Grupo de trabajo: Teleconsulta
Actual Med. 2023; 108(819). Supl1: 19-20
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INTRODUCCIÓN
La teleconsulta se ha revelado como una extraordinaria herramienta para mejorar la comunicación y la interacción entre la Atención Primaria y la Hospitalaria, que puede ayudar a priorizar patologías urgentes o graves, a permitir el asesoramiento en la atención a los pacientes y a agilizar esa atención.
Las distintas formas de implantación han dejado patente que existen algunas cuestiones cruciales para que se pueden alcanzar esos objetivos y no se convierta en una sobrecarga más para los médicos implicados ni en una forma de limitar el acceso de los pacientes a los especialistas hospitalarios o de cuestionar el criterio de los médicos y pediatras de Atención Primaria.
Planteamos a continuación una serie de propuestas con las claves.
Propuestas
- Clarificar el marco jurídico de la teleconsulta como derivación y/o consulta de asesoramiento.
- Mantener vías alternativas de derivación en todas las especialidades para garantizar que se atiende el criterio del médico de familia/pediatra AP y del paciente.
- La implantación de cualquier novedad en teleconsulta debe acordarse por consenso, especialmente lo que respecta a los criterios de inclusión.
- Cualquier cambio debe informarse a los profesionales con el tiempo y medios suficientes para su adecuada implantación.
- La información necesaria para poder realizar la teleconsulta debe simplificarse y evitar plantillas excesivamente largas o exploraciones muy específicas.
- La respuesta por parte del especialista hospitalario debe realizarse en un plazo máximo de 30 días.
- Las actuaciones que se propongan por el especialista hospitalario en su respuesta a la teleconsulta, con solicitud de más pruebas complementarias que excedan lo acordado en la información básica que se ha de aportar, deben ser solicitadas e informadas al paciente desde los servicios hospitalarios.
- Los resultados de pruebas complementarias solicitadas por el especialista hospitalario, y las indicaciones o tratamientos que se propongan en la respuesta de la teleconsulta deben ser informados al paciente desde los servicios hospitalarios.
- Si de la teleconsulta se necesita una consulta presencial, esta se debe cursar directamente desde el servicio donde se indique esta presencialidad.
- Las agendas de Atención Primaria deben incluir tramos para gestionar las respuestas de la teleconsulta que actualmente entran en el buzón del profesional.
- Son necesarios grupos de mejora que incluyan facultativos hospitalarios y médicos representantes de diversos Centros de Salud adscritos al área hospitalaria, que actúen de interlocutores directos sobre incidencias y líneas de mejora.
- Se deben habilitar herramientas para hacer seguimiento de la teleconsulta. Con señalamiento de la situación del documento remitido, abierto, respondido, etc., resuelta y cerrado.
- Las derivaciones y/o interconsultas a otros servicios deben hacerse directamente desde los servicios hospitalarios o bien justicando de forma razonada el porqué se recomienda realizarla desde AP.
Conflicto de intereses
Los autores/as de este artículo declaran no tener ningún tipo de conflicto de intereses respecto a lo expuesto en el presente trabajo.