Revista nº 819

El Arte para aprendizaje histológico | Alberto Enrique D, et al. 98 Actual Med.2024;109(819):95-99 en 2022 y 3 mujeres y 1 varón en 2023 que manifes- taron reconocerlas en general pero no las mismas ni en detalle. Respecto de cuando fueron preguntados sobre cómo percibían si la obra artística había sido compatible con el sistema orgánico estudiado y si esta iniciativa merecía continuidad, la coincidencia en favor de una y de otra fue total entre quienes la valoraron ventajosa tanto en 2022 como en 2023. Por su parte, entre las ventajas cualitativas, obvian- do entre ellas orden de prelación, pueden citarse por resultar válidas y fiables: incremento de la motiva- ción, facilitación del aprendizaje, mantenimiento de la atención durante el desarrollo de los contenidos por hiatos de descanso creativo consecuencia del in- tercalado de las obras, generación de entretenimiento pese a lo abstracto de muchos de ellos, tránsito de lo abstracto hacia lo concreto y desde lo bidimensional (preparación histológica) hasta lo tridimensional ce- lular, tisular u orgánico (esto pudo llevarse a cabo en casos puntuales), desarrollo y afirmación de compe- tencias (conocimientos, actitudes y habilidades) de utilidad futura, superadoras del mero recuerdo me- morístico de nociones disciplinares, apreciación de la Medicina también como arte, excediendo sus facetas científico-tecnológicas, y despertar de inquietudes culturales para su ulterior ampliación, más allá de los conceptos médicos específicos. Los resultados referidos dan cuentan del valor otorga- do por el estudiantado a esta clase de desafíos y de las ventajas percibidas para su presente y futuro. Finalmente, llama la atención de escasez de trabajos si- milares al respecto por lo que el debate puede hacerse con el trabajo publicado por Cracolici et al (2019) con quienes, a pesar de no transitar andariveles idénticos, existen coincidencias sobre el beneficio producido (17). Respeto del reporte de Akison et. al. (2022), esta co- municación difiere del objetivo seguido por ellos, quienes, además, no mencionan la/s obra/s de arte empleada/s. Pese a coincidencias en relación con el sentido mejorador que tales autores señalan en sus conclusiones (18), cabría corroborarlo siguiendo su diseño. Se han hallado otras comunicaciones de sumo inte- rés entre arquitectura e histología e histología y arte aunque con diferente orientación a la aquí propuesta (19, 20). Existe otro trabajo donde se detectan similitudes entre la imagen histológica del músculo estriado esqueléti- co y la acuarela abstracta expresionista Rhythmisches, strenger und freier ( Rítmica, más estricta y libre ) (61.5 cm x 47 cm) del alemán Paul Klee (1930) pero que no está planteado para aprendizaje histológico si bien podría emplearse para ello (21). Más aún, al haber padecido esclerodermia sus autorretratos pueden ser útiles para iniciar, motivar e incentivar el estudio his- tológicos de la piel. Más allá de estas disidencias y limitaciones, todos ellos apuntan a una estrategia innovadora que bien podría acercar al alumnado al conocimiento y valora- ción de las artes Según lo susodicho, pese a que las preparaciones histo- lógicas pueden devenir artísticas en sí mismas y, ade- más, acercar al arte (22,23) este trabajo se vale de este no sólo como motivador, incentivador, facilitador e ins- pirador para el aprendizaje histológico médico, sea cual sea el formato curricular en vigor, sino como desperta- dor y/o reforzador de inquietudes culturales. Y lo que es más, puede, también, tener aplicación en otras carreras. Según lo susodicho, actúa en sintonía con un añejo aforismo atribuido al decimonónico anatomopató- logo catalán D. Jose de Letamendi quien aseveraba que “el médico que de Medicina sólo sabe, ni de Me- dicina sabe”. Más aún, se estima que esta sentencia resulta extensible a cualquier profesión por el valor que la cultura general posee para la formación de personas de bien, condición preliminar para cualquier ejercicio profesional.. RECONOCIMIENTOS Este artículo rinde tributo a histólogos españoles de- votos de las artes visuales del pasado como D. Santia- go Ramón y Cajal y Pío del Río Ortega y a uno del pre- sente, D. José Rodrigo García con sus notables “Los paisajes del cerebro”. CONFLICTO DE INTERESES Los autores/as de este artículo declaran no tener nin- gún tipo de conflicto de intereses respecto a lo ex- puesto en el presente trabajo. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Hatcher EP ed. Art as Culture: An Introduction to the An- thropology of Art. USA. University Press of America, 1985 2. Novitz D- Disputes about Art.’ Journal of Aesthetics and Art Criticism 1996; 54 (2):153-163 https://doi. org/10.2307/431087 3. Carroll N. Theories of Art Today. USA: University of Wis- consin Press, 2000

RkJQdWJsaXNoZXIy ODI4MTE=