95
              
            
            
              
                Miguel Ángel Arrabal-Polo
              
            
            
              
                Tiempo y desarrollo de la actividad quirúrgica en urología
              
            
            
              Mediante otro gráfico de puntos comparamos el índice
            
            
              de ocupación de quirófanos entre las diferentes especialidades
            
            
              
                (Figura 2),
              
            
            
              observando cómo urología se encuentra situada en la
            
            
              zona central de entre las analizadas.
            
            
              
                Figura 2. Representación gráfica del Índice de Ocupación de
              
            
            
              
                Quirófanos según las diferentes especialidades quirúrgicas
              
            
            
              
                analizadas.
              
            
            
              
                DISCUSIÓN
              
            
            
              El correcto funcionamiento y organización del quirófano
            
            
              depende en gran medida de la presencia de buenos líderes y de
            
            
              una colaboración interdisciplinaria. Es importante la distribución
            
            
              según roles y responsabilidades para que el quirófano funcione
            
            
              de manera adecuada. Las personas encargadas de los diferentes
            
            
              procesos quirúrgicos y perioperatorias deben estar coordinadas
            
            
              por sus superiores para el buen funcionamiento del mismo (5).
            
            
              En la organización del quirófano de urología en nuestro centro,
            
            
              existe un supervisor o jefe de quirófanos que dirige 4 quirófanos
            
            
              (entre ellos el de urología) y un personal que no es fijo de forma
            
            
              habitual en el quirófano de urología, por lo que el dominio y
            
            
              control de la situación en algunos momentos está por debajo del
            
            
              nivel deseado. Además, existe un Director de Bloque Quirúrgico
            
            
              encargado del personal médico anestesista, personal de
            
            
              enfermería y celadores, que sin embargo no tiene competencias
            
            
              directas sobre los especialistas quirúrgicos, en este caso urología,
            
            
              ya que los urólogos dependen de la organización del Director de
            
            
              Unidad de Gestión Clínica de Urología. Una manera de disminuir
            
            
              la complejidad organizativa actual, sería establecer una figura
            
            
              única de un Coordinador de Área Quirúrgica y un Coordinador
            
            
              específico para Urología, con un personal fijo en el quirófano, lo
            
            
              cual permitiría un rendimientomás alto y unamayor optimización.
            
            
              Si analizamos los datos obtenidos del programa Acquiro®,
            
            
              observamos en relación a la actividad quirúrgica programada
            
            
              que Urología tiene una actividad similar a Angiología, pero muy
            
            
              por debajo de Cirugía General, debido al menor número de
            
            
              quirófanos disponibles de forma semanal y a una menor demanda
            
            
              quirúrgica. Sin embargo, a pesar de que en Urología existe una
            
            
              menor demanda quirúrgica, el hecho de tener un menor número
            
            
              de quirófanos hace que se exceda en más de 7 días el retraso en
            
            
              las intervenciones oncológicas y en muchos procedimientos no
            
            
              oncológicos más de 6 meses, aunque estos datos son difícilmente
            
            
              contrastables puestos que las bases de datos que los contienen
            
            
              son poco accesibles y no están bien codificadas. Tal y como nos
            
            
              explica Córdoba et al (6, 7) es imprescindible para un correcto
            
            
              funcionamiento y poder comparar con otros centros el tener
            
            
              un registro adecuado y poder aplicar diferentes índices para
            
            
              evaluar la actividad quirúrgica y mejorar la eficiencia en la
            
            
              gestión. Observamos como el tiempo de rotación entre pacientes
            
            
              es elevado en el quirófano de urología en comparación con el
            
            
              quirófano de traumatología, posiblemente en relación a que en
            
            
              Urología existe un personal celador encargado del traslado de
            
            
              los pacientes diferente cada día, mientras que en traumatología
            
            
              el personal celador es fijo y por tanto conoce mejor el
            
            
              funcionamiento. Otro factor a tener en cuenta puede ser que la
            
            
              disposición particular del quirófano de urología hace que haya que
            
            
              trasladar al paciente en ascensor tras la cirugía hacia la unidad de
            
            
              Reanimación. Es posible que el establecimiento de un programa
            
            
              estándar para el quirófano de urología minimice el retraso en los
            
            
              tiempos entre pacientes (8) y sea útil en un hospital de tercer nivel
            
            
              como el nuestro en donde existe un número elevado de personal
            
            
              sanitario entre anestesistas, cirujanos, enfermería y celadores.
            
            
              Distintos factores pueden influir en el tiempo y desarrollo de la
            
            
              actividad quirúrgica, algunos de los cuales están presentes en
            
            
              nuestro hospital, entre ellos, al tratarse de un hospital docente,
            
            
              es preceptivo que los residentes realicen técnicas quirúrgicas
            
            
              con el retraso de tiempo que eso supone. Sin embargo, este
            
            
              hándicap de tiempo, podría solventarse si a las 8 am el equipo
            
            
              quirúrgico y anestesista se encontraran en el quirófano listos para
            
            
              comenzar, y el personal de enfermería preparado para recibir
            
            
              al paciente y realizar el check-in en el prequirófano (9). Otras
            
            
              medidas útiles para mejorar el rendimiento y tiempo quirúrgicos
            
            
              es la reducción del número de personas que forma el equipo de
            
            
              urólogos, mejorar la comunicación entre los miembros del equipo
            
            
              y limitar el cambio del personal del quirófano, evitar diferentes
            
            
              procedimientos quirúrgicos y diferentes tipos de anestesia en el
            
            
              parte de quirófano diario entre otras (10-14).
            
            
              Observamos como el número de procedimientos
            
            
              ambulatorios programados que se realizan en urología superan
            
            
              con creces el doble de procedimientos con ingreso y la proporción
            
            
              es mucho más elevada que en otras especialidades. 
            
            
              L a s
            
            
              mejoras y cambios necesarios en el quirófano para mejorar los
            
            
              tiempos quirúrgicos y el índice de ocupación deben realizarse
            
            
              siempre basándonos en optimizar la eficiencia, pero también en
            
            
              seguir teniendo una seguridad y satisfacción adecuada para el
            
            
              paciente y el personal sanitario (15).
            
            
              
                CONCLUSIÓN
              
            
            
              El rendimiento del quirófano en Urología podría optimizarse
            
            
              tomando diferentes medidas como:
            
            
              · Mantener el mismo personal de quirófano (incluyendo
            
            
              personal de enfermería, anestesista y celador)
            
            
              · Establecer un parte de quirófano compacto, que no
            
            
              provoque importantes modificaciones en el instrumental a
            
            
              utilizar y minimice por tanto el tiempo rotatorio de pacientes.
            
            
              · Optimizar el número de cirujanos-urólogos y labor del
            
            
              residente en el parte de quirófano diario.
            
            
              · Optimizar el horario de comienzo de la jornada, así como el
            
            
              horario de fin de la misma.
            
            
              Es posible que estas medidas agilicen y reduzcan la lista
            
            
              de espera quirúrgica y nos permitan llegar a unos objetivos
            
            
              asistenciales más óptimos y apropiados.
            
            
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