Aula de Oncología
Tumores de la superficie ocular
Tumors of the ocular surface
Actual. Med. 2017; 102: (801): 120 DOI: 10.15568/am.2017.801.ao01
Enviado: 25-06-2017
Revisado: 03-07-2017
Aceptado: 31-07-2017
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Los tumores de la conjuntiva y la cornea pueden surgir de cualquiera de las células que las componen histológicamente, por lo que existe una amplia variedad de ellos. Son más frecuentes los de origen epitelial y melanocítico.(tabla 1)
La mayoría son benignos y fáciles de detectar en una exploración rutinaria, pero también existen algunos premalignos o malignos que pueden poner en peligro la función visual y/o la vida del paciente.
En la historia clínica hay que precisar cuándo se inició la lesión, el patrón de crecimiento, antecedente de exposición solar y asociación a enfermedades sistémicas (inmunodeficiencia, xeroderma pigmentoso).
Los tumores epiteliales suponen entre un tercio y la mitad del total. La mayoría son benignos como el papiloma, pero también hay lesiones malignas como la neoplasia intraepitelial conjuntival(las células malignas están confinadas en el epitelio) y el carcinoma escamoso(las células epiteliales atípicas rompen la membrana basal e invaden el estroma).
Los tumores melanocíticos suponen hasta el 50% de los tumores conjuntivales. El más frecuente de ellos es el nevus. Son lesiones congénitas que no se hacen evidentes hasta la primera o segunda década de la vida, cuando se pigmentan y le aparecen quistes. El riesgo de transformación a melanoma es menor del 1%. Son excepcionales en los fondos de saco y la conjuntiva tarsal, en estas localizaciones deben ser biopsiados.
Otras lesiones pigmentadas de la conjuntiva son: la melanosis racial y la melanocitosis ocular. La primera es una pigmentación bilateral de la conjuntiva en personas de piel oscura o raza negra. La segunda es una pigmentación oscura de la epiesclera (a veces también de la piel periocular) de coloración gris azulada y unilateral. Requiere seguimiento por el riesgo de desarrollar melanoma de úvea.
La lesión melanocítica con más riesgo de malignización es la melanosis adquirida primaria. Se trata de una proliferación adquirida y unilateral de melanocitos que aparece en personas de piel clara. Cuando existe atipia celular el riesgo de progresión a melanoma es alto, por lo que se aconseja biopsiar las lesiones grandes o con cambios. El melanoma maligno de la conjuntiva es un tumor muy raro. Puede aparecer de novo, pero lo más frecuente es a partir de una melanosis adquirida primaria o de un nevus.
Entre los tumores vasculares encontramos: el granuloma piógeno: es una reacción a una cirugía, traumatismo o proceso inflamatorio, y los hemangiomas, proliferaciones vasculares benignas.
El linfoma de la conjuntiva puede ser una lesión única o la manifestación de un linfoma sistémico. La mayoría son linfomas tipo MALT.
En conclusión, clínicamente las lesiones benignas y malignas son difíciles de distinguir, en casos de duda es necesario un estudio histopatológico. El tratamiento estará encaminado a extirpar completamente el tumor(mediante cirugía y tratamientos adyuvantes como crioterapia y quimioterapia tópica) conservando al máximo la integridad de la superficie ocular. Los tumores benignos requerirán observación periódica , se extirpan por motivos estéticos o procesos inflamatorios de repetición. En los tumores malignos hay que evaluar la posibilidad de extensión intraocular o intraorbitaria y a los ganglios linfáticos regionales. Las metástasis a distancia son raras.
INFORMACIÓN DEL ARTÍCULO
Autor para la correspondencia: Alfaro Juárez, Ana. Oftalmología. Hospital General de Baza. Granada. e-mail: alfaro.juarez@hotmail.com