Revista nº 816
EL DESEO DE ADELANTAR LA MUERTE, ¿SABEMOS LOS INTERNISTAS CÓMO ACTUAR? THE DESIRE TO HASTEN DEATH, DO WE INTERNISTS KNOW HOW TO ACT? Vargas Tirado, Macarena del Carmen 1 1. Medicina Interna. Equipo de Soporte Hospitalario. Hospital General de Villalba. Madrid. Recibido: 08/07/2022 | Revisado: 17/09/2022 | Aceptado: 24/11/2022 DOI:10.15568/am.2022.816. ami01 Aula de Medicina Interna Actual Med.2022;107(816):137- 138 Mucho antes de la publicación de la Ley Orgánica 3/2021 de regulación de la eutanasia, los médicos habíamos escuchado de nuestros pacientes la siguiente afirmación: “doctor, me quiero morir”. El deseo de adelantar la muerte (DAM, o WTHD por sus siglas en inglés) ha existido siempre en nuestra práctica clínica diaria y, ahora más que nunca, necesita que estemos preparados para darle respuesta . El DAM se identifica erróneamente con la petición de eutanasia , pero ¿es lo mismo DAM y eutanasia? Se define como una reacción frente al sufrimiento y no deja de ser un grito de ayuda, una llamada de auxilio . La persona que lo sufre no encuentra otra salida más que la muerte para acabar con su sufrimiento. Por tanto, para responder adecuadamente, hay que comprender cómo se desencadena el sufrimiento del paciente. Nace cuando la enfermedad, entendida como una amenaza, supera a los recursos de los que la persona dispone para hacerle frente. En consecuencia, una respuesta adecuada supone decantar la balanza en favor de los recursos, y son éstos los que los médicos debemos de buscar para atender a los pacientes que solicitan adelantar su muerte. Las razones por los que una persona manifiesta su DAM son muy diversas. En primer lugar, tenemos las razones físicas. Son las que los médicos identificamos con mayor facilidad, dado que hacen referencia a síntomas o signos que estamos más acostumbrados a explorar, como el dolor o la disnea. Ahora bien, no sólo los síntomas actuales, también los síntomas futuros que el paciente cree que padecerá. En segundo lugar, se encuentran las razones psicológicas, como la tristeza o la ansiedad. En tercer lugar, las razones sociales, que juegan un papel relevante en las peticiones del DAM. Disponer de recursos sociales suficientes, puede marcar la diferencia en la balanza de amenaza/recursos. A este respecto, existe un motivo frecuente para solicitarlo, que es el sentimiento de carga. Cuántas veces habremos escuchado de nuestros pacientes; “soy una carga para mi familia, estarían mejor si yo no estuviera aquí”. Finalmente, las razones menos conocidas, pero no por ello menos importantes, las espirituales, que tratan sobre el sentido de la vida. Cada una de las personas que está leyendo este artículo tiene el suyo propio. La enfermedad golpea duramente en lo más profundo del ser humano, pudiendo afectar a aquello que consideramos da significado a nuestro vivir. Esta pérdida de orientación en el camino de la vida se ha relacionado directamente con el DAM, y es mucho más difícil de reconducir que un síntoma físico. Pongamos algún ejemplo que observamos con frecuencia en la práctica clínica. Un paciente anciano que, a sus 85 años, se mantenía activo, independiente, autónomo, es diagnosticado de un cáncer metastásico con opción solo a tratamiento paliativo. Este paciente se encuentra con que tiene que enfrentarse al cansancio, la fragilidad, la dependencia. Ahora sus familiares tienen que ayudarle en el aseo, ya no puede caminar solo. Sentirse válido es lo que daba sentido a su vida. Entiende que de esta forma no desea seguir viviendo. Todo ello nos conduce a una reflexión interesante; no es que el paciente quiera morir, sino que en realidad lo que quiere es vivir, pero no así . Responder al cuadro examinado, nos coloca en una conversación difícil. Supone dedicarle tiempo, un tiempo del que no siempre se dispone. Si queremos abordarlo adecuadamente, no podemos interrumpir al paciente ni ir con prisas, sino escucharle, dejarle hablar, practicar una escucha activa. Existe la falsa creencia de que hablar de la muerte elimina la esperanza. Pero incluso en el final de la vida existe la esperanza, la esperanza de poder aliviar en la medida de lo posible el sufrimiento. Una forma de aliviar el
RkJQdWJsaXNoZXIy ODI4MTE=