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53

SUPLEMENTO

Actual. Med.

2014; 99: (793). Supl. 53-68

Ecografía Dermatológica

revisión

e incluso para el diagnóstico de patología ungueal y periungueal

(7-13).

Dado la inocuidad de esta técnica y la gran rapidez en su

realización cuando se adquiere la suficiente experiencia, puede

ser de gran utilidad y ayuda en dermatología pediátrica. Esta

exploración complementaria puede permitir al dermatólogo

llevar a cabo el diagnóstico diferencial de distintas lesiones

tumorales, evitar en su caso la realización de otras pruebas

complementarias no exentas de efectos secundarios (entre ellos

la irradiación o en algunos casos la biopsia cutánea), monitorizar

patología inflamatoria y tranquilizar a los padres, todo ello en el

mismo acto clínico favoreciendo así la alta resolución. Si bien, hay

que decir, que en la actualidad la ecografía no es un gold estandar

en ninguna condición dermatológica y ante dudas diagnósticas no

debe sustituir la realización de otras pruebas complementarias.

A continuación, se describen algunos ejemplos de la utilidad

de la ecografía de alta resolución en la consulta de dermatología

pediátrica. La gran mayoría de estas lesiones dermatológicas se

pueden visualizar correctamente con un ecográfo de 12-15 MHez.

1. ECOGRAFÍA DE TUMORES BENIGNOS Y LESIONES

QUÍSTICAS FRECUENTES EN LA INFANCIA

1.1 Pilomatricoma

. Se trata de una tumoración frecuente

en la consulta de dermatología pediátrica. Desde el punto de

vista clínico, en ocasiones, puede tener una coloración azulada

que plantea el diagnóstico diferencial con lesiones vasculares o

con lesiones melanocíticas del tipo nevus azul. Desde el punto

de vista ecográfico, normalmente se observa como una lesión

de localización superficial (en la dermis o inmediatamente por

debajo de ella), constituida por un halo hipoecoico periférico

con una zona hiperecoica central que deja una sombra acústica

posterior (figura 1). Ocasionalmente se puede encontrar con

el doppler color un aumento de la vascularización periférica. El

nevus azul también se muestra como una tumoración hipoecoica

en dermis, pero a diferencia del pilomatricoma no muestra esta

sombra posterior ni calcificaciones en su interior (figura 2).

En el caso de las lesiones vasculares se observan importante

vascularización con el doppler color. Solivetti y colaboradores,

tras estudiar un total de 32 imágenes de pilomatricomas de 28

pacientes describen 5 patrones (14):

• Tipo 1, constituido por un nódulo completamente

calcificado donde lo más visible en la ecografía es la

sombra posterior.

• Tipo 2, parcialmente calcificado.

• Tipo 3, nódulo complejo, con contornos indetectables,

con áreas fluidas y macrocalcificadas.

• Tipo 4, lesión de aspecto pseudoquístico.

• Tipo 5, pesudoneoplásico, en forma de lesión

sólida, hipoecoica, irregular, y con aumento de la

vascularización con el doppler color.

1.2. Lesiones quísticas

. Las lesiones quísticas son

relativamente frecuentes en la dermatología pediátrica. Cuando

aparecen en zonas como la cola de la ceja o en la línea media de

la cara es importante la realización de otras pruebas de imagen

para descartar la presencia de comunicación con estructuras

profundas y para realizar una mejor planificación quirúrgica.

En lactantes no es infrecuente encontrar quistes de

retención. Desde el punto de vista ecográfico se manifiestan

como tumoraciones superficiales (en dermis y con algo de

abombamiento hacia el tejido celular subcutáneo), con contenido

ligeramente hiperecoico (debido a la queratina), y con refuerzo

posterior y sombras acústicas oblicuas laterales.

Al igual que en el caso de los quistes de retención, los

quistes dermoides también se muestran como tumoraciones

bien delimitadas hipoecoicas que pueden tener en su interior

imágenes lineales hiperecoicas (queratina de folículos pilosos),

pero que a diferencia de en el anterior caso suelen ser mucho

más profundos, y en algún caso contactan con el hueso adyacente

(figura 3) pudiendo erosionarlo.

Figura 1. Pilomatricoma: Lesión con halo periférico superior (flecha), con

zona inferiore hiperecoica (1) y sombra acústica posterior (2).

Figura 2. Nevus azul: Lesión hipoecoica en dermis regularmente delimitada

sin sombra posterior localizada principalemte en la dermis (DE) y

abombando sobre el tejido celular subcutáneo (TCS).

Figura 3. Quiste dermoide: Tumoración hipoecoica con una estructura

lineal hiperecoica en su interior (flechas) y en proximidad al hueso

frontal (H).