que emplean los docentes para protegerse de los RUV, la mayor parte (86.3 %) refirió usar camisa manga corta mientras que un mínimo de ellos hace uso de camisa manga larga y lentes solares (15.3%), así como, de gorra o visera (38.2%). El uso de prendas de vestir para protegerse de la RUV es indispensable, por ello desde el 2004 se ha reportado el inadecuado y poco uso de gorras, lentes de sol y sudaderas de los PEF mexicanos como indumentaria preventiva (30). En este mismo sentido, hallazgos similares fueron encontrados en el presente estudio. De continuar con esta tendencia y hábitos, los PEF tendrán mayores probabilidades de padecer lesiones en la piel como enrojecimiento, vasodilatación cutánea, inmunosupresión, estrés oxidativo y fotoenvejecimiento (33). La mayoría reportó no sufrir quemaduras solares, se debe precisar que no fueron diagnosticados por un médico dermatólogo; sin embargo, los que, si manifestaron quemaduras, las ubicaron en la cara, brazos, espalda y cuello. Estos resultados concuerdan con los reportados en las mismas zonas corporales, concentrándose mayoritariamente en rostro en docentes costarricenses, quienes si fueron valorados por médico dermatólogo (25). Sobre el uso de cremas y/o productos para la protección de RUV, el 19.1 % de los PEF reportaron una frecuencia de uso de 1 a 2 veces al día. Al respecto, el uso frecuente de crema de protección solar no garantiza evitar quemaduras solares, pues se ha reportado que aun cuando se usa con mayor frecuencia también estos mismos sujetos padecen de quemaduras solares, sobre todo las PEF del sexo femenino (13). Por lo tanto, además de identificar la frecuencia de uso o no de la crema de protección solar, se debe garantizar un proceso pedagógico que considere el modo de aplicación, seguir las recomendaciones de los especialistas y atender las indicaciones del fabricante del producto seleccionado, pues su uso tendría una mayor influencia en el sentido de la protección. Al respecto, el Sun Protecion Factor Test Method , en 1977 clasificaron el nivel de fotoprotección de las cremas de protección solar considerando diferentes clasificaciones: a) bajo: 2, 4 y 6, b) medio: 8, 10 y 12, c) alto: 15, 20 y 25, d) muy alto: 30, 40 y 50, y e) ultra protección: > +50 (5). En lo respectivo a lo anterior, la recomendación de la OMS (Organización Mundial de la Salud) (6), es utilizar en creme y/o protectores de RUV en abundancia y de manera frecuente niveles >15. Es debido a los resultados que se vuelve alarmante el hallazgo de que los PEF mexicanos en su gran mayoría no usan como opción de protección la crema de protección solar. Al parecer esta es unan constante en este grupo de población pues desde el 2004 se ha reportado que un porcentaje mínimo en cuanto a la frecuencia de uso de cremas de protección solar (30), quedando por determinar la epidemiología longitudinal de las lesiones cutáneas en este grupo laboral. La piel es el órgano que mayor suele ser afectado por la RUV, es por ello, que debe de protegerse de forma adecuada y mantenerse humectada. Al respecto, el fototipo cutáneo de los PEF encuestados en atención a la clasificación de Fitzpatrick (31) en su mayoría fue del tipo VI (64.9%), de tipo II (28.2%) y de tipo IV (6.9%). Si bien, las personas con piel tipo IV y VI poseen una protección natural superior al tipo II derivado de la melanina, ésta se va perdiendo con el paso de los años, siendo herencia genética en constante equilibrio entre la cantidad y la reparación de las células en la epidermis (5). En este sentido, aun cuando en el presente estudio los docentes de mayor edad no presentaron mayores problemas de salud en la piel, se debe considerar las recomendaciones del cuidado de la piel realizada por la OMS (Organización Mundial de la Salud), dentro de las que se destacan, uso de gafas de sol, sombrero ancho, camisa con mangas largas y la aplicación frecuente de crema de protección solar con factor >15 (6,32). La incidencia de lesiones por RUV, como lo es el melanoma cutáneo está en constante aumento desde hace varias décadas, con 10 casos nuevos por 100.000 habitantes, y se sabe que su principal factor de riesgo es la exposición solar prolongada (34). A pesar de que el cáncer de piel aun no es considerado un problema de salud pública, y que en la encuesta utilizada en el presente estudio los resultados no fueron alarmantes, se debe de promover el cuidado de la piel, pues se logró identificar a dos PEF con diagnóstico médico de melanoma y cáncer basocelular. Estos resultados son similares a los encontrados en PEF costarricenses, pues una persona manifestó padecer carcinoma basocelular de
RkJQdWJsaXNoZXIy ODI4MTE=