Revista nº 821

COVID-19, co-infecciones y resistencia antimicrobiana | Montoya-Madriz S, et al. 16 Actual Med.2025;110(821):9 -21 Figura 2 . Determinantes del problema de resistencia a los antimicrobianos asociados a la ocurrencia de coinfecciones por patógenos bacterianos y SARS-CoV-2. También, en otros estudios se ha reportado una in- cidencia más alta de patógenos multirresistentes en salones de COVID-19 que en otros servicios del hos- pital, 29% versus 19%, reflejado principalmente por K. pneumoniae con BLEE (30). En otro reporte, la prevalencia de coinfección con bacterias resistentes fue de 24%, y dentro de los microorganismos resis- tentes se encontraron MRSA, A. baumanii resistente a carbapenémicos, K. pneumoniae, y P. aeruginosa (34). Otros estudios revelaron que la tasa de resis- tencia de A. baumannii y K. pneumoniae a los car- bapenémicos aumentó del 2019 al 2020, así como la resistencia de K. pneumoniae a la polimixina B de un 5% a un 50% (35). Sin embargo, en otro trabajo se reportó una reducción inesperada de las bacterias multirresistentes en núme- ros generales, que podría deberse a la implementación universal de medidas de contención de la propagación de SARS-CoV-2 en todos los servicios. No obstante, cuando compararon los salones COVID-19 y otros salones, los primeros tuvieron una mayor incidencia de bacterias multirresistentes que los segundos. Esto podría ser contradictorio a la aseveración propuesta, pero los autores lo justificaron en una mayor comple- jidad de los pacientes COVID-19 y las terapias empí- ricas de antibióticos de amplio espectro que se solían usar mucho al inicio de la pandemia (36). Otro dato de relevancia podría ser el hecho de que en muchos salones COVID-19 la atención es manejada por médi- cos infectólogos, los cuales tienden a solicitar mayor cantidad de cultivos. Otra posible razón podría aso- ciarse a las comorbilidades de los pacientes de CO- VID-19 que los llevaron a largos tiempos de hospi- talización, permitiendo la colonización con bacterias multirresistentes (37). En el estudio realizado en Singapur en los meses de febrero a abril 2020, se evaluaron las intervenciones realizadas por el equipo de optimización del uso de antimicrobianos con respecto al mismo periodo, pero del 2019. En este país se instauraron medidas bastan- tes estrictas en cuanto se generó la alarma, se declaró la pandemia y apareció el primer caso. Dentro de las medidas se incluyó el control de fronteras, cuaren- tena de contactos y viajeros a ciertas áreas, toma de temperatura y restricción de visitas al hospital. En los centros médicos se cancelaron los procedimien- tos electivos y no urgentes para tener mayor disponi- bilidad de camas y personal médico. A pesar de que la ocupación hospitalaria decreció un 16,8%, se in- crementó en un 25,5% el uso de antibióticos de am- plio espectro como cefepima, piperacilina-tazobac- tam, carbapenémicos y vancomicina, donde las dosis diarias definidas aumentaron de 14,92 por cada 100 días cama a 18,72, de similar manera ocurrió con las prescripciones para la neumonía asociada a la comu- nidad. El incremento fue más marcado al inicio de la pandemia en febrero 2020, sobre todo para ceftria- xona, amoxicilina con ácido clavulánico, levofloxa- cina, moxifloxacina, azitromicina y claritromicina (36). Al desconocer hasta cierto punto que se po- día esperar con el SARS-CoV-2 y el desarrollo de la enfermedad de COVID-19, muchos de los servicios hospitalarios y su personal dejaron de lado el trabajo de rutina para avocarse completamente a la emer- gencia. En un principio se creyó que se podría conte- ner la expansión y extensión del virus y se dejaron de

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