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37

SUPLEMENTO

Actual. Med.

2014; 99: (793). Supl. 37-68

Ecografía Dermatológica

revisión

Según el endotelio predominante se clasifican en capilares,

venosas, linfáticas o mixtas; y según el flujo de alto o bajo flujo.

Los vasos son dismórficos pero no existe hiperplasia endotelial,

la lesión nunca desaparece y tienden a crecer durante toda la

vida. En muchos casos son necesarias múltiples exploraciones

complementarias para su correcto diagnóstico, y un abordaje

multidisciplinar para su manejo y seguimiento.

La malformación vascular capilar más frecuente y

representativa es el nevus flameus o “mancha en vino de

oporto”. Ya en el momento del nacimiento el neonato va a

presentar una mancha rojiza o violácea bien delimitada, que

suele seguir una disposición lineal (figura 1a) o metamérica.

La mayoría se localizan en la cabeza y el cuello. Con los años

intensifica su color y tamaño, aumentando el diámetro de los

vasos pero no el número, pudiendo aparecer lesiones nodulares

en su superficie. Puede asociarse a algunos síndromes, como el

síndrome de Sturge-Weber, el síndrome de Klipplel-Trenaunay

o el síndrome de Von Hippel-Lindau, por lo que muchas veces

es necesario un seguimiento cuidadoso de estos pacientes y

estudios complementarios al tratarse de síndromes complejos

que requieren la participación de varios especialistas (radiólogos,

neurólogos, pediatras, dermatólogos..)

Desde el punto de vista ecográfico (3) en estas

malformaciones capilares, muchas de ellas planas al

nacimiento, sólo se observa un aumento del grosor de la

dermis con zonas hipoecoicas en dermis superficial (figura 1b)

donde puede no observarse flujo con el estudio Doppler, y no

siempre es evidente un aumento de la vascularización (figura

1c).

Las malformaciones venosas, antiguamente denominadas

hemangiomas cavernosos, están formadas por vasos de calibre

y espesor variable, de flujo lento aunque hemodinámicamente

inactivos. Suelen estar presentes en el momento del

nacimiento y crecer lentamente a lo largo de la vida,

extendiéndose en profundidad. Se caracterizan por nódulos

azulados asintomáticos agrupados en una determinada

región anatómica, pudiendo encontrarse dilatadas las venas

de alrededor. Se localizan en cualquier área de la superficie

corporal. La complicación más frecuente es la tromboflebitis.

Pueden formar parte de síndromes malformativos complejos

como el síndrome de Maffucci o el síndrome del nevo azul en

tetina de goma.

En el estudio ecográfico (4) se observan estructuras hipo

o anecoicas de morfología esponjosa o tubular con un aspecto

parecido a los quistes. A veces las paredes de los vasos están

muy engrosadas y pueden simular áreas sólidas hiperecoicas. Es

bastante característica la presencia de flebolitos, calcificaciones

intralesionales que aparecen como una sombra acústica. El

aumento de vascularización no siempre es visible con el estudio

Doppler. Al ser fácilmente comprensibles con la sonda, tras

realizar maniobras de compresión se tornarán más evidentes y

podremos observar cambios de color de rojo a azul en Doppler, y

viceversa al dejar de presionar. El flujo suele ser bajo o nulo.

Las malformaciones arteriovenosas son malformaciones

de alto flujo debidas a una comunicación directa entre arteria

y vena sin interposición previa de capilares. Normalmente

están ya presentes en el nacimiento, como un nódulo azulado

multilobulado de consistencia blanda que se localiza sobre

todo en la cabeza y el cuello. Tiene varias fases evolutivas. Una

primera fase estable hasta la adolescencia, una segunda fase

de progresión en la edad adulta, y posteriormente después de

muchos años pueden tener una fase de necrosis espontánea y

una fase de desarrollo de insuficiencia cardíaca.

En el estudio ecográfico suelen encontrarse zonas

hipoecoicas o anecoicas en hipodermis superficial de aspecto

tubular o seudoquístico denominadas canales. No suelen tener

zonas hiperecoicas sólidas a su alrededor, ya que no es un

verdadero tumor o neoplasia. El estudio Doppler mostrará un

aumento de la vascularización con un patrón de distribución

central que muestra un flujo tanto arterial como venoso.

Las malformaciones linfáticas pueden ser superficiales

(linfangiomas) caracterizadas por lesiones de aspecto vesiculoso

agrupadas en una placa, o profundas (como el higroma quístico)

que suelen aparecer como masas subcutáneas cubiertas de piel

normal habitualmente asintomáticas.

Los hallazgos ecográficos muestran luces redondeadas hipo

o anecoicas, que pueden ser lobuladas y presentar septos de

grosor variable.

Figura 1a. Malformación vascular capilar en costado.

Figura 1b. Imagen ecográfica: zona hipoecoica homogénea en la dermis.

Figura 1c. Doppler color: aumento vascularización en amplias áreas de la

dermis.