Revista nº 819

Díaz Rodríguez F, et al. | Ingeniería tisular en perforaciones timpánicas 109 Actual Med.2024;109(819):100-112 Actual Med.2024;109(818): los tiempos de seguimiento fueron siempre inferiores si el modelo de perforación era agudo frente a cró- nico, con la excepción de un artículo que, a pesar de basarse en perforaciones agudas, reportó un tiempo de seguimiento superior a seis meses (19). Estas di- ferencias pueden deberse, entre otras causas, a qué, como ya han indicado algunos estudios la tasa de cie- rre espontánea de las perforaciones agudas suele pro- ducirse, en la gran mayoría de los casos, en un tiempo inferior a tres semanas (1). Este límite coincide, a ex- cepción del estudio llevado a cabo por Immich APS et al en 2017, con el tiempo máximo de seguimiento de los estudios que trataron PAS por lo que esta podría ser quizá una de las causas por las que no se planifica- ron seguimientos mayores para estos casos. Respecto a esto último, algunos estudios señalan que un tiempo de seguimiento inferior a 8 semanas pue- de resultar insuficiente, ya que genera pérdidas de información que dificultan la posibilidad de objeti- var y recoger fenómenos como la aparición de una reacción a cuerpo extraño que, podría actuar como reflejo directo de una posible tasa de rechazo (25). En el caso concreto de esta revisión la mitad de los artículos incluidos (9/18) no alcanzaron el plazo seguimiento mencionado de 8 semanas, por lo que pudieron verse afectados por este hecho. Por con- siguiente la evaluación de características relevantes como la biocompatibilidad de los distintos construc- tos que estuviesen aplicándose podría estar com- prometida debido a una falta de seguimiento con lo que quizá deba ampliarse en futuras investigaciones sobre todo si pretenden valorarse parámetros que permitan ver no tanto si logra regenerarse el defec- to sino como es capaz de integrarse un constructo determinado en el tejido de implantación, algo que acaba por determinar en muchas ocasiones el fracaso o éxito del tratamiento. Esta franja de 8 semanas se emplea también de forma habitual como límite en clínica, dado que la presen- cia de cualquier defecto en la membrana pasado este tiempo suele implicar una falta de capacidad del or- ganismo para regenerarlo. Quizá esta diferencia entre modelos pueda deberse también a qué en una perforación aguda los siste- mas de replicación del propio tejido se encuentran más activos al tener un estímulo súbito cuando se produce la lesión, con lo qué, cabe esperar que su capacidad de regeneración sea mayor y, por ende, más corta. Esto último quizá implique que las per- foraciones crónicas sirven mejor como modelo para corroborar distintos tratamientos pues sus caracte- rísticas propias implican que el fracaso o éxito en su cierre dependa predominantemente del cons- tructo aplicado, pues los mecanismos inherentes de reparación del propio tejido han demostrado ser insuficientes de por sí. A la hora de hablar sobre la naturaleza de los cons- tructos, los resultados avalan que el injerto de natu- raleza celular que obtuvo mejores resultados para PAS fue aquel que combinó células madre adiposas con exosomas como componentes para un andamio hecho a base de alginato y PCL. Quizá parte de este éxito se deba al empleo de células de extirpe mesenquimal pues sus tasas tanto de replicación como de regene- ración son altas por lo que pueden ser óptimos para tratar pérdidas de masa celular como son las perfora- ciones timpánicas (26). Estos resultados concuerdan con estudios recientes que han utilizado células ma- dre adiposas con moléculas secretadas por las mismas (secretoma), para optimizar la curación de heridas cutáneas en un modelo animal de roedores (27). Esto refleja la importancia de elegir sistemas de señaliza- ción adecuados que permitan una mayor y mejor acti- vidad metabólica del constructo de forma que así pue- da obtenerse una regeneración precoz y más completa de los tejidos dañados. En lo que respecta a PCS los resultados más completos y sólidos son aquellos que se obtuvieron mediante la creación de un construc- to que combinó dermis y duramadre acelular porcina junto con fibroblastos (15). Por otra parte, respecto a la tasa de regeneración tim- pánica los resultados reflejan que la aplicación de los distintos compuestos permitió, sin destacar preferen- cia por el tipo de perforación o biomaterial, regene- rar de forma completa el 100% de las distintas perfo- raciones, a excepción del estudio llevaba a cabo por Farhadi M et al en 2012, que obtuvo una tasa de éxito del 70%. Estos resultados quizá estuviesen en parte motivados por que hubo una tasa de complicaciones ajenas al injerto en hasta el 20% de los casos. Sin em- bargo, más importante que la tasa de regeneración al final del estudio, quizá sea analizar el tiempo que se tarda en alcanzar dicha regeneración. En este sentido, los tiempos de regeneración se vieron acelerados en las perforaciones timpánicas que fueron tratadas me- diante ingeniería tisular, llegando a reducir los tiem- pos de curación incluso a la mitad, en comparación con los distintos controles de cada estudio. Si bien es cierto que en muchos casos los controles lograban también tasas de regeneración cercanas al 100%, pero en la mayoría de los casos requerían de un tiempo superior para lograrlo (28-31). Estos resultados su- ponen una evidencia a la hipótesis de que las terapias avanzadas y, particularmente la ingeniería de tejidos, son una alternativa real en la optimización de los tra- tamientos clínicos actuales. Más allá de la recuperación del tejido dañado o parcial- mente perdido, es muy importante que dichos tejidos nuevos sean funcionales. Por ello, las variables funcio- nales también han sido incluidas en este trabajo. En relación con la audición, debe señalarse que fue eva- luada mediante pruebas complementarias objetivas en 12/18 artículos, si bien en uno de ellos el estudio de la audición solo pretendía valorar la posible ototoxicidad del compuesto implantado y no la audición en sí mis- ma (32). Los datos reflejan que en la mayoría de estos estudios se obtuvo una mejora funcional de la lesión, al reportarse recuperaciones medias de la audición en

RkJQdWJsaXNoZXIy ODI4MTE=