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SUPLEMENTO comunicaciones orales
Academia Española
de Dermatología y Venereología
Sección Territorial Andaluza
doi:10.1038/modpathol.2012.196
5. Deshpande V, Zen Y, Chan JKC et al. Consensus
statement on the pathology of IgG4-related disease. Mod Pathol
2012;25:1181-1192.
MIASIS CUTANEA FORUNCULOIDE
Clara Fernández-Valdés Martín, Sara Alcantara Luna, Teresa
Ojeda Vila, Manuel Perea Cejudo, FranciscoM. CamachoMartínez
Departamento de Dermatología, Hospital Universitario Virgen
Macarena, Sevilla
Presentamos dos casos de miasis forunculoide que hemos
observado en nuestro departamento en pacientes procedentes
de Sudamérica.
Caso clínico 1.
Descripción: Varón de 14 años, originario
del sudeste de Brasil, que consulto durante sus vacaciones en
España, por un elemento nodular doloroso en brazo izquierdo
de dos semanas de evolución con crecimiento progresivo a pe-
sar de realizar tratamiento antibiótico.
Exploración:
Nódulo eritematoso de 2 cm de diámetro en
superficie flexora del brazo izquierdo. Resto de la exploración
física normal. Ante la sospecha clínica de miasis cutánea, se rea-
liza su exéresis completa. Con la demostración del parásito se
confirma el diagnóstico de miasis cutánea forunculoide.
Caso clínico 2.
Descripción: Varón de 30 años, con resi-
dencia en Brasil. Actualmente en España de visita familiar, que
consulta por lesión dolorosa en pierna izquierda de meses de
evolución tras la picadura de un insecto que creció de forma
paulatina; extrayendo parte del contenido, aplicando mupiroci-
na tópica y administrando ivermectina dos comprimidos dosis única.
Exploración:
Nódulo eritematoso de 2 cm de diámetro
máximo en tercio proximal de pierna izquierda. Con la sospecha
clínica de miasis cutánea procedemos a su extirpación, obser-
vándose la larva y tejido de granulación con zonas necróticas
perilesionales.
Comentario final:
El término miasis consiste en la infes-
tación de tejidos y órganos del hombre y animales por larvas
de díptera
1
, afectando por lo general a la piel. Las principales
moscas responsables de la miasis cutánea son: Cordylobia
anthropophaga (mosca tumbu) en África y Dermatobia homi-
nis (mosca zumbadora) en Centro América y Sudamérica
2
. Son
más frecuentes en países tropicales. Las miasis pueden ser de 3
tipos: primarias, secundarias y accidentales. Dermatobia homi-
nis es un parásito obligado en su fase larvaria que se alimenta
exclusivamente de tejidos vivos. Existen cuatro formas clínicas:
forunculoide, subcutánea con tumores ambulatorios, lineal
rampante y cavitaria. El incremento progresivo en el número
de personas que viajan a los países tropicales ha hecho que las
enfermedades importadas adquieran una relevancia cada vez
mayor, constituyendo una parte sustancial de los diagnósticos a
los que se enfrenta la Dermatología.
Bibliografía:
1. Moissant de Roman E, García ME, Quijada J, Simoes D,
MarcialT.Miasiscutáneahumana.Uncasoclínico.2004;32:12-15.
2. Alkorta Gurrutxaga M, Beristain Rementaria X, Cilla
Eguiluz G, Tuneu Valls A, Zubizarreta Salvador J. Miasis cutánea
por CordylobiaAnthropophaga. Rev EspSaludPública. 2001; 75: 23-30.
GRANULOMATOSIS OROFACIAL. RESPUESTA A
USTEKINUMAB
Antonio Ojeda Martos, Maria Dolores Fernández
Ballesteros, Daniel Godoy Díaz, Miguel Lova Navarro, Andrés
Sanz Trelles
Servicios de Dermatología y Anatomía Patológica. Hospital
Regional Universitario Carlos Haya. Málaga
Introducción:
La granulomatosis orofacial (GOF) es una
enfermedad inflamatoria crónica de etiopatogenia desconoci-
da, caracterizada por eritema, edema y empastamiento de te-
jidos blandos en la región orofacial. Anatomopatológicamen-
te muestra un infiltrado linfoplasmocitario con formación de
granulomas no caseificantes. Se precisa, asimismo, descartar
la existencia de una enfermedad de Chron y sarcoidosis (1).
Caso clínico:
Mujer de 54 años con antecedente de en-
fermedad de Lutenbacher (comunicación interauricular y es-
tenosis mitral), portadora de prótesis mitral pendiente de sus-
titución, en tratamiento con Simtrom, digoxina, torasemida y
bisoprolol. Consulta porque desde hacía tres años presentaba
una placa eritematoedematosa empastada, de borde mal de-
finido y localización perioral que lentamente se había ido ex-
tendiendo, pese a recibir tratamiento con minociclina 100mgr/
día durante 4 meses.
Las biopsias efectuadas mostraron la existencia de un
infiltrado denso linfoplasmocitario con formación de granulo-
mas no caseificantes, que infiltra la capa muscular. Las pruebas
complementarias restantes practicadas incluyeron:
- Hemograma, VSG, perfil bioquímico, complemento, C1
q inhibidor, ANA, ANCA, FR, PCR, ECA, glucosa 6 fosfato deshi-
drogenasa sin hallazgos.
- Mantoux y booster, serología de leishmania. Cultivo de
micobacterias y hongos: Negativos.
- Rx y Tac de tórax: Ausencia de alteraciones en parénqui-
ma pulmonar, y de adenopatías hiliares o mediastínicas.
- Colonoscopia y anuscopia: Sin hallazgos.
- Pruebas epicutáneas con batería estándar, prótesis
dentarias, dentífricos y alimentos negativas.
- TAC cervical: Edema de aritenoides y quiste de reten-
ción sublingual.
Sucesivamente se administraron Sulfona oral 100 mgr/
día, infiltraciones intralesionales de corticoides en tres ocasio-
nes, y Prednisona 50 mgr/día pese a lo cual el cuadro continuó
empeorando. En este momento consideramos la administra-
ción de algún anti TNF, pero el estado cardiovascular de la pa-
ciente lo desaconsejaba.
Dado que las interleukinas 12 y 23 han sido recientemen-
te implicadas en la enfermedad de Chron (2), y por analogía
con la misma, nos decidimos por administrar Ustekinumab.
Ante la ausencia de referencias bibliográficas, comenzamos
por la pauta usada habitualmente en el psoriasis ( 45 mgr días
1, 30 y cada 90 días). Con esta dosis obtuvimos una mejoría
parcial, por lo que pasamos en un primer momento a acortar
el intervalo a dos meses, y después a administrarlo en las dosis
propuestas para la enfermedad de Chron (3), 90 mgr cada dos
meses, consiguiendo una importante mejoría.
Discusión:
En la bibliografía consultada existe cierta con-
troversia, pues algunos autores consideran que la GOF repre-
senta un espectro de enfermedades que abarcarían la queilitis
granulomatosa de Miescher, el Síndrome de Merkelson-Ro-
senthal, y la enfermedad de Chron oral y perioral. Otros auto-
res reservan esta denominación para casos como el nuestro,
con una histología idéntica a la del Chron y la queilitis granu-
lomatosa, pero que clínicamente no pueden ser catalogados
como ninguno de estos, aceptando en cualquier caso que en-
tre estas entidades hay cierto grado de superposición.
Conclusión:
Presentamos un caso de una rara entidad, la
GOF, y discutimos su relación con la queilitis granulomatosa y
la enfermedad de Chron. Se trata del primero del que tenga-
mos constancia que ha sido tratado con ustekinumab.
Aunque por la experiencia en un caso aislado no pode-
mos establecer conclusiones generales, pensamos que el fár-
maco puede abrir una vía en el tratamiento de una enferme-
dad que carece de terapia eficaz para todos los casos. Además
pensamos que la posible implicación de la interleukina 23 en
Actual. Med.
2013; 98: (788). Supl. 20-24