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Sociedad Andaluza
de Angiología y Cirugía Vascular
SUPLEMENTO
caso clínico
Actual. Med.
2013; 98: (789). Supl. 49-64
En el postoperatorio, ante el pie equino persistente desde la
cirugía de rodilla, se realiza un electromiograma que informa de
lesión de nervio ciático poplíteo. La paciente es dada de alta en
el 4º día postoperatorio con mejoría clínica evidente (salvo por el
equino del pie), pulsos distales conservados y buen aspecto de la
herida quirúrgica. Se prescribe tratamiento antiagregante indefini-
do con clopidogrel y profilaxis para enfermedad tromboembólica
venosa con heparina de bajo peso molecular.
El procedimiento se encuentra permeable con integridad del
dispositivo a los 2 meses de seguimiento tras evaluación clínica y
ecográfica. Actualmente, la enferma realiza rehabilitación por la
lesión de nervio ciático poplíteo.
DISCUSIÓN
Las complicaciones vasculares secundarias a la artroplastia
de rodilla son poco frecuentes. Se describe una incidencia en las
series del 0.17-0.03% (1,2). Este espectro de complicaciones inclu-
ye desde la trombosis arterial hasta la sección del vaso, pasando
por los fenómenos de embolización distal, pseudoaneurisma y fís-
tula arteriovenosa (3,4).
La proximidad de la arteria poplítea a la cápsula posterior de
la rodilla la expone a una potencial lesión durante el acto quirúr-
gico (5). Este hecho es más frecuente durante la resección ósea
(cóndilos femorales o tibia proximal) y durante la liberación de la
cápsula posterior (3,5).
Los pseudoaneurismas de arteria poplítea se reconocen
por una masa pulsátil en el hueco poplíteo. En ocasiones, cursan
con una clínica menos evidente y se diagnostican con ecografía-
doppler cuando el paciente consulta por dolor, edema o hemato-
ma persistente. La presentación tardía de los pseudoaneurismas
de arteria poplítea es común y hasta en un 40% de los casos se
diagnostican entre 1 y 4 meses después de la cirugía de rodilla (6).
La estrategia terapéutica clásica consiste en la reparación
quirúrgica abierta (
bypass
, cierre con parche o cierre directo) (7,
8). No obstante, la presencia de trombo y hematoma en el interior
del hueco poplíteo da lugar a cambios inflamatorios crónicos con
la posterior fibrosis de los músculos adyacentes y engrosamiento
de la pared muscular del vaso. Este hecho puede dificultar la téc-
nica de la disección, aumenta el riesgo de lesión de estructuras
adyacentes y complicaciones de cicatrización. Por esto se han uti-
lizado otros métodos menos invasivos como son la compresión y
la inyección de trombina. Ambas técnicas son ecoguiadas, tienen
como objetivo conseguir la trombosis de la lesión (9-11) y los resul-
tados obtenidos en cuanto a éxito técnico y clínico son aceptables,
especialmente cuando nos referimos a los pseudoaneurismas fe-
morales post-cateterismo (12).
Pensamos que nuestro caso no era propicio para una técnica
de reparación abierta ni para el empleo de un método mínima-
mente invasivo con ecografía (existía un gran hematoma rodean-
do la lesión y la localización en profundidad era considerable). Por
ello, nos decantamos por llevar a cabo una técnica endovascular
con
stent
recubierto, minimizando así la comorbilidad de un abor-
daje abierto. Reseñar que optamos por un abordaje proximal de
arteria femoral superficial dada la obesidad de la paciente y dado
que la punción anterógrada ipsilateral no está exenta de riesgos.
A pesar de que los resultados a corto y medio plazo de este
tipo de terapia a este nivel son satisfactorios (13-15), la utilización de
stents
recubiertos en ésta localización presenta varias limitaciones:
La complejidad que supone trabajar con una prótesis de ro-
dilla radioopaca en la zona donde está la lesión. Hecho que obliga
a realizar varias proyecciones hasta localizar la zona lesionada (se
tuvo que lateralizar de forma completa el arco de rayos).
La colocación de un
stent
recubierto a través de la articula-
ción de la rodilla supone el asumir el riesgo de deformidad, com-
presión, fractura y migración del dispositivo con la deambulación
(premisa que no nos preocupó demasiado dada la vida limitada
de la enferma y la lesión de nervio ciático poplíteo con la que se
presentó).
En definitiva, la presencia de un pseudoaneurisma poplíteo
tras cirugía de rodilla ha de tenerse en cuenta ante la persistencia
de dolor, hematoma y pulso poplíteo expansivo. La terapia endo-
vascular mediante
stent
recubierto es una alternativa válida a la
cirugía convencional en el tratamiento de este tipo de lesiones.
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