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Fernando Girón Irueste
Una carta de Pareja Garrido a Federico Olóriz
No nos consta cual fue la respuesta de Federico Olóriz; pero
sí conocemos que le contestó unos días más tarde, concretamente
el 9 de febrero, pues lo anotó en la parte superior de la carta
recibida, como era su costumbre. Pero no mandó trabajo alguno,
puesto que de haberlo hecho habría aparecido publicado en la
Revista. Y también sabemos que no sería por falta de disposición
para con sus paisanos: en una anterior ocasión, y a solicitud
del entonces alcalde de Granada, colaboró gustosamente en el
nacimiento de la BibliotecaMunicipal, enviando su libro de
Técnica
Anatómica
para que figurara en el fondo bibliográfico de lamisma.
Por ello, estamos seguros que hubiese ayudado a
La Actualidad
Médica, enviando algún trabajo de los que tenía en curso. Y muy
posiblemente habría versado sobre Antropología forense, ya que
desdehacíadiezañosseocupabadelaidentificacióndelaspersonas
mediante las huellas dactilares. Ello le llevaría a fundamentar lo
que se denomina en nuestro país, y en Portugal, “Método Olóriz”
de identificación, y en Hispanoamérica “Método Vucetich-Olóriz”,
y cuyas policías científicas continúan utilizando en nuestros días.
Y si no sucedió así, la razón fue sin duda muy poderosa:
posiblemente, cuando recibió la carta en febrero de 1911, Olóriz
estaba ya muy enfermo. El laboratorio de Antropología de la
Facultad de Medicina de Granada ha comprobado mediante
el estudio de sus restos -exhumados en el cementerio de la
Almudena de Madrid y trasladados a Granada en el año 2012-
que desarrolló un cáncer de próstata, con metástasis óseas e
intestinales, y todo ello le llevaría a la muerte el 28 de febrero de
1912, poco más de un año después de recibir la misiva que hemos
transcrito
(1).
1.
Queremos agradecer a los profesores Botella y Alemán la información
ofrecida al respecto.
