Revista nº 821

TMA en dolor por lesiones músculo tendinosas | Hernández Gil ÁL, et al. 32 Actual Med.2025;110(821):3 1-41 Pain assessment; Minor spinal injuries. high sensitivity in detecting “hot spots” or thermal asymmetries provides great reliability and a high negative predictive value. Also noteworthy is its normality in healthy subjects and the absence of hyperthermia in concomitant degenerative or rheumatic pathologies. This paper reviews scientific studies that validate MTI in the field of traumatology and rehabilitation, showing it to be an extremely useful test for diagnosing pain secondary to musculotendinous injuries, from minor traumatic injuries of the spine to injuries of the shoulder, knee, or ankle. MIT is particularly useful in healthcare, as it allows diagnoses to be made after subjective pain where other tests are insufficient, highlighting its effectiveness in monitoring therapeutic progress, determining injury stages, and evaluating response to treatment. Furthermore, due to its non-invasive nature, repeatability, and high reproducibility, infrared thermography has proven to be a useful tool in the forensic and legal fields. Its application provides objective and reliable evidence in the assessment of bodily injury and subjective pain associated with injuries. In this context, it is establishing itself as an essential resource within the current approach to Legal and Forensic Medicine 5.0. INTRODUCCIÓN La temperatura corporal es la capacidad del organismo de generar y eliminar calor, siendo una medida relativa que nos informa cómo se encuentra una zona corpo- ral con relación a otra. La relación térmica existente entre dos zonas corporales homólogas contralaterales se denomina Δ-T. Dado que todos los cuerpos tienen temperatura, todos son capaces de transmitir calor, de generar una radiación térmica y cuanto mayor es su temperatura, mayor radiación térmica son capaces de emitir. Esta radiación térmica es una forma de radia- ción electromagnética. Dentro del espectro electro- magnético, los límites del ojo humano están entre 0,4 µm (color violeta) y 0,7 µm (color rojo). Entre ambos se encuentran el resto de los colores del espectro vi- sible. Los equipos de termografía captan la radiación electromagnética infrarroja invisible y la convierte en una imagen visible, lo que permite plasmar gráfica- mente y con una altísima calidad y precisión la emisión de infrarrojos de cualquier objeto, o persona, que esté a mayor temperatura de 0ºK (Kelvin). La asociación entre temperatura corporal y enfer- medad es una de las observaciones clínicas más an- tiguas en la historia de la medicina. No obstante, la medición objetiva de la temperatura no comenzó hasta la invención del termoscopio por Galileo Ga- lilei, y su aplicación clínica sistemática se consolidó gracias a Carl Wunderlich en el siglo XIX, quien estableció los rangos fisiológicos normales de la temperatura corporal. En la actualidad, los sistemas modernos de imagen térmica por infrarrojos permiten la obtención de imágenes de alta resolución capaces de cuantificar de forma precisa y no invasiva las variaciones térmicas superficiales asociadas a múltiples condiciones médi- cas. Estos avances, combinados con el procesamiento informático avanzado, han permitido el desarrollo de protocolos de imagen estandarizados y reproducibles, consolidando a la termografía médica avanzada como una prueba complementaria útil en el diagnóstico, monitorización terapéutica y seguimiento evolutivo de diversas patologías inflamatorias, vasculares, mus- culoesqueléticas y neurológicas (1). En el presente artículo serán revisadas las principales innovaciones tecnológicas que ha sufrido la termo- grafía médica infrarroja (TIR) para llegar a constituir una nueva prueba complementaria, la Termografía Médica Avanzada (TMA). De igual modo, se proce- derá a una revisión bibliográfica de la utilidad de la TMA en el ámbito de la Traumatología y Rehabilita- ción, concretamente en el diagnóstico del dolor se- cundario a lesiones músculo-tendinosas. CUERPO DE LA REVISIÓN Evolución de la Termografía Médica Infrarroja a la Termografía Médica Avanzada Son múltiples los factores que condicionan las cáma- ras termográficas utilizadas en el ámbito de la termo- grafía médica por infrarrojos (Tabla 1), si bien desta- can por encima del resto dos de ellos. Por un lado, la resolución del sensor de la cámara o detector, medido en número de píxeles. Cada píxel corresponde a un gradiente de temperatura diferente. A mayor número de píxeles, mayor resolución, esto es, mayor calidad de la imagen representada. Cuanto mayor sea la resolución del detector, más nítido y pre- ciso será cada punto individual de la imagen, lo que permitirá realizar mediciones más precisas y tomar mejores decisiones. Con los últimos avances tecnoló- gicos se pueden alcanzar resoluciones de más de 1,3 Mp (megapíxeles) lo que permite una representación detallada de los patrones térmicos. El segundo factor esencial es la sensibilidad térmica -equivalente al ruido o NETD- lo que equivale al dife- rencial de temperatura más pequeño capaz de medir.

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