Revista nº 818

49 Díez García LF. | La Medicina Interna del pasado, presente y futuro Actual Med.2024;109(818):45- 49 Uno de los mayores desafíos para la Medicina In- terna será afrontar con éxito la relación con las En- fermedades Infecciosas en los próximos años. La Medicina Interna reconoce la necesidad de contar con médicos expertos en enfermedades infeccio- sas y su acreditación como tales con un Diploma de Área de Capacitación Específica en Enfermeda- des Infecciosas, que se conseguiría tras un entre- namiento específico tras la finalización de la resi- dencia de Medicina Interna. Sin embargo, muchos internistas, autodenominados “infectólogos”, están luchando desde hace años por su reconocimiento como una especialidad diferenciada e independien- te total de la Medicina Interna. De nuevo la rueda de la historia, parece llevarnos al mismo sitio que a mediados del pasado siglo, cuando las especiali- dades médicas se separaron de la Medicina Interna. La creación de una especialidad propia de enferme- dades infecciosas (como puede ser la Reumatología o la Endocrinología), con un programa de forma- ción diferenciado, sin un programa de formación troncal común, desgajará para siempre de la Me- dicina Interna a un grupo numeroso de internis- tas que podrían suponer hasta 1/3 del total, muy activos y de gran prestigio profesional. Si eso llega a ocurrir y en mi opinión eso depende en la ac- tualidad de que una mayoría política lo apoye, la fractura será muy dolorosa para ambas partes; los conflictos por la cartera de servicios, por los re- cursos humanos (plantillas, OPE), por la captación de residentes... serán numerosos y probablemente ambas partes perderán en tamaño y prestigio. No soy optimista respecto a esta cuestión pues creo que es muy probable que ocurra. Sin embargo también creo que la Medicina Interna debe afrontar el de- safío con valentía, asumiendo que la atención a las enfermedades infecciosas estará siempre en el cora- zón de su quehacer médico y cartera de servicios, con o sin especialidad de enfermedades infecciosas, y que por tanto seguirá siendo la especialidad que liderará la atención de las infecciones en los hos- pitales comarcales y la mayoría de las infecciones más comunes en los hospitales grandes como lo es en la actualidad. Y habrá que aprender a convivir/ colaborar/disputar el papel de la Medicina Interna general en esa área como se ha hecho en los últimos años, con éxito, en otros campos como la insufi- ciencia cardiaca, diabetes, riesgo vascular, EPOC…. También son crónicos nuestros problemas con la Geriatría (especialmente en Andalucía), los Cuida- dos Paliativos o las Urgencias. Aunque no suponen una amenaza de la envergadura de las “Enferme- dades infecciosas” sí creo que la Medicina Interna, como organización, debería tener un papel más ac- tivo y militante y agresivo frente al poder políti- co para seguir reivindicando estos espacios para la Medicina Interna. La Medicina Interna también debe enfrentarse en los próximos años a un relevo generacional acelera- do. Asegurar su futuro dependerá de conseguir que las nuevas generaciones de médicos elijan ser in- ternistas y ello implica estimular esa elección des- de las Facultades de Medicina incrementando, de manera atractiva, la presencia del generalismo en los programas de Medicina y escuchando las prefe- rencias y expectativas de las nuevas generaciones de médicos. Respecto al futuro laboral de los internis- tas también soy optimista. Según el Informe sobre Oferta-Necesidad de Especialistas Médicos en Es- paña para los años 2021-2035 de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria “harán falta menos pe- diatras y más especialistas que traten enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento y a pacientes pluripatológicos complejos y la Medicina de Fami- lia y la Medicina Interna serán piezas, más esencia- les si cabe, del Sistema Sanitario”. Los hospitales del futuro, según un proyecto de la SEMI y la fundación IMAS “deberá asegurar una asistencia sanitaria centrada en el paciente e integrarse en una Red de Servicios que garantice la continuidad y la integra- lidad de la asistencia desarrollando programas de atención sistémática al paciente crónico complejo”. En este escenario, las competencias y habilidades de los internistas seguirán siendo imprescindibles y los residentes de Medicina Interna actuales serán la garantía de un futuro brillante para la especialidad, manteniendo los valores de la misma, con el “orgu- llo de ser internistas”. CONFLICTO DE INTERESES El autor/a de este artículo declara no tener ningún tipo de conflicto de intereses respecto a lo expuesto en el presente trabajo. Si desea citar nuestro artículo: Díez García LF. La Medicina Interna del pasado, pre- sente y futuro. Actual Med.2024;109(818):45- 49. DOI:10.15568/am.2024.818. ami01

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