Revista nº 819
Oxigenación tras acceso a la vía aerea | Montes Valverde I, et al. 92 Actual Med.2024;109(819):86-94 con la oxigenoterapia convencional (26). Cabe resal- tar que al menos un estudio realizado en el hospital Saint Eloi vio que una combinación de la VMNI jun- to a la oxigenoterapia apneica dio mejores resultados que con el empleo exclusivo de la VMNI, no presen- tando ningún caso dehipoxemia severa en una mues- tra de 25 pacientes en comparación a los 5 descensos que se registraron en una muestra de 24 en los que se usó VMNI (27). Esto hace pensar que la respuesta a una mejora en la oxigenación radica en una combina- ción de la metodología existente. Por otra parte, debemos de tener en cuenta que la oxi- genoterapia apneica puede representar una mejor al- ternativa ante pacientes con comorbilidades prevalen- tes en la población general. Un ejemplo de ello sería un estudio realizado en la Universidad de Texas (28), que comprobó que una oxigenoterapia apneica con la administración de un flujo de 15 L/min ayudó a man- tener unos niveles de SatO alrededor de 95% durante una media de 265 segundos en pacientes que padecían obesidad, con mejores resultados que en pacientes en los que no se empleó esta técnica. Otro de los aspectos importantes para analizar es la variable edad, la cual no parece haber tenido un im- pacto pronunciado con respecto a la oxigenación en los pacientes de nuestro estudio. Dentro de la franja de edad comprendida entre los 60 y 80 años, sólo han habido 4 episodios de desaturación significati- va (21,05%). Es interesante destacar cómo la franja de mayor edad (70-80 años) no registra ningún epi- sodio de desaturación grave, estando circunscritos los descensos más graves en la franja de pacientes de entre 40 y 50 años (3, un 15,79%). Consideran- do que estos pacientes también son aquellos con las patologías que presentaban un descenso más mar- cado, se puede asociar dicha bajada a su situación patológica y a la metodología empleada para la oxi- genación más que a la edad. Cabe resaltar que la oxigenoterapia utilizada en los pacientes de edad avanzada, sobre todo en aquellos con patologías respiratorias, varía según la edad y enfermedad, algo recogido en un artículo publicado por David P. Breen que recoge las distintas oxigenoterapias dis- ponibles y las patologías que requieren de su uso en este colectivo, así que la edad es un factor a tener en cuenta dependiendo del tipo de metodología que se considere utilizar (29). Otra de las variables analizadas es la dificultad para el acceso a la VA definida mediante el empleo de la Escala Cormack-Lahene. En los pacientes en los cuales se ha realizado la valoración de esta escala, la relación con respecto a la efectividad de la oxige- nación no parece extremadamente relevante, lo cual es un dato llamativo ya que, a mayor dificultad de acceso a la VA, mayor probabilidad de desaturación debería de existir. Si bien un paciente que presen- taba una valoración de la escala Cormack-Lahene grado III presentó una desaturación grave, este mismo paciente presentaba un coma metabólico, patología que podría estar relacionada con el epi- sodio descrito. El resto de pacientes no han pre- sentado ningún descenso significativo. Estos resul- tados podrían ser explicados por la realización de una técnica adecuada de preoxigenación y de SIAR para el aislamiento de la VA. Cabe resaltar que aquí probablemente esté influyendo el tamaño muestral sobre los resultados, ya que un estudio realizado en el Hospital Universitario de Santiago de Compos- tela determinó que, en una muestra de 360 pacien- tes, en aquellos en los que había peor visión glótica (Cormack-Lehane III-IV) hubo más dificultad en la IOT y bajadas de los niveles de SatO2 a valores de hipoxemia moderada/grave (30). Por tanto, pode- mos determinar que, si bien en nuestro estudio no parece haber tenido mucha influencia, un aumento del tamaño muestral podría condicionar unos re- sultados diferentes. Es importante analizar el tipo de SIAR utilizado en función de los principios activos que se han em- pleado para dicha técnica. En los 12 pacientes en los que se ha utilizado la SIAR I, se han registrado descensos de la SatO en un 21,05%. En los pacien- tes en los que se ha utilizado el SIAR II, se ha pro- ducido una caída de la saturación en un 15,79% y no ha habido ninguna caída significativa de la SatO en el paciente en el que se ha utilizado el SIAR III. Necesitaríamos una mayor muestra para valorar si la farmacología empleada presentan algún tipo de influencia en el proceso de desaturación de los pa- cientes pero basándonos exclusivamente en nuestra muestra parece que la causa primordial sigue sien- do la patología del paciente, algo apoyado en un estudio promovido por la Universidad de Copenha- gue en Dinamarca que comparó la eficacia de dos de los sedantes utilizados (ketamina y etomidato), no existiendo diferencias en los resultados obtenidos (31). También hay que considerar que las limitacio- nes con respecto a la farmacología empleada están recogidas en la literatura, algo que nos muestra un estudio de análisis realizado por Joanna L. Stollings de Estados Unidos, que apoya nuestra afirmación al recoger la variabilidad en las indicaciones y con- traindicaciones de todos los fármacos que pueden constituir una pauta de SIAR (32). Por todo lo anteriormente descrito y siendo cons- cientes de las limitaciones que presenta nuestro trabajo desde el punto de vista metodológico, al tratarse de un estudio retrospectivo y desde el pun- to de vista del tamaño muestral, estamos conven- cidos de que puede suponer un punto de partida para la realización de posteriores estudios obser- vacionales que faciliten aclarar los aspectos más relevantes de las técnicas utilizadas para la oxige- nación de los pacientes que van a ser sometidos al aislamiento emergente de la VA, que sigue siendo el procedimiento más crítico y con más compli- caciones dentro del conjunto de actuaciones que diariamente se realizan en los SMI en los pacientes críticamente enfermos.
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