Aula de Medicina Interna

Seguridad del paciente

Patient safety

García-Alegría, Javier

Javier García Alegría. Medicina Interna. Agencia Sanitaria Costa del Sol. Marbella (Málaga)

Actual. Med. 2019; 104: (807): 131-133 DOI: 10.15568/am.2019.807.ami01

Enviado: 04-08-2019
Revisado: 04-08-2019
Aceptado: 26-08-2019

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Durante la celebración del Congreso de la Sociedad Andaluza de Medicina Interna en San Juan de Aznalfarache (Sevilla) los días 6 y 7 de Junio de 2019 se celebró una Mesa dedicada a Seguridad del Paciente. No tenemos una definición unánime de Seguridad del paciente, pero el concepto más fácil de recordar la prevención del daño a los pacientes, que incorpora el principio hipocrático “Primum non nocere” o ante todo no dañar. La Organización Mundial de la Salud la describe como la ausencia de un riesgo prevenible durante el proceso de cuidados al paciente y la reducción de los riesgos innecesarios hasta un mínimo aceptable.

Todas las organizaciones sanitarias tienen que generar estrategias para prevenir los errores, aprender de los mismos y generar una cultura de seguridad que involucre a los profesionales y a los pacientes. En este artículo se presenta un resumen de las ponencias presentadas en esta mesa que están disponibles en la página Web de SADEMI con acceso libre (tabla 1).

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Tabla 1. Ponencias a la Mesa “Seguridad del paciente” (SADEMI 2019)

Las respuestas de 22.000 profesionales a la Seguridad del Paciente

Durante los últimos años el Sistema Sanitario Público de Andalucía ha desarrollado una Estrategia de Seguridad del Paciente. Entre las diversas acciones se han venido realizando encuestas a profesionales para conocer sus opiniones respecto a su formación, y la situación de las unidades y de los centros. El motivo de esta ponencia fue presentar los resultados resumidos de la encuesta finalizada en Diciembre de 2017, realizada con una herramienta “on line” a la que contestaron 22.087 profesionales (enfermería: 54%, medicina: 42%, otros: 4%), que está disponible de manera completa para su consulta1. Para ello se ha usado las recomendaciones de Survey on Patient Safety Culture (HSPSC) y Medical Office Survey on Patient Safety (MOSPS) de la Agency for Healthcare Research and Quality (AHRQ) con el objetivo de identificar las fortalezas y debilidades en cuanto a las actitudes, percepciones y comportamientos de los profesionales y al compromiso de las organizaciones para minimizar riesgos.

Atención a las segundas víctimas: quién responde por los profesionales

El error es inherente a los comportamientos humanos; en las organizaciones sanitarias las consecuencias pueden causar un daño grave e irreparable, con una o varias víctimas. Se considera segunda víctima a aquel profesional sanitario que se ve involucrado en un evento adverso no previsto, un error médico y/o un daño sufrido por el paciente, y se convierten en víctimas al quedar traumatizado por el evento, y verse desbordado a la hora de afrontar emocionalmente este incidente2,3. Alrededor del 40% de los médicos y enfermeras reconocen haber cometido un error grave en los 5 últimos años. Las consecuencias psicológicas individuales y el impacto sobre el colectivo es muy elevado, y hasta fechas recientes no se ha reconocido como un problema, ni se habían planteado estrategias para su manejo. Hay un decálogo con recomendaciones acerca de cómo afrontar la atención a las segundas víctimas4.

La notificación de eventos adversos desde la perspectiva legal en España

Aprender de los errores y analizar las circunstancias del sistema que lo han propiciado es una cualidad de las organizaciones maduras, orientadas a la seguridad clínica y a la calidad asistencial. Desde hace años muchos países y centros sanitarios han implantado sistemas de comunicación de eventos adversos a fin de mejorar, poner barreras de seguridad que anticipen la posibilidad del error y minimizar las posibilidades de que alcancen al paciente. Los sistemas que han mostrado mayor éxito se han caracterizado por: 1) confianza en el sistema por parte de los proveedores de información, 2) tener un liderazgo efectivo, 3) integrarse dentro de una cultura de la seguridad en los centros sanitarios, y 4) por la existencia de un marco legal adecuado. Por el momento España carece de una normativa legal específica, que debería ser promovida por las autoridades sanitarias en colaboración con los legisladores, al igual que se ha hecho en otros países. Este es un requisito necesario si queremos que se incorpore a los procedimientos estandarizados de los centros sanitarios, pues la mayor reserva para participar en ellos es el temor punitivo.

La seguridad de la información sanitaria para la seguridad del paciente

La información clínica personal y sanitaria es altamente sensible, y la garantía acerca de su uso está regulada por normativas nacionales y europeas muy estrictas. Las tecnologías de información sanitarias (TIC) incluyen el hardware y el software utilizado para crear electrónicamente, mantener, analizar, almacenar o recibir información para ayudar en el diagnóstico, cura, mitigación, tratamiento o prevención de la enfermedad. El Instituto ECRI es una organización sin ánimo de lucro que emite informes y recomendaciones acerca de las prácticas médicas para mejorar la seguridad y la atención coste-efectiva. En los últimos años han comunicado errores en la integridad de la información de las historias clínicas y otras TIS, gestión negligente de dispositivos y sistemas conectados, protección insuficiente, mal uso de puertos USB en dispositivos médicos, uso inadecuado de herramientas de imagen digital (radiación innecesaria) y errores de comunicación entre dispositivos médicos.

A nivel estatal y autonómico hay estrategias para adecuar las TICs a los requerimientos tecnológicos y legales en un entorno de cambio continuo.

Recomendaciones de “No hacer”

En los últimos años ha habido una corriente crítica de la práctica médica actual que trata de reducir la sobreutilización de pruebas diagnósticas o los tratamientos que no han mostrado un beneficio contrastado para el paciente5. En 2012 del American Board of Internal Medicine, publicó la iniciativa Choosing Wisely en la que diversas Sociedades Científica presentaban recomendaciones de no hacer a profesionales, pacientes y organizaciones sanitarias. Esta proyecto se alineaba con otras iniciativas “Less is more”, “Do not do”, o “cuidados conscientes de los costes” que tienen unos objetivos similares. En nuestros país este proyecto denominado “Compromiso por la calidad de las Sociedades Científicas en España” ha sido coordinado por la Sociedad Española de Medicina Interna, el Ministerio de Sanidad y el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, con la participación de más de 50 sociedades científicas nacionales. Los objetivos de este proyecto son disminuir la utilización de intervenciones médicas innecesarias, que son las que no han demostrado eficacia, tienen escasa o dudosa efectividad, o no son coste-efectivas, disminuir la variabilidad en la práctica clínica, difundir entre médicos y pacientes el compromiso con el uso adecuado de recursos sanitarios y, por último, promover la seguridad clínica. En esta ponencia se revisan los fundamentos y el método seguido para la selección de recomendaciones de “No hacer” en España6,7.

Centros comprometidos con la excelencia en cuidados

El Programa de Implantación de Buenas Prácticas en Cuidados surge en España del acuerdo entre tres instituciones comprometidas con la Práctica Basada en la Evidencia: la Unidad de Investigación en Cuidados de Salud (Investén-ISC Carlos III), el Centro español para los cuidados de salud basados en la evidencia (CECBE) y la Asociación de Enfermeras de Ontario (RNAO). Su objetivo es fomentar, facilitar y apoyar la implantación, evaluación y mantenimiento, en cualquier entorno de la práctica enfermera, de buenas prácticas en cuidados. En esta ponencia se ponen ejemplos de implantación de Guías de Cuidados basadas en la evidencia en un hospital universitario en relación a la prevención de caídas y cuidados de accesos venosos.

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Tabla 2. Mensajes clave de la Mesa Seguridad del Paciente

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  1. Moreno Campoy E, Sánchez Cantalejo C, Pérez Pérez P, Barrera Becerra C. Análisis de la Cultura de Seguridad del Paciente en el Sistema Sanitario Público de Andalucía: Informe de Resultados 2018. https://www.juntadeandalucia.es/export/drupaljda/Informe_Resultados_Clima_Seguridad_2018_ESSPA.pdf
  2. Wu AW. Medical error: the second victim. The doctor who makes the mistake needs help too. BMJ 2000;320:726–7.
  3. Scott SD, Hirschinger LE, Cox KR, McCoig M, Brandt J, Hall LW. The natural history of recovery for the healthcare provider “second victim” after adverse patient events. Qual Saf Health Care. 2009; 18(5):325-30. https://qualitysafety.bmj.com/content/qhc/18/5/325.full.pdf
  4. Mira Solves JJ, Romeo Casabona CM, Urruela Mora A, et al. La seguridad jurídica de los profesionales sanitarios un requisito para lograr una mayor calidad asistencial. Derecho y salud, 2017 27 (2): 94-110. https://www.ajs.es/revista-derecho-y-salud/la-seguridad-juridica-de-los-profesionales-sanitarios-un-requisito-para-lograr-una-mayor-calidad-asistencial
  5. Brownlee S, et al. Evidence for overuse of medical services around the world. Lancet. 2017; 390:156-168.
  6. García-Alegría J, Vázquez-Fernández Del Pozo S, Salcedo-Fernández F, et a. Compromiso por la calidad de las sociedades científicas en España. Rev Clin Esp. 2017; 217(4):212-221.
  7. García-Alegría J. El reto de No hacer. Rev Clin Esp. 2017; 217(4): 208-209.
  8. Proyecto de Implantación de Guías de Buenas Prácticas en Centros Comprometidos con la Excelencia en Cuidados. http://www.evidenciaencuidados.es/es/index.php/proyecto-implantacion
  9. Guías de Buenas Práctica http://www.evidenciaencuidados.es/es/index.php/guias

INFORMACIÓN DEL ARTÍCULO

Autor para la correspondencia: Javier García Alegría. Medicina Interna. Agencia Sanitaria Costa del Sol. Marbella (Málaga)