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29

SUPLEMENTO

Actual. Med.

2014; 99: (793). Supl. 29-68

Ecografía Dermatológica

revisión

(2) Carcinoma escamocelular

Respecto al CEC, su estudio ecográfico se hace más complejo

debido sobre todo a que la queratina producida por este tipo de

tumores induce la formación de artefacto en forma de sombra

acústica posterior que dificulta enormemente su estudio (5). Así,

este tumor se ha descrito con un patrón típicamente hipoecoico,

homogéneo, peor delimitado, con morfología más irregular (ver

figura 5), y quemuestra, en el caso de variantes agresivas, invasión

de dermis subyacente y/o estructuras más profundas. Son

tumores muy vascularizados, pudiendo observarse la presencia

de vasos neoformados que se extienden desde la periferia al

interior tumoral. Debido a que este tipo de tumores deriva de

los queratinocitos también se puede observar engrosamiento

epidérmico (que no es característico de los CBC) (4,5).

Estimación del tamaño tumoral, delimitación tumoral y

márgenes quirúrgicos

Este es el campo, con diferencia, donde los estudios sobre

ecografía cutánea han sido más prolíficos. Hasta ahora, todos

los trabajos publicados (referidos sobre todo al CBC y menos al

CEC) apuntan a una muy buena estimación del tamaño tumoral

mediante ECAF comparado con la histología, con tasa de

correlación en general superiores al 73% y llegando incluso al

98%, según series (10-17). Los estudios han evidenciado mayores

tasas de correlación en la medición ecográfica de la profundidad

tumoral y menores en la medición de su diámetro ecográfico

(largo x ancho) (16). Además se ha observado que la ECAF

tiende a sobreestimar el tamaño tumoral respecto a la medición

histológica, y la explicación que se ha dado a este hecho es el

natural encogimiento ex-vivo que sufre la pieza histológica en los

procesos de preparación antes de su análisis histológico (7).

Por otro lado, otra de las posibles aplicaciones de la ECAF

es en el campo de la delimitación de márgenes prequirúrgicos,

tanto en cirugía convencional como en cirugía de Mohs. Es

importante destacar que en determinadas cirugías (como la

cirugía de Mohs), el ahorro de piel sana se hace prioritario y

por tanto es necesario una adecuada delimitación de márgenes

libres con el máximo ahorro de piel no afecta. En este sentido, los

trabajos publicados encuentran resultados más contradictorios

y se han publicado varias series con resultados dispares, así

Bobadilla et al. (6) realizaron la delimitación prequirúrgica

mediante ecografía cutánea de 29 CBC faciales donde todos

fueron extirpados posteriormente con márgenes libres, pero

otros estudios obtienen peores resultados: Lassau et al. (12) de

31 CBC estudiados y delimitados prequirúrgicamente obtuvieron

márgenes libres en 24 ( 77%); Jambusaria-Pahlajani et al. (11)

analizaron 100 casos de CBC y CEC delimitados ecográficamente

previos a cirugía de Mohs y obtuvieron resultados más discretos

(sensibilidad del 32% y especificidad del 88%) con mejores

resultados para los tumores más grandes (área > 1,74 cm

2

) y

describiendo dificultades de la ECAF para la detección de áreas de

extensión tumoral mediante pequeños focos de invasión dérmica

en los casos de CEC infiltrativos y CBC micronodulares. Por último

Marmur et al. (14), en un estudio de delimitación ecográfica de

márgenes prequirúrgicos de 20 lesiones (incluyendo CBC y CEC)

previos a realización de cirugía de Mohs, concluyen que la ECAF

no es superior a la demarcación clínica previa a dicha cirugía.

De hecho, uno de los principales inconvenientes a los que se

enfrenta el ecografista en la práctica clínica a la hora de delimitar

estos tumores es la técnica de delimitación a emplear, donde

en tumores de morfología muy irregular esto puede suponer un

verdadero reto. Así autores como Alfageme y cols. (4) describen

una técnica consistente en ir desplazando sobre la piel la sonda

del ecógrafo desde el tumor al margen lateral hasta obtener una

imagen ecográfica libre de tumor, en éste punto se traza una línea

recta en la piel. Este procedimiento se va repitiendo para cada uno

de los márgenes y de este modo se consigue una demarcación

de la zona a extirpar libre de tumor. La demarcación profunda

la realizan usando directamente la medición en profundidad

observada por el ecógrafo o mediante el uso de arpones.

Recientemente se ha descrito una técnica de demarcación

prequirúrgica (18) usando tiras de 3 mm de ancho x 1 mm de

grosor de un adhesivo quirúrgico de clorato de polivinilo que

genera sombra acústica posterior. Utilizando este artefacto y la

flexibilidad que otorgan las tiras, el ecografista va desplazando el

adhesivo por la piel perilesional hasta que el margen ecográfico

lateral del tumor queda por el lado interno de la sombra acústica

generada. Cuando han delimitado todos los márgenes de la

lesión, trazan una línea por el lado externo de la tira adhesiva,

quedando delimitada la zona a extirpar. Si bien la técnica es muy

ingeniosa, la serie publicada es escasa (sólo dos CBC – un subtipo

nodular y un fibroepitelial - que fueron extirpados con márgenes

libres), haciéndose necesarios nuevos estudios con series más

amplias que determinen la fiabilidad de esta técnica así como su

utilidad en extirpes tumorales como el CBC esclerodermiforme o

micronodular.

Detección de lesiones subclínicas e invasión de estructuras

vecinas

Otra ventaja que otorga la ECAF en la práctica clínica

es la posibilidad de detección de lesiones subclínicas en las

inmediaciones de lesiones tumorales a estudio. Así lo defienden

Bobadilla et al. (6) al encontrar en su estudio de 29 CBC faciales

en 25 pacientes, que uno de ellos presentaba 2 CBC satélites

subclínicos que fueron detectados mediante ecografía y que de

otro modo hubieran escapado al ojo del clínico.

Además, resulta de especial interés conocer la invasión de

estructuras vecinas en determinados procedimientos quirúrgicos

sobre ciertas áreas, como pueden ser la nariz o los pabellones

auriculares, donde la ecografía cutánea nos puede informar

sobre la existencia o no de invasión cartilaginosa y por tanto de

la necesidad o no de usar una técnica quirúrgica más agresiva, lo

que permitiría una mejor planificación quirúrgica y la reducción

de la tasa de recurrencias (6). Del mismo modo conocer la

situación anatómica de la lesión a extirpar, como puede la

presencia en las cercanías de determinados vasos sanguíneos o

nervios de especial importancia, ofrece una inestimable ayuda a

dicha planificación quirúrgica.

Valoración de las respuestas a tratamientos no quirúrgicos

y estudio de recurrencias post-tratamiento

La ECAF puede así mismo ser de ayuda para predecir la

respuesta a ciertos tratamientos no quirúrgicos en el caso del CBC

como lo sugieren varios estudios publicados que han analizado su

utilidad en este campo (19-21). Así, Moore et al. (19) concluyen

que la estimación del grosor tumoral ecográfico pretratamiento

es un factor predictor de recurrencia local al año tras un solo

tratamiento con terapia fotodinámica, y más recientemente

Smucler et al. (21), publican los resultados de un estudio de 75

CBC con resultados muy interesantes. En este último estudio

dividieron los CBC dependiendo del grosor medido por ecografía

cutánea y el tratamiento aplicado, en tres grupos (grupo A: CBC<2

mm que trataron con terapia fotodinámica – TFD -; grupo B: CBC

de 2-3 mm que trataron con ablación con láser YAG + TFD y grupo

Figura 5. CEC in situ cuero cabelludo. Imagen A. (Corte longitudinal; modo

B; 18 Mhz). Imagen hipoecoica aplanada subepidérmica, bien delimitada.

No se aprecian prolongaciones que indiquen invasividad de estructuras más

profundas. Obsérvese el engrosamiento epidérmico característico de este

tipo de tumores. Imagen B. Estudio Doppler de la misma lesión donde se

aprecia el aumento de vascularización intratumoral.