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Jose A. Lopez-Escamez

La herencia en los acúfenos

En este sentido, los estudios de asociación sólo detectan va-

riantes genéticas comunes (frecuencia alélica superior a 5%), por lo

que deben existir otras variantes más raras con mayor efecto sobre

el fenotipo.

Recientemente, Gilles et al. (15) han realizado un primer estu-

dio GWAS piloto utilizando una pequeña cohorte de 167 pacientes

con acúfenos frente a 749 controles. Después del genotipado de

4x10

6

SNPs ninguno de ellos alcanzó significación, si bien se estimó

que el porcentaje de variación explicado por todos los SNPs anali-

zados era de un 3.2%. Esto puede ser debido al pequeño tamaño

muestral. Sin embargo, se encontró significación en varias rutas me-

tabólicas especialmente en las implicadas en la respuesta al estrés

oxidativo, el estrés oxidativo del retículo endoplasmático y la señali-

zación mediada por los receptores de serotonina. Esto es interesan-

te pues se ha visto como el estrés oxidativo es mayor en pacientes

con acúfenos y el estrés oxidativo del retículo endoplasmático se ha

asociado con la hipoacusia a través de mecanismos de apoptosis.

Igualmente, esto podría explicar el potencial efecto beneficioso de

los antidepresivos en algunos pacientes con acúfenos.

Otro diseño de estudio en epidemiología genética para es-

tudiar la heredabilidad es la comparación de cohortes de gemelos

monocigóticos y dicigóticos para determinar la concordancia para

el fenotipo. Bogo et al. (27) han calculado una heredabilidad media

del 0.4 para los pacientes con acúfenos.

Un estudio utilizando el registro de gemelos suecos con una

muestra mayor (N=70186) del Consorcio TINNET ha demostrado la

importancia de la lateralidad en los pacientes con acufenos (28).

Así, el 15% de los gemelos presentaban acúfenos y, mientras los

pacientes con acufenos bilaterales presentan una susceptibilidad

genética relevante en hombres (H2=0.68), esto no ocurre en los

pacientes con acúfeno unilateral. Aunque el estudio no aporta los

umbrales auditivos y está basado en cuestionarios completados

por los individuos (29, 30, 31), los resultados demuestran el efecto

de seleccionar un subgrupo de individuos para disminuir la hetero-

geneidad clínica e identificar la heredabilidad. Así, al estratificar los

pacientes por género y lateralidad, se reduce el espectro fenotípi-

co y se acumulan variantes genéticas asociadas a la enfermedad.

Estos valores de H2=0.68 son próximos a los observados en el au-

tismo o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, cuya

contribución genética es bien conocida. A pesar de que se requie-

ren nuevos estudios para determinar la contribución genética de

la hipoacusia en estos valores de alta heredabilidad para los acúfe-

nos bilaterales, estos hallazgos indican la existencia de formas es-

pecíficas de acúfenos con una contribución genética significativa,

por lo que los estudios genéticos futuros deberían realizarse en

individuos con acufenos bilaterales.

Aunque estos resultados deberían ser replicados en otras cohor-

tes de gemelos, los estudios para buscar genes causales de acúfenos

deberían comenzar en familias con múltiples casos, que presenta un

espectro fenotípico aún más reducido. Los acúfenos familiares son un

trastorno poco frecuente, pero la selección de familias con varios indi-

viduos afectados para la secuenciación del exoma parece el siguiente

paso para identificar variantes raras con elevada penetrancia en estas

familias. Esta estrategia ha demostrado ser exitosa en la identificación

de los genes

DTNA, PRKCB, SEMA3D

y

DPT

en la enfermedad de Me-

niere autosómica dominante (32, 33, 34).

CONCLUSIONES

La identificación de la elevada heredabilidad en los acúfenos

bilaterales es el punto de partida para los estudios genéticos en

pacientes con acúfenos. Estos trabajos han de contribuir a satisfa-

cer la gran necesidad de desarrollar tratamientos personalizados

para estos pacientes (35, 36). Dichos estudios van a requerir dece-

nas de miles de pacientes y los médicos especialistas en otorrino-

laringología y los audiólogos deberían mejorar la recogida de datos

clínicos para definir el fenotipo y comenzar a conservar muestras

de ADN en biobancos (9). En este sentido, será necesaria la crea-

ción de un gran consorcio internacional para descifrar las bases

genéticas de los acúfenos.

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