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María Jesús Chaves-Samaniego
La terapia con célulasmadre en retina
Ante las escasas posibilidades terapéuticas o su baja tasa de
éxito en determinadas enfermedades retinianas, surge la necesi-
dad de investigar otras vías de tratamiento, como la terapia celu-
lar con células madre. Sin embargo, la anatomía y fisiología de la
retina es compleja, ya que se encuentra formada por numerosas
capas que mantienen una interrelación estrecha para lograr su
completo funcionamiento; por ello las primeras investigaciones
basadas en células madre se han dirigido hacia la sustitución o
reparación de una única capa celular. De esta forma, las primeras
patologías susceptibles de ser tratadas podrían ser aquellas cuyo
daño principal se encuentra localizado en una sola capa retinia-
na, como las enfermedades del epitelio pigmentario de la retina
(EPR). Entre las patologías sobre las que se está estudiando ac-
tualmente el potencial beneficio de la reparación o sustitución
del epitelio pigmentario se encuentran principalmente: la dege-
neración macular asociada a la edad (DMAE), la Enfermedad de
Stargardt y la Retinitis Pigmentaria.
El epitelio pigmentario de la retina es una monocapa epite-
lial polarizada, derivada de la placa neural anterior, cuyos límites
anatómicos son los segmentos externos de los fotorreceptores,
en su cara interna, y la membrana de Bruch en su porción exter-
na. Entre sus funciones principales, están las de soporte, recicla-
je del retinol, fagocitosis de los segmentos externos de conos y
bastones y la producción de factores de crecimiento (3). Inicial-
mente, se comenzó estudiando la sustitución del EPR con células
autólogas, y progresivamente se han ido ampliando las investiga-
ciones en torno a la terapia con células madre, y células madre
pluripotentes inducidas (iPSCs), tanto para reemplazo como para
regeneración tisular, mediante distintos modelos de utilización,
como la inyección de suspensiones celulares o el injerto de mono-
capas cultivadas mediante técnicas de Ingeniería Tisular.
En este trabajo, se realiza un recorrido por los hallazgos más
significativos de la terapia celular con células madre en las pato-
logías que afectan al EPR, sus posibles aplicaciones, potenciales
ventajas y limitaciones, las principales líneas de investigación y
ensayos clínicos que se están siguiendo en la actualidad, así como
las perspectivas futuras de este tipo de terapias.
CUERPO DE REVISIÓN
1. GENERALIDADES SOBRE EL EPR Y SUS ALTERACIONES
El EPR es una monocapa celular polarizada, con origen em-
briológico en la placa neural anterior, que posee una gran activi-
dad metabólica imprescindible para el circuito visual. En su por-
ción apical, el EPR se encuentra enfrentado con los segmentos ex-
ternos de los fotorreceptores, con los que mantiene una estrecha
relación por medio de sus microvellosidades. En su porción basal,
limita con la membrana de Bruch, que lo mantiene separado del
endotelio de la capa coriocapilar. Cada célula del EPR se encuen-
tra estrechamente unida a sus células contiguas, fomando la ba-
rrera hemato-retiniana externa, y a su vez, cada célula se adhiere
a la membrana de Bruch. En el citoplasma de las células del EPR,
desplazado hacia su polo apical, encontramos como estructuras
principales, un núcleo celular dezplazado hacia el polo basal y nu-
merosos gránulos de melanina (3).
Entre las funciones principales del EPR, se encuentran el
transporte de nutrientes hacia los fotorreceptores, así como de
productos metabólicos finales a la sangre. Se encuentra impli-
cado en la absorción de luz y el ciclo del retinol, permitiendo el
mantenimiento del estado de excitabilidad de los fotorreceptores
mediante la conversión de las formas trans en cis-retinal. Por otra
parte, se encargan de la fagocitosis de los segmentos externos de
los fotorreceptores, y de la secreción de factores de crecimiento
como el factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF) por
su lado basal, y el factor derivado del epitelio pigmentario (PEDF)
por su lado apical (3,4) (Figura 1).
Cuando el EPR se degenera, su arquitectura normal se dis-
torsiona, pudiendo observarse un epitelio de aspecto discontinuo
con pérdida de adhesiones estrechas intercelulares y con la mem-
brana de Bruch, así como menor relación de las microvellosidades
con los segmentos externos de los fotorreceptores y disminución
de su fagocitosis (3) (Figuras 2 y 3).
Existen diversas entidades patológicas, que a lo largo de su
evolución van experimentando un notable deterioro en la funcio-
nalidad del EPR, y en estadios avanzados, también de la capa de
fotorreceptores. La DMAE, la enfermedad de Stargardt y la retini-
Figura 1. Funciones principales del EPR: Fagocitosis de los
segmentos externos de los fotorreceptores, absorción de luz,
transporte de nutrientes hacia los fotorreceptores y de productos
de desecho a la sangre, ciclo del retinol, segregación basal de factor
de crecimiento del endotelio vascular (VEGF), y apical de factor
derivado del epitelio pigmentario (PEDF).
Figura 2. Epitelio pigmentario de la retina sano: A) Segmentos
externos de los fotorreceptores. B) Células del epitelio pigmentario
de la retina. C) Membrana de Bruch.
Figura 3. Degeneración del epitelio pigmentario de la retina: En
esta imagen se ilustra la pérdida de uniones estrechas entre las
células del EPR, la pérdida de adhesión a la membrana de Bruch
y la disminución de la interacción EPR-segmentos externos de
los fotorreceptores. También se observa una disminución de la
densidad de fagosomas y gránulos en el citoplasma de las células
del EPR, así como disminución en el número de fotorreceptores y
discontinuidad en el espesor de la membrana de Bruch.